El presidente Donald Trump criticó a los demócratas del Senado el 26 de febrero por bloquear un proyecto de ley que penalizaría a los médicos por no cuidar a los niños que sobreviven a un aborto.
Los senadores votaron 53-44 en un proyecto de ley del senador Ben Sasse (R-Neb.) que necesitaba 60 votos para ser aprobado. La legislación prohíbe a los proveedores de servicios de salud «no ejercer el grado adecuado de atención en el caso de un niño que sobrevive a un aborto o que se intentaba abortar».
«Los demócratas del Senado acaban de votar en contra de la legislación para prevenir el asesinato de niños recién nacidos. La posición demócrata sobre el aborto es ahora tan extrema que no les importa ejecutar a los bebés DESPUÉS del nacimiento», escribió Trump en Twitter.
«Esto será recordado como uno de los votos más impactantes en la historia del Congreso. Si hay algo en lo que todos deberíamos estar de acuerdo, es en proteger la vida de bebés inocentes», escribió.
La legislación fue creada en respuesta a la indignación pública causada por los comentarios del gobernador de Virginia Ralph Northam (D), quien sugirió que una medida de aborto bajo consideración por la Legislatura del estado permitiría matar a un recién nacido.
Northam hizo las observaciones en respuesta a la reacción violenta a comentarios anteriores de una legisladora estatal demócrata, Kathy Tran, quien admitió que el proyecto de ley sobre el aborto, que ella apoyó, permitía que una madre solicitara un aborto por razones de salud física o mental, incluso cuando estaba dilatada y lista para dar a luz.
El líder de la mayoría, Mitch McConnell (R-Ky.), apoyó el proyecto de ley antes de la votación y pidió a los demócratas que no sucumbieran a las «voces extremas» dentro de su propio partido.
«No se trata de nuevas restricciones al aborto. No se trata de cambiar las opciones disponibles para las mujeres. Se trata de reconocer que un bebé recién nacido es un bebé recién nacido. Punto», dijo McConnell.
«¿Puede la política de extrema izquierda en torno al aborto haber llegado tan lejos?» añadió McConnell. «¿Se supone que debemos pensar que es normal que ahora haya dos partes debatiendo sobre un recién nacido, si los recién nacidos vivos merecen o no atención médica?»
El líder de la minoría en el Senado, el senador Chuck Schumer (D-N. Y.), dijo que las declaraciones de los republicanos sobre el proyecto de ley son engañosas. Al argumentar en contra del proyecto de ley en el pleno del Senado, Schumer dijo ,sin pruebas, que el proyecto de ley «está cuidadosamente elaborado para atacar, intimidar y cerrar a los proveedores de servicios de salud reproductiva».
El proyecto de ley «impondría requisitos sobre el tipo de atención que los médicos deben proporcionar en ciertas circunstancias, incluso si esa atención es ineficaz, contradictoria con la evidencia médica y contraria a los deseos de la familia», agregó Schumer.
Contrariamente a lo que afirma Schumer, el proyecto de ley no incluye ningún requisito para la atención que los médicos deben proporcionar a los bebés vivos que sobreviven a un aborto, dejando los detalles en manos de los médicos. El proyecto de ley, en cambio, requiere que los profesionales de la salud traten a los bebés que sobreviven al aborto de la misma manera que a cualquier otro niño nacido vivo a la misma edad.
«Cualquier médico presente en el momento en que el niño nace vivo debe ejercer el mismo grado de habilidad profesional, cuidado y diligencia para preservar la vida y la salud del niño que un médico razonablemente diligente y concienzudo le daría a cualquier otro niño nacido vivo a la misma edad gestacional», dice el proyecto de ley.
Además, después de cuidar al niño, los profesionales de la salud están obligados a «asegurar que el niño nacido vivo sea inmediatamente transportado e ingresado en un hospital».
Ningún republicano votó en contra del proyecto de ley.
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