El presidente Donald Trump dijo el viernes que no valía la pena el esfuerzo de convencer a la senadora Susan Collins (R-Maine) para que votara para confirmar a su nominada para la Corte Suprema.
Collins, de 67 años, es la única senadora republicana que se comprometió a no apoyar a la jueza Amy Coney Barrett, nominada por Trump para la Corte Suprema de la nación.
Collins dijo a los periodistas el mes pasado que su oposición no se debe a la animosidad hacia la nominada —que no se conocía en ese momento— sino a las circunstancias, citando las elecciones del 3 de noviembre que se acercan rápidamente.
«No es un comentario sobre ella», añadió Collins a WGME-TV esta semana. «Es un comentario sobre el proceso de apresurarse a través de una nominación en tan poco tiempo antes de una elección presidencial».
Trump usó Twitter para decir que se había enterado de «un desagradable rumor» de que Collins «no apoyará a nuestra gran nominada a la Corte Suprema de Estados Unidos».
«Bueno, no apoyó la cobertura médica o mi apertura de 5000 millas cuadradas del océano en Maine, así que, ¿por qué debería ser esto diferente? ¡No vale la pena el esfuerzo!» añadió.
Una portavoz de Collins no devolvió la solicitud de comentarios.
Collins, considerada una de las senadoras más moderadas en el cargo, regularmente ha votado en contra de Trump.
Collins se enfrenta a una ajustada carrera de reelección contra Sara Gideon, presidenta de la Cámara de Representantes de Maine. Ella y Trump, que se presenta a un segundo mandato, han declinado apoyarse mutuamente.
Collins fue esencialmente el voto decisivo para el anterior nominado de Trump a la Corte Suprema. En 2018, tomó la palabra en el Senado para anunciar que votaría por el juez Brett Kavanaugh después de un proceso que describió como «un circo disfuncional».
Kavanaugh fue acusado por varias mujeres de agresión sexual, pero varias de ellas se retractaron posteriormente y las demás cambiaron sus historias o hicieron que los testigos disputaran sus relatos.
Kavanaugh fue aprobado 50-48.
Una votación por mayoría simple en el Senado aprueba a los nominados judiciales.
Los republicanos extendieron su control de la cámara alta del congreso en las elecciones intermedias por dos escaños.
La ligeramente más cómoda mayoría de 53-47 significa que tres republicanos pueden votar en contra de Barrett o abstenerse y su confirmación seguirá adelante.
Ningún demócrata ha dicho que votará por la nominada y muchos han dicho que no lo harán, incluyendo al senador Joe Manchin (D-W.Va.), el único demócrata que votó por Kavanaugh.
El senador Mitt Romney (R-Utah), un frecuente crítico de Trump que consideró la posibilidad de desertar en la próxima votación, anunció el jueves por la noche que votaría por la nominación de Barrett.
«Es impresionante y sus distinguidas credenciales legales y académicas dejan claro que está excepcionalmente bien calificada para servir como nuestra próxima jueza de la Corte Suprema. Confío en que ella aplicará fielmente la ley y nuestra Constitución, imparcialmente y sin importar las preferencias políticas», dijo en una declaración.
La senadora Lisa Murkowski (R-Alaska), que se unió a Collins en su crítica de considerar a la nominada de Trump tan cerca de una elección, dijo que podría votar por Barrett.
La votación del Comité Judicial del Senado sobre la nominación de Barrett está programada para el 22 de octubre. Se espera que la votación del Senado tenga lugar antes del 3 de noviembre.
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