El expresidente Donald Trump insinuó el lunes un doble estándar ya que, a diferencia del incidente del 6 de enero, la violencia de los manifestantes en la Casa Blanca el sábado tuvo poca atención de los medios hegemónicos y no hubo arrestos, con el expresidente pidiendo la liberación de los detenidos del 6 de enero, a quienes llamó «rehenes».
El 13 de enero, una protesta propalestina en Washington se volvió incontrolable cuando los activistas traspasaron una puerta exterior de la Casa Blanca y se enfrentaron a la policía antidisturbios. Los disturbios provocaron la evacuación de algunos miembros del personal de la Casa Blanca, mientras la gente lanzaba botellas y otros objetos.
La jefa del Departamento de Policía Metropolitana, Pamela A. Smith, que supervisa la policía en el Distrito de Columbia, dijo en un comunicado que, aunque gran parte de la manifestación «siguió siendo pacífica, hubo casos de comportamiento ilegal y destructivo», incluidos objetos lanzados contra los oficiales.
Si bien el jefe Smith dijo que se iniciarían investigaciones para «hacer que los responsables rindan cuentas por sus acciones», hasta ahora no se han realizado arrestos y el incidente ha recibido relativamente poca atención de los medios de comunicación hegemónicos.
El presidente Trump acudió a las redes sociales el lunes para aludir a un doble estándar, dado que los medios de comunicación hegemónicos han calificado la irrupción en el Capitolio del 6 de enero de 2021 de «insurrección» y han sometido el incidente a un intenso escrutinio y a una amplia cobertura.
«Es tan interesante ver a los manifestantes anti-Israel protestando violentamente en la Casa Blanca, a punto de derribar las vallas que protegen al presidente, y NADA se menciona al respecto en los medios de comunicación de la corriente débil, que no es más que una filial del Partido Demócrata», dijo el presidente Trump en un posteo en Truth Social. «No hay arrestos, no hay nada. Liberen a los rehenes del 6E, YA».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Policía Metropolitana para solicitar información sobre el estado de las investigaciones sobre los participantes que se comportaron violentamente durante la protesta del 13 de enero, pero no ha recibido respuesta al cierre de esta edición.
Protesta pro-Palestina
Miles de manifestantes convergieron frente a la Casa Blanca el 13 de enero para pedir el fin de la acción militar israelí en Gaza, dirigida contra el grupo extremista islámico Hamás, respaldado por Irán y designado organización terrorista por Estados Unidos y otros países.
Desde los atentados del 7 de octubre contra comunidades fronterizas israelíes perpetrados por Hamás, en los que murieron cientos de civiles israelíes y árabes, Israel ha emprendido una campaña militar en Gaza para eliminar a Hamás.
Se calcula que la acción israelí, que incluye una campaña de bombardeos masivos, ha matado a miles de palestinos en Gaza, entre ellos muchos civiles.
Cuando la guerra entre Israel y Hamás se acercaba a su centésimo día, miles de personas participaron en una manifestación convocada bajo el lema «Marcha en Washington por Gaza» para pedir un alto el fuego.
Aunque gran parte de la protesta transcurrió de forma pacífica, el sábado por la noche estalló la violencia. La gente se abalanzó contra una verja reforzada instalada como medida de seguridad adicional frente a la puerta principal de la Casa Blanca, haciéndola temblar, mientras otros intentaban escalarla.
Las imágenes del incidente mostraban objetos, como botellas, lanzados por encima de la valla en dirección a la policía.
«Aunque la mayor parte de la manifestación de hoy fue pacífica, se produjeron casos de comportamiento ilegal y destructivo en el parque Lafayette, incluido el lanzamiento de objetos contra nuestros oficiales», declaró el jefe Smith en un comunicado.
El incidente provocó una evacuación parcial del personal de la Casa Blanca.
La Casa Blanca no informó de daños en el edificio principal ni en los adyacentes, y el personal del Servicio Secreto no efectuó detenciones, reportó Fox News.
El jefe Smith dijo que no se toleraría ningún tipo de comportamiento al margen de la ley durante las protestas.
«El derecho a protestar pacíficamente es una de las piedras angulares de nuestra democracia, y el Departamento de Policía Metropolitana apoya desde hace tiempo a quienes visitan nuestra ciudad para manifestarse de forma segura», dijo en el comunicado. «Sin embargo, la violencia, el comportamiento destructivo y las actividades delictivas no se toleran».
La protesta se produjo una semana después del tercer aniversario del incidente del 6 de enero de 2021 en el Capitolio.
«Todos los autores del 6 de enero» están en el punto de mira
En vísperas del tercer aniversario de la irrupción en el Capitolio, el principal fiscal del país dejó claro que el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés), bajo la presidencia de Joe Biden, no tiene intención de dejar en paz a los participantes en el 6 de enero, incluidos aquellos que ni siquiera estaban allí ese día.
«Hemos iniciado acciones judiciales y hemos logrado condenas por una amplia gama de conductas delictivas cometidas el 6 de enero, así como en los días y semanas anteriores al atentado», declaró el fiscal general Merrick Garland en un discurso pronunciado el 5 de enero.
Hasta la fecha, los fiscales han logrado más de 890 condenas en relación con el incidente del 6 de enero, y Garland ha prometido seguir adelante para extender ampliamente la redada del Departamento de Justicia.
«Nuestro trabajo continúa», dijo. «Como he dicho antes, el Departamento de Justicia hará que todos los autores del 6 de enero, a cualquier nivel, rindan cuentas ante la ley, tanto si estuvieron presentes ese día como si fueron penalmente responsables del asalto a nuestra democracia».
«Seguiremos los hechos y la ley hasta donde nos lleven».
El presidente Biden celebró el encarcelamiento de los acusados del 6 de enero en un discurso con motivo del tercer aniversario de la irrupción en el Capitolio.
Por el contrario, el presidente Trump congregó a sus seguidores en Iowa en vísperas del aniversario del 6 de enero.
«Los rehenes del 6E, yo los llamo […] Nadie ha sido tratado nunca en la historia tan mal como esa gente», dijo el presidente Trump en un mitin en Iowa el 5 de enero, donde prometió indultar a una «gran parte» de los acusados encarcelados el 6 de enero.
El expresidente ha dicho en varias ocasiones que cree que algunos detenidos del 6 de enero están siendo maltratados por el gobierno de Biden y se ha comprometido a emitir indultos para muchos de ellos.
«Discreción del fiscal»
Casi dos tercios de los más de 890 participantes condenados el 6 de enero han recibido algún tiempo en prisión.
La pena de prisión más larga —22 años— fue impuesta a Enrique Tarrio, expresidente nacional de los Proud Boys, condenado por conspiración sediciosa por supuestamente conspirar con otros para impedir por la fuerza el traspaso de poderes entre el entonces presidente Trump y el entonces presidente electo Joe Biden.
Decenas de detenidos el 6 de enero siguen languideciendo en la cárcel a la espera de juicio tres años después del incidente del Capitolio.
Matt Graves, el fiscal federal del Distrito de Columbia que dirige los procesos en curso por el 6 de enero junto al abogado especial Jack Smith, dijo en las últimas semanas que el Departamento de Justicia había centrado hasta ahora sus esfuerzos de acusación sobre todo en quienes entraron en el Capitolio o participaron en actos violentos en el edificio y sus alrededores.
«Hemos utilizado nuestra discreción procesal para centrarnos principalmente en aquellos que entraron en el edificio o en aquellos que participaron en conductas violentas o corruptas en los terrenos del Capitolio», dijo el Sr. Graves.
«Pero si una persona entró a sabiendas en una zona restringida sin autorización, ya ha cometido un delito federal», continuó.
«No se equivoquen, miles de personas ocuparon una zona en la que no estaban autorizadas a estar presentes», añadió.
A la luz de las declaraciones del Sr. Garland de que el Departamento de Justicia seguiría teniendo en la mira «todos los autores del 6 de enero», estuvieran o no en el Capitolio ese día, las declaraciones del Sr. Graves refuerzan la opinión de que los fiscales tienen la intención de ampliar su red de arrastre a personas que nunca entraron en el edificio.
Mientras que la Administración Biden parece decidida a ampliar su caza de sospechosos del 6 de enero, un ex fiscal general dijo que cree que las cosas ya han ido demasiado lejos.
Bill Barr, quien se desempeñó como fiscal general bajo la presidencia de Trump, dijo a Fox News en una entrevista reciente que cree que algunas personas involucradas en el incidente del 6 de enero —como los que atacaron a la policía e irrumpieron en el edificio del Capitolio— merecen ser castigadas.
Sin embargo, el Sr. Barr dijo que cree que el DOJ ya ha extendido demasiado su red de enjuiciamiento del 6 de enero.
«Había personas que deberían haber sido procesadas», dijo Barr. «Pero creo que la red se ha extendido demasiado».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
