El expresidente Donald Trump advirtió a los estadounidenses que se preparen para algo «mucho peor que una recesión» y culpó a la mala gestión económica de la administración Biden por el aumento de la inflación a la vez que denunció los aumentos de impuestos del último proyecto de ley del gasto demócrata.
Trump hizo estas declaraciones en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) celebrada el sábado en Dallas, en la que el expresidente dio la voz de alarma sobre el estado de la Unión.
«Nuestro país está siendo fusilado. Está siendo destruido», dijo Trump a los asistentes, a la vez que pregonó sobre el historial de su administración en materia de economía y seguridad nacional.
Trump habló de la «creación de la frontera más segura de la historia de Estados Unidos, recortes récord de impuestos y regulaciones, gasolina a 1.87 dólares, sin inflación, bajos tipos de interés, crecimiento récord de los salarios reales, crecimiento récord de nuestra economía».
Inflación disparada, recesión
Durante el mandato de Trump, el valor más alto del índice de precios al consumidor (IPC) fue del 2.9 por ciento en julio de 2018, mientras que en su último mes de mandato, enero de 2021, la inflación fue del 1.4 por ciento.
Bajo el mandato de Biden, la inflación aumentó de forma constante, disparándose un 9.1 por ciento interanual en junio de 2022, una cifra que no se había visto en más de 40 años.
En su discurso, Trump estableció un contraste con la economía bajo el mandato de Joe Biden, culpando al presidente de la mayor inflación en décadas que, según Trump, está costando a las familias estadounidenses hasta 7000 dólares al año.
«Después de la pandemia, entregamos a los demócratas radicales la recuperación económica más rápida jamás registrada, la historia de nuestro país, jamás registrada», dijo Trump a continuación. «Ellos convirtieron eso en dos trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo, también conocido, a pesar de sus protestas en contra, como recesión».
Dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB son una definición común de una recesión, aunque las recesiones en Estados Unidos son declaradas oficialmente por un comité de economistas de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) utilizando una definición más amplia que la regla de los dos trimestres.
A pesar de que varios economistas sostienen que Estados Unidos está actualmente en recesión basándose en la regla de los dos trimestres consecutivos, el gobierno de Biden insiste en que la economía no está en recesión, citando la consideración del NBER de una gama más amplia de indicadores.
Un argumento clave contra la recesión esgrimido por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y otros miembros de la administración Biden, es que el mercado laboral estadounidense sigue siendo sólido, con un desempleo del 3.5 por ciento y, con 10.7 millones de puestos de trabajo vacantes, muy por encima de los aproximadamente 6 millones de personas clasificadas como desempleadas.
Peor que la recesión
En su discurso del CPAC, Trump lanzó entonces una ominosa advertencia de que, si no se corrige el rumbo, la recesión podría convertirse en algo aún peor.
«Solo espero que la recesión no se convierta en una depresión, porque por la forma en que están haciendo las cosas, podría ser mucho peor que una recesión», dijo Trump, haciéndose eco de comentarios similares que hizo en un mitin en Arizona a finales de julio, donde advirtió que «vamos a tener un problema grave» a menos que se produzca un cambio político.
«Nosotros tenemos que poner esto en orden, tenemos que poner este país en marcha, o vamos a tener un serio problema», declaró Trump en un mitin en Arizona, advirtiendo que «vamos a tener un problema mucho mayor que la recesión. Tendremos una depresión».
Durante su comparecencia en la CPAC, Trump hizo un llamado a actuar con urgencia en las urnas en las próximas elecciones de mitad de mandato.
«El futuro de nuestro país está en juego. No tenemos tiempo para esperar años y años. No nos quedará un país. Lo que decía sobre Venezuela es cierto. Tenemos que salvar la economía, derrotar el aumento de impuestos de Biden, Pelosi y Schumer, lo que está ocurriendo ahora mismo, esta noche», indicó Trumpa continuación, refiriéndose a la llamada «Ley de Reducción de la Inflación» que fue aprobada por el Senado poco después de su discurso.
Los senadores aprobaron el 7 de agosto dicho proyecto de ley estimado en USD 740,000 millones, con 51-50 votos y el paquete de medidas legislativas pasará a la Cámara de Representantes para su consideración.
Durante las deliberaciones, los demócratas del Senado rechazaron una enmienda presentada por el senador Mike Crapo (R-Idaho) que pretendía prohibir que parte de USD 80,000 millones destinados al Servicio de Impuestos Internos (IRS) se utilizaran para atacar a los estadounidenses que ganan menos de 400,000 dólares al año.
Mis colegas afirman que este aumento masivo de la financiación permitirá al IRS perseguir a los millonarios, multimillonarios y a los llamados «tramposos fiscales» ricos, pero la realidad es que una parte significativa de la recaudación de su financiación del IRS provendría de los contribuyentes con ingresos inferiores a 400,000 dólares», dijo Crapo en una declaración.
La enmienda de Crapo fue rechazada en una votación partidista. El proyecto de ley demócrata incluye un lenguaje más relajado con una declaración no vinculante en lo que es su intención de no exprimir más ingresos de la clase media de Estados Unidos.
Aumento de impuestos
Según un análisis de Americans for Tax Reform (ATR), un grupo de defensa estadounidense, el proyecto de ley de gastos incluye una serie de aumentos de impuestos a los hogares y empresas estadounidenses.
Esto incluye un impuesto sobre el gas natural de 6500 millones de dólares que, según ATR, aumentaría las facturas de energía de los hogares, un impuesto sobre el petróleo crudo de 12,000 millones de dólares que acabará repercutiendo en los conductores en forma de precios más altos de la gasolina y un aumento del impuesto sobre la renta de 52,000 millones de dólares para las empresas medianas y del tipo familiares.
En un análisis separado, la ATR dijo que los cambios del proyecto de ley demócrata en el impuesto sobre el libro amenazan a las pequeñas empresas.
Profundizando en este tema, el economista y escritor Antonio Graceffo dijo en un artículo de opinión para The Epoch Times que la llamada «Ley de Reducción de la Inflación» haría subir los precios para los hogares estadounidenses.
«Casi la mitad de estos nuevos impuestos serán pagados por los fabricantes, lo que desincentivará la producción. La disminución de la producción industrial elevará el costo de los productos y reducirá la variedad y la cantidad de productos disponibles en las tiendas», escribió Graceffo.
«Más allá del sector manufacturero, la ley aumenta los impuestos a las empresas en general, lo que, combinado con unos tipos de interés más altos, reducirá las nuevas inversiones y dificultará la creación de empleo. En última instancia, estos mayores costos se trasladarán a los clientes», añadió.
Tenemos que ganar
Durante su discurso en el CPAC, Trump reveló lo que se considera clave para reconducir el país y su economía.
«Tenemos que conseguir una victoria que haga temblar la tierra en 2022. Tenemos que hacerlo, llegando a noviembre», dijo Trump.
«Estas elecciones tienen que ser un referéndum nacional sobre las horrendas catástrofes que los demócratas radicales han infligido a nuestro país», agregó el expresidente.
«El partido republicano tiene que hacer campaña con una promesa clara de que, si se les da el poder, van a luchar con todo lo que tienen para cerrar la frontera, detener la ola de criminalidad, vencer la inflación y hacer que la administración Biden rinda cuentas. Ellos tienen que hacer que rinda cuentas. Es la tarea número uno para el próximo Congreso», dijo Trump.
Las elecciones nacionales de mitad de período se celebran el 8 de noviembre, con 34 escaños del Senado y los 435 de la Cámara de Representantes en juego.
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