El presidente electo Donald Trump nominó a Paul Atkins para presidir la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por su sigla en inglés), y se espera que el excomisionado de la SEC y veterano de las finanzas adopte una postura amigable con las criptomonedas e impulse menos regulaciones bajo la administración Trump.
Trump hizo el anuncio en un posteo del 4 de diciembre en Truth Social, en el que destacó la defensa de Atkins de menores cargas regulatorias y una mayor innovación financiera.
«Paul es un líder probado a favor de regulaciones de sentido común», escribió Trump. «Cree en la promesa de unos mercados de capitales sólidos e innovadores que respondan a las necesidades de los inversores y que proporcionen capital para hacer de nuestra economía la mejor del mundo. También reconoce que los activos digitales y otras innovaciones son cruciales para hacer que Estados Unidos sea más grande que nunca».
Atkins sustituirá al presidente saliente de la SEC, Gary Gensler, que anunció recientemente su intención de dimitir el 20 de enero de 2025. Gensler, un acérrimo crítico del sector de los activos digitales, dirigió la SEC a través de una sólida agenda de reglamentación y aplicación de la ley.
La decisión de Trump de contratar a Atkins, que ha cuestionado las medidas enérgicas de la SEC contra las criptomonedas, indica que es probable que la agencia sea mucho más amistosa con el sector de los activos digitales. En una aparición en un podcast el año pasado, Atkins dijo que una mayor aceptación de la SEC y un compromiso directo con dichas empresas podrían alentar una mayor actividad dentro de Estados Unidos.
Atkins también se ha mostrado crítico con la normativa Dodd-Frank surgida a raíz de la crisis financiera de 2008, citando ineficiencias, extralimitaciones y falta de transparencia.
«A pesar de una oportunidad única en la vida para racionalizar nuestra colcha loca de reguladores de servicios financieros, los autores de Dodd-Frank lo arruinaron», dijo en una conferencia de cumplimiento de la Investment Adviser Association en 2015. «Crearon, dependiendo de cómo se cuente, al menos 15 nuevas oficinas y agencias, eliminando solo una, la desventurada Oficina de Supervisión de Ahorros, que no tenía a nadie más para regular, de todos modos».
Atkins fue comisionado de la SEC bajo la presidencia de George W. Bush, donde defendió la transparencia y la coherencia regulatoria. Tras abandonar la SEC en 2009, Atkins fundó Patomak Global Partners, una empresa de consultoría, en la que sigue ejerciendo de director ejecutivo.
Como comisionado de la SEC, Atkins se opuso a las elevadas sanciones corporativas, haciendo hincapié en su perjuicio para los accionistas, y abogó por una normativa equilibrada que proteja a los inversores sin ahogar la eficiencia del mercado.
Desde 2017, es copresidente de la Token Alliance de la Cámara Digital, centrada en el sector de los activos digitales.
Atkins trabajó en la primera administración Trump como miembro del Foro Estratégico y Político del presidente, un grupo asesor de altos directivos y líderes empresariales centrado en la creación de empleo y el crecimiento económico.
Alineado con la opinión de Atkins de que la Ley Dodd-Frank era excesivamente onerosa, Trump expresó críticas al paquete durante una de las reuniones del foro en 2017, calificando la Ley Dodd-Frank de «horrenda» y prometiendo revisarla.
«Pueden echar un vistazo a Dodd-Frank», dijo Trump a los participantes: «Para los banqueros en la sala, estarán muy contentos, porque realmente estamos haciendo una gran racionalización y, tal vez, eliminación, y reemplazándola por otra cosa. Pero eso será lo mínimo».
«Pero estamos haciendo una eliminación importante de las horrendas regulaciones de Dodd-Frank, manteniendo algunas, obviamente, pero deshaciéndonos de muchas».
En mayo de 2018, Trump firmó un proyecto de ley bipartidista que enmienda Dodd-Frank, elevando el umbral de activos para los bancos sujetos a un mayor escrutinio regulatorio de 50 mil millones de dólares a 250 mil millones de dólares, aliviando las regulaciones para muchos bancos pequeños y regionales.
El proyecto de ley también proporcionó exenciones de la Regla Volcker, que limita la negociación especulativa, para instituciones con menos de 10 mil millones de dólares en activos.
En general, los cambios pretendían apoyar a los bancos comunitarios y fomentar el crecimiento económico aligerando los costos de cumplimiento y las restricciones para las instituciones financieras más pequeñas, al tiempo que se mantenía la supervisión de los bancos más grandes y complejos.
«Dodd-Frank era algo que decían que no se podía tocar. Y honestamente, muchos grandes demócratas sabían que había que hacerlo y se unieron a nosotros en el esfuerzo», dijo Trump antes de firmar la ley, rodeado de legisladores de los dos principales partidos.
«Y hay algo tan bonito en el bipartidismo, y vamos a tener que intentarlo más. Vamos a hacer más de eso».
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