DETROIT —El 27 de septiembre, el presidente Donald Trump se dirigió a los trabajadores, entre los que se encontraban docenas de miembros anteriores y actuales del sindicato United Automobile Workers (UAW), en Detroit, Michigan.
El presidente Trump habló en Drake Enterprises, en Clinton Township, un suburbio al norte de Detroit. Su comparecencia en Michigan se produjo en medio de una huelga del sindicato UAW que ya dura 12 días. Drake Enterprises no está afiliada a la UAW.
Hablando de normas políticas, el presidente Trump se contrapuso al presidente Joe Biden, argumentando que su competidor era partidario de un «globalismo ultraizquierdista» y que sus normas acabarían con el traslado de puestos de trabajo del sector automovilístico estadounidense a China, México y otros países extranjeros.
«Yo quiero un futuro que proteja la mano de obra estadounidense, no la extranjera», dijo el presidente Trump al principio de su discurso.
Citando las huelgas en curso, el presidente Trump argumentó que la presión del presidente Biden que obliga tener vehículos eléctricos llevaría a los fabricantes estadounidenses, y a los puestos de trabajo estadounidenses, a ser expulsados del mercado.
En concreto, el presidente Trump se refirió a una norma propuesta por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) del presidente Biden que exigiría que la mayoría de los coches nuevos del mercado fueran eléctricos en un plazo de 10 años, a pesar de que Estados Unidos no cuenta actualmente con la infraestructura necesaria para un sistema de este tipo.
El presidente Trump argumentó, en cambio, que a los estadounidenses se les debe dar la opción de elegir, y que a los fabricantes de automóviles estadounidenses se les debe permitir seguir con el negocio que ellos conocen.
«Todos ustedes están en piquetes, pero no hace una condenada diferencia lo que obtienen porque en dos años, todos ustedes van a estar fuera del negocio», dijo el Sr. Trump. «El corrupto Joe se está poniendo del lado de los locos de izquierda que destruirán la fabricación de automóviles y destruirán a nuestro propio país».
El presidente Trump señaló su historial en la fabricación de automóviles durante su primer mandato, diciendo que la había «salvado».
Biden y Trump compiten por Michigan
Michigan es uno de los varios estados que empujaron al presidente Trump hacia la victoria en 2016, y será un estado crucial para las esperanzas electorales del presidente Joe Biden en 2024.
En 2016, el presidente Trump ganó el estado junto con el cercano Wisconsin, lo que le impulsó a imponerse a la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El presidente Biden fue declarado vencedor de los dos estados en 2020 en medio de una letanía de acusaciones de fraude electoral generalizado en los estados.
Ahora, ambos presidentes compiten por el apoyo de Michigan, considerado un estado decisivo en las próximas elecciones.
La visita del presidente Trump a Detroit se produjo un día después de que el presidente Biden, que se ha descrito a sí mismo como «el presidente más favorable a los sindicatos en la historia de Estados Unidos», apareciera en los titulares al unirse a los huelguistas de la UAW en uno de sus piquetes.
«Ustedes se merecen un aumento significativo», dijo el presidente Biden a los huelguistas, en un comentario indicativo de su enfoque.
El presidente Trump se burló de la afirmación de su rival de apoyar a los sindicatos como una tontería, citando el apoyo pasado del presidente Biden a los acuerdos comerciales extranjeros a los que durante mucho tiempo ha apuntado el presidente Trump.
«Joe Biden afirma ser ‘el presidente más pro-sindicatos de la historia'», dijo Trump. «Tonterías».
«Toda su carrera ha sido un acto de traición económica y destrucción sindical», acusó el presidente Trump.
«Él ha destruido sindicatos, enviando millones de empleos estadounidenses al extranjero, mientras personalmente recibía dinero de naciones extranjeras a manos llenas», añadió el Sr. Trump, en referencia a las acusaciones que están siendo exploradas en una investigación de impeachment de la Cámara, sobre que los Biden recibieron millones de fuentes extranjeras, incluida China.
El presidente Trump también expresó su apoyo a la huelga en curso, pero dijo que todo sería en vano si al presidente Biden se le permite continuar con sus políticas «globalistas» en el cargo.
«A los trabajadores en huelga, los apoyo en su objetivo de salarios justos y mayor estabilidad, y realmente espero que obtengan un trato justo para ustedes y sus familias», dijo el presidente Trump. «Pero si sus líderes sindicales no exigen que el corrupto Joe revoque inmediatamente su mandato sobre los vehículos eléctricos, entonces no importa qué salario por hora reciban. Simplemente, no hace la menor diferencia, porque en dos o tres años, ustedes no tendrán un solo trabajo en este estado».
«Ustedes han visto esto antes, han visto lo que sucedió cuando porcentajes masivos de su industria se fueron a otros países como México, China, Corea del Sur, como Japón», agregó el Sr. Trump.
«En otras palabras, sus negociaciones actuales no significan tanto como se cree. Yo quiero decir, los observo con los piquetes, pero no creo que estén haciendo piquetes por lo correcto».
Nikola Gjonaj, miembro del UAW y huelguista de las instalaciones de Stellantis Mopar, cree que el presidente Trump tiene razón sobre los vehículos eléctricos, a pesar de no ser fanático del expresidente.
“Trump tuvo razón en una cosa. Todos los coches podrían fabricarse en China y no queremos que los empleos se vayan de aquí”, dijo el Sr. Gjonaj a Joshua Philipp, presentador del programa Crossroads de The Epoch Times.
“Si todo se convierte en vehículos eléctricos, el 30% de estas personas se habrán ido”, dijo Gjonaj, refiriéndose a los trabajadores del sector automotriz que podrían perder sus empleos debido al impulso de los vehículos eléctricos por parte del presidente Biden.
El presidente del UAW rechaza reunirse con Trump
Parece poco probable que el liderazgo del sindicato United Automobile Workers (UAW), por su parte, se una a la suerte del presidente Trump.
En una entrevista del 27 de septiembre con CNN, se le preguntó al presidente de la UAW, Shawn Fain, si consideraría reunirse con el presidente Trump durante su visita a Detroit.
El Sr. Fain respondió que no veía «ningún sentido» en hacerlo.
«Yo no creo que a este hombre le importe en absoluto lo que representan nuestros trabajadores, lo que representa la clase trabajadora», dijo el Sr. Fain. «Él sirve a una clase multimillonaria y eso es lo que está mal con este país».
El martes, el Sr. Fain estuvo junto al presidente Biden mientras se dirigía ante los trabajadores que protestaban frente a una instalación de General Motors en Belleville, Michigan.
El presidente Trump ha argumentado que el impulso del presidente Biden para hacer crecer el mercado de vehículos eléctricos a expensas del mercado de vehículos a gasolina perjudicará en última instancia a los trabajadores automotrices estadounidenses.
Citando esto, el presidente Trump argumentó que la UAW debería respaldarlo, un llamado que recibió aplausos de los miembros de la audiencia.
En un anuncio publicado el mismo día, la campaña del presidente Biden respondió, sosteniendo que el presidente Trump permitió el cierre de plantas en Michigan durante sus cuatro años en el cargo.
“Trump hizo promesas. Él las cumplió”, dijo a The Epoch Times Mark Morton, presidente del Partido Republicano en el condado de Macomb en Michigan.
El presidente Trump utilizó los aranceles como estrategia para proteger los intereses de las empresas y los trabajadores estadounidenses, contrarrestando las afirmaciones de que no le importan los trabajadores manuales, añadió el Sr. Morton.
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