El presidente electo Donald Trump anunció el 4 de diciembre que seleccionó a Peter Navarro como consejero principal para comercio y fabricación.
Durante el primer mandato de Trump, Navarro, firme defensor de los aranceles, fue director del Consejo Nacional de Comercio y director de la Oficina de Política Comercial y Manufacturera.
Trump dijo que el nuevo papel «aprovecha la amplia experiencia de Peter en la Casa Blanca, al tiempo que aprovecha sus amplias habilidades analíticas políticas y mediáticas».
La «misión de Navarro será ayudar a avanzar y comunicar con éxito las agendas de fabricación, aranceles y comercio de Trump», dijo el presidente electo.
Navarro salió de prisión el 17 de julio tras cumplir una condena de cuatro meses por negarse a comparecer ante el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga la irrupción al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021.
Los aranceles fueron un elemento integral de la política económica de la campaña electoral de Trump para 2024. Desde su victoria el mes pasado, Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas, aplicar gravámenes del 10% a los productos chinos y aplicar un arancel del 100% a los países que realicen actividades antidólar.
Como uno de los principales asesores económicos y comerciales de la Casa Blanca en la primera administración de Trump, Navarro fue una voz destacada en la promulgación de aranceles a los socios comerciales de Estados Unidos, en particular China.
Navarro dijo que las imposiciones ayudarían a nivelar el campo de juego y rectificar lo que consideraba desequilibrios injustos en el comercio internacional.
«El presidente Trump ha dejado claro que es un libre comerciante. Ha dejado muy claro que para esta administración, el libre comercio significa es libre, justo, recíproco y equilibrado», dijo Navarro en comentarios preparados en un evento del Instituto Hudson en junio de 2018 en el que se esbozó la política de Trump con respecto a la relación comercial entre Estados Unidos y China.
En 2019, también defendió la amenaza de Trump de imponer aranceles a México en respuesta a las «exportaciones» mexicanas de «extranjeros ilegales».
«Esto es estrictamente sobre seguridad nacional y amenazas a nuestra economía por la inmigración ilegal de una empresa criminal», dijo Navarro a “Squawk on the Street” de CNBC.
A pesar de las diversas críticas de que los aranceles de Trump encenderían las presiones inflacionarias y pesarían sobre las perspectivas de crecimiento económico, Navarro defendió su agenda comercial como «una de las aplicaciones más exitosas de una política comercial de defensa en la historia de Estados Unidos».
Al aparecer en un evento de la Universidad de Harvard en abril de 2019, Navarro declaró que «Ricardo ha muerto.» Esto fue en referencia al economista del siglo XIX David Ricardo, quien pregonó que el comercio internacional siempre es beneficioso y que las naciones pueden prosperar con la teoría de la «ventaja comparativa».
Sin embargo, según Navarro, las filosofías económicas del siglo XIX tienen poca relevancia en los mercados globales modernos llenos de «espionaje industrial, trampas desenfrenadas, robo de propiedad intelectual, transferencia forzosa de tecnología, capitalismo de Estado y desajustes monetarios».
Navarro se ha mostrado reacio a respaldar acuerdos comerciales apoyados por quienes llamó «élites globalistas» de Wall Street.
«Si Wall Street está involucrado y continúa insinuándose en estas negociaciones, habrá un hedor alrededor de cualquier acuerdo que se consuma porque tendrá el imprimatur de Goldman Sachs y Wall Street», dijo Navarro en un discurso en 2019 en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Navarro no será el único funcionario pro-arancelario en la administración entrante.
Trump se ha rodeado de defensores acérrimos de su agenda comercial.
Scott Bessent, un financiero de Wall Street elegido para dirigir el Departamento del Tesoro, se ha manifestado a favor de imponer gravámenes a los socios comerciales de Estados Unidos.
Bessent ha hablado favorablemente de los aranceles, describiendo la medida como una herramienta de negociación para lograr los objetivos de política exterior del presidente electo.
«Tanto si se trata de conseguir que los aliados gasten más en su propia defensa, como de abrir mercados extranjeros a las exportaciones estadounidenses, asegurar la cooperación para acabar con la inmigración ilegal e interceptar el tráfico de fentanilo, o disuadir de una agresión militar, los aranceles pueden desempeñar un papel central», escribió Bessent en un reciente artículo de opinión en Fox News.
En una entrevista con el programa «Squawk Box» de CNBC, Bessent también dijo que los aranceles deberían «introducirse gradualmente» para evitar presiones inflacionistas inmediatas y permitir que las medidas desinflacionistas compensen el aumento de los precios.
Trump eligió al multimillonario Howard Lutnick como secretario de Comercio.
Lutnick, consejero delegado de la firma de inversiones Cantor Fitzgerald, también ha respaldado los aranceles, calificándolos de «moneda de cambio» para negociar mejores pactos comerciales que puedan reducir drásticamente los gravámenes.
«Creo que los aranceles tienen sentido», dijo Lutnick a «Money Movers» de CNBC en septiembre. «Deberíamos comparar lo que la gente nos grava con aranceles y ponerles exactamente los mismos aranceles e igualarlos».
El presidente electo completó recientemente su equipo económico con Kevin Hassett como director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca y el abogado especializado en comercio internacional Jamieson Greer como representante comercial de Estados Unidos.
Hassett era el anterior director del Consejo de Asesores Económicos, cargo que Trump aún no ha anunciado.
Según Trump, Greer fue fundamental en su primer mandato para sustituir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que tenía décadas de antigüedad, por el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá y aplicar aranceles a China.
Greer fue jefe de gabinete de Robert Lighthizer, ex representante comercial de Trump.
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