El expresidente Donald Trump dijo el 10 de diciembre que ya no subirá al estrado de los testigos en el juicio por fraude civil en su contra en Nueva York.
«Como todo el mundo sabe, he testificado de forma muy exitosa y concluyente en el juicio amañado contra mí del corrupto fiscal general del estado de Nueva York, dirigido por Biden», escribió el Sr. Trump en la plataforma Truth Social. «Expertos de renombre mundial, ejecutivos bancarios y de seguros muy respetados, profesionales inmobiliarios, así como otros, tanto honestos como creíbles, han declarado, clara e inequívocamente, que yo, y mi muy exitosa empresa, ¡no hicimos nada malo!».
«Los estados financieros eran conservadores, líquidos y ‘extraordinarios’. El único fraude cometido fue por el altamente partidista y fuera de control juez y la facista AG (fiscal general)».
El año pasado, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó una demanda contra el presidente Trump y otros ejecutivos de la Organización Trump por siete reclamaciones relacionadas con fraude.
Desde el 13 de noviembre, la defensa presentó su caso, apoyándose en gran medida en expertos externos para refutar la acusación de fraude, a pesar de que el juez de la Corte Suprema de Nueva York, Arthur Engoron, ya había emitido una sentencia previa al juicio en la que declaraba al presidente Trump responsable de fraude. El juicio está destinado a tratar las penas que tendrá que pagar, así como a que los abogados del Estado prueben la intencionalidad y la materialidad.
Se suponía que el presidente Trump testificaría de nuevo el 11 de diciembre, cerrando la defensa. En su lugar, el último testigo experto en el caso, el profesor de contabilidad de la Universidad de Nueva York Eli Bartov, seguirá testificando hasta el 12 de diciembre.
«Ya he testificado, sobre todo, y no tengo nada más que decir, aparte de que esto es una completa y total caza de brujas de interferencia electoral (¡Campaña Biden!), que no hará nada más que mantener a las empresas fuera de Nueva York, no testificaré el lunes», escribió el expresidente.
Se espera que los abogados defensores presenten recursos de apelación. Una corte de apelación ya ha suspendido una de las sanciones dictadas por el juez Engoron a la espera de la apelación —la disolución de The Trump Organization— y el equipo legal de Trump ha iniciado un procedimiento del artículo 78 acusando al juez de comportamiento ilegal.
El presidente Trump ya había testificado en noviembre, dando respuestas largas y narrativas sobre sus propiedades y negocios cuando fue interrogado por los fiscales estatales.
El juez Engoron dijo a los abogados defensores que «controlaran» a su cliente y limitaran sus respuestas, escalando la polémica cuando dijo que «sacaría todas las inferencias negativas» si no lo hacían. El presidente Trump dijo que esperaba que todos los que estuvieran viendo pudieran ver lo «injusto» que era el juicio y acusó al fiscal general de no tener un caso.
Los acusados declaran
Varios de los coacusados ya han testificado para la defensa.
La defensa comenzó con el testimonio de Donald Trump Jr.., vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump y acusado en el caso. El hermano del Sr. Trump Jr., Eric Trump, también vicepresidente ejecutivo de la empresa familiar, tenía previsto testificar la semana pasada antes de que los abogados de la defensa anunciaran que estaban reduciendo su caso.
Allen Weisselberg, exdirector financiero de la firma, también fue llamado de nuevo al estrado para testificar sobre un proceso de revisión interna que se produjo cuando el presidente Trump asumió el cargo.
«Estábamos pasando por un proceso de limpieza en toda la compañía, asegurándonos de que, dado que el señor Trump ahora era presidente, todo se estaba haciendo correctamente», dijo el Sr. Weisselberg, según la prensa.
Los abogados defensores le preguntaron al Sr. Weisselberg: «[El presidente Trump] no lo autorizó a cometer fraude fiscal, ¿verdad?».
Él respondió: «Por supuesto que no».
El Sr. Weisselberg también detalló para el registro un esquema fiscal que él había ideado y por el cual ya había sido condenado por evasión de impuestos, señalando que no era algo ordenado por la firma.
El contralor de la Organización Trump, Jeffrey McConney, también testificó y en un momento quedó con los ojos llorosos mientras relataba sus 35 años de carrera en la empresa. Se había jubilado en febrero y testificó que se debía en gran parte a la presión de la fiscalía.
«Solo quería relajarme y dejar de ser acusado de tergiversar los activos de la empresa para la que amaba trabajar», dijo el Sr. McConney, según la información de prensa. «Me siento orgulloso de lo que hice. Creo que todo estaba justificado. Las cifras no representan plenamente el valor de estos activos».
Los expertos dicen que no se produjo ningún fraude
Varios expertos también testificaron que no se había producido fraude, lo que generó múltiples objeciones de los abogados del estado, quienes argumentaron que el juez ya había dictaminado que sí se había producido fraude y que la cuestión ya no era relevante para el juicio. El juez permitió sus testimonios, que se limitaron a su área de especialización.
En los últimos días de la defensa, algunos de los expertos llamados al estrado hicieron importantes afirmaciones.
Lawrence Moens, un corredor de multimillonarios en Palm Beach, Florida, testificó que valoraría Mar-a-Lago en más de mil millones de dólares.
Desde que el juez Engoron emitió su sentencia sumaria el 26 de septiembre, se ha informado ampliamente que el fiscal general y el juez se basaron en los números de los tasadores del condado y valoraron Mar-a-Lago en tan solo USD 18 millones, lo que sería ridículo de parte de la industria de bienes raíces.
En el estrado de los testigos, el Sr. Moens dijo que creía que la Organización Trump infravaloró a Mar-a-Lago en sus estados financieros y le dio una estimación de USD 1200 millones de dólares para 2021.
“Es algo impresionante. Es algo increíble de ver”, dijo el Sr. Moens. «Estoy en primera línea todos los días vendiendo propiedades y tengo un buen control de lo que sucede en el mercado».
Un gran tema de controversia había sido si la propiedad podría valorarse como una residencia privada, lo que varios expertos en bienes raíces han dicho que es posible hacer en lo que respecta a la valoración.
El propio Sr. Trump explicó que la servidumbre sobre la propiedad que la designa como club es algo que podría negociarse, pero que él obtuvo la mejor parte del trato al mantenerla como un club de un solo miembro, donde ese miembro también podría vivir en la propiedad.
En un posteo en las redes sociales del 10 de diciembre, el expresidente Trump afirmó que el fiscal general valoraba Mar-a-Lago entre 50 y 100 veces menos de lo que valía «para reducir ilegalmente mis valores y presentar un caso falso en mi contra».
«Los matones de la fiscal general no quieren reconocer que he pagado casi 300 millones de dólares en impuestos estatales y de la ciudad de Nueva York durante los años en cuestión», escribió el expresidente.
«Es importante destacar que gané en la división de apelaciones, que efectivamente puso fin a la mayor parte del caso, pero el juez parcial se negó a aceptar su orden».
El presidente Trump se refería al plazo de prescripción que el tribunal de apelaciones había fijado para el caso.
El último experto de la defensa, el Sr. Bartov, que es experto en fraude de informes financieros y enseña sobre el tema, dijo claramente al juez que no se podía encontrar ningún fraude y que la denuncia del fiscal general no tenía fundamento.
«Mi principal conclusión es que no hay evidencia alguna de fraude contable», dijo el Sr. Bartov.
«Los SFoC a lo largo de los años no se equivocaron materialmente».
La declaración llevó al juez a preguntar si Bartov quería decir que la «queja del fiscal general no tenía fundamento».
«Esta es absolutamente mi opinión», dijo el Sr. Bartov. «Uno lee la denuncia: la denuncia contiene numerosas acusaciones de valoraciones de los GAAP [principios de contabilidad generalmente aceptados]. No hay ninguna referencia específica a una disposición de los GAAP que haya sido violada».
El Sr. Bartov mencionó sobre las afirmaciones que «algunas de ellas realmente rayaban en lo absurdo», y señaló que tuvo que revisar «miles de disposiciones GAAP» y «no pudo encontrar ni una sola disposición GAAP que fuera violada; no pude encontrar ninguna».
«Es imposible argumentar que el Deutsche Bank o cualquier otro prestamista tomaría decisiones crediticias basándose en los SFoC».
El presidente Trump dijo que el testimonio del Sr. Bartov era «inatacable» y «ha sido tan fuerte e irrefutable en su testimonio, que concluirá el [12 de diciembre]».
Antes de eso, un exejecutivo del Deutsche Bank, banco que según la fiscal general había sufrido fraude, testificó que el banco había cortejado los negocios del presidente Trump y que el banco hizo sus propios análisis de sus activos y emitió un informe crediticio antes de aprobar un préstamo.
Con la contribución de Michael Washburn.
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