El expresidente Donald Trump afirmó que su administración no era «propiedad» de la China comunista, a diferencia de muchos de sus predecesores.
«Eran nuestros dueños. Hasta que yo llegué, eran dueños de todos los presidentes, incluidos los presidentes que me agradan», dijo Trump sobre China en una entrevista con Brett Baier, de Fox News, emitida el 19 de junio.
El expresidente se refirió a su historial de imponer aranceles a productos chinos por valor de cientos de miles de millones y de hacer que China firmara un acuerdo comercial en enero de 2020. Si es elegido presidente en 2024, Trump dijo que mantendría los aranceles a China.
«Mantendría los aranceles a China», dijo Trump. «Absolutamente. Es una cosa de poder tremenda».
A diferencia de sus predecesores, que siguieron una política de compromiso con China, Trump decidió enfrentarse frontalmente al Partido Comunista Chino (PCCh), contraatacando sus comportamientos malignos y hostiles.
Trump comenzó a atacar a China con aranceles después de que una investigación del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) descubriera en 2018 que el régimen comunista incurría en prácticas ilegales, como subvenciones excesivas del gobierno y robo de propiedad intelectual. Beijing tomó represalias imponiendo aranceles a productos estadounidenses antes de que ambas partes firmaran un acuerdo comercial en enero de 2020.
Bajo la Administración Trump, el Departamento de Justicia puso en marcha el programa «Iniciativa China», que dio lugar a un aumento de las acciones judiciales contra el robo de secretos comerciales sancionado por el Estado chino. Desde entonces, la Administración Biden ha puesto fin al programa, aunque un congresista republicano ha presentado una ley para reactivar la iniciativa.
La Administración Trump también frustró las ambiciones chinas de 5G, ya que Estados Unidos y muchos otros países decidieron no utilizar equipos fabricados por la empresa de telecomunicaciones china Huawei por motivos de seguridad. Mientras tanto, los problemas de seguridad y privacidad en torno a aplicaciones chinas, como TikTok y WeChat, empezaron a ser noticia en Estados Unidos cuando Trump era presidente.
El Departamento de Estado de Trump fue el primero en sancionar a un funcionario chino por su implicación en «graves violaciones de los derechos humanos» contra practicantes de Falun Gong en China, y calificó de «genocidio» la represión del régimen comunista contra los uigures. La Administración Biden se ha mostrado de acuerdo con la designación y ha sancionado a un segundo funcionario chino por perseguir a Falun Gong.
Taiwán
Durante su entrevista en la Fox, Trump se negó a revelar si apoyaría la independencia de Taiwán. La cuestión está ahora bajo escrutinio después de que el secretario de Estado, Anthony Blinken, dijera que Estados Unidos no «apoya la independencia de Taiwán» en una conferencia de prensa tras reunirse con el dirigente chino Xi Jinping en China el 19 de junio.
«Seguimos oponiéndonos a cualquier cambio unilateral del statu quo por cualquiera de las partes. Seguimos esperando la resolución pacífica de las diferencias a ambos lados del estrecho», declaró Blinken. «Seguimos comprometidos a cumplir nuestras responsabilidades en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán, incluida la de asegurarnos de que Taiwán tiene capacidad para defenderse».
Baier preguntó a Trump: «¿Debería Taiwán ser independiente?».
Trump respondió: «Si te doy una respuesta, me perjudicará en las negociaciones, suponiendo que gane».
Más tarde, Baier preguntó: «Si China invadiera Taiwán, ¿irías a la guerra para defenderlo?».
Trump respondió: «No quiero decirlo porque eso me perjudica en las negociaciones con respecto al presidente Xi».
China considera Taiwán parte de su territorio y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para anexionarse la isla. Internacionalmente, Taiwán está ampliamente reconocido como un Estado independiente de facto, con su propio ejército, constitución y funcionarios de gobierno elegidos democráticamente.
Washington y Taipéi no son aliados formales, y Estados Unidos ha mantenido una política de «ambigüedad estratégica», lo que significa que Estados Unidos es deliberadamente vago sobre si acudiría en defensa de Taiwán.
El comentario de Blinken sobre Taiwán ha suscitado las críticas de algunos legisladores republicanos.
«La Administración Biden está dando luz verde a China para que aumente su intimidación contra nuestro aliado, Taiwán», escribió en Twitter el representante Ben Cline (R-Va.). «Es una peligrosa muestra de debilidad ante nuestros adversarios en la escena mundial».
La representante Lisa Mcclain (R-Mich.) escribió en un tuit que Blinken «no podría estar más equivocado», antes de añadir: «Debemos estar siempre al lado de Taiwán, especialmente cuando se enfrenta a una flagrante agresión del #PCCh».
«Noticia de última hora: #Taiwán ya es independiente. El hecho de que @SecBlinken elija negar esa realidad obvia no la hace menos cierta», escribió el representante Tom Tiffany (R-Wis.) a través de Twitter.
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