El juez de la Corte Suprema de Nueva York, Juan Merchan, concedió el 10 de enero al presidente electo Donald Trump la libertad incondicional en su sentencia en el caso de los registros comerciales de la ciudad.
Es una sentencia en gran medida simbólica que significa que Trump no se enfrenta a ninguna pena más allá de tener una condena inscrita en su expediente judicial. Merchan se negó a imponer penas de prisión o multas. En cambio, reprendió a Trump por su conducta.
«Son las protecciones legales otorgadas a la oficina del presidente de Estados Unidos las que son extraordinarias, no el ocupante», dijo Merchan mientras Trump escuchaba durante una comparecencia virtual.
El fiscal Joshua Steinglass describió la conducta de Trump a lo largo del caso como un «ataque directo al propio Estado de derecho». También reprendió a Trump, sugiriendo que el presidente electo ha hecho amenazas de represalias contra aquellos que lo agraviaron en asuntos legales.
Cuando el Estado dijo que Trump trató de influir en las elecciones por medios ilícitos, Trump negó con la cabeza. La declaración del Estado se centró en cómo Trump había expresado su desdén por las instituciones y cómo ha sido implacable en ataques infundados y argumentó que las amenazas del presidente electo estaban diseñadas para tener un efecto amedrentador.
Aun así, Steinglass dijo que una baja incondicional es la «sentencia más práctica antes de su toma de mando».
Trump y su abogado Todd Blanche, a quien nominó como vicefiscal general, estuvieron presentes a través de una pantalla desde Florida durante la audiencia. Trump llevaba un traje de chaqueta y una corbata de rayas rojas. Detrás de ellos había dos banderas estadounidenses.
Aunque la defensa también estaba a favor de una sentencia de baja incondicional, Blanche refutó la acusación.
«Estoy muy, muy en desacuerdo con gran parte de lo que el gobierno acaba de decir sobre este caso, sobre la legitimidad de lo que sucedió en esta sala durante este juicio y sobre la conducta del presidente Trump luchando contra este caso», dijo el abogado.
Blanche agregó que su equipo apelaría y que no era el momento apropiado para llevar el caso, describiendo el proceso como un día triste para el país.
Trump, que compareció virtualmente a través de Teams, habló a continuación.
«Esta ha sido una experiencia muy terrible. Creo que ha sido un tremendo revés para Nueva York y para el sistema judicial de Nueva York», dijo Trump, describiendo el caso como una «caza de brujas política».
También argumentó que no estuvo involucrado en los registros que desencadenaron el caso, que el pago fue un gasto legal y que su negocio lo etiquetó así.
«Soy totalmente inocente. No hice nada malo», dijo Trump. «Esto se hizo para dañar mi reputación para que perdiera las elecciones y, obviamente, eso no funcionó».
También calificó el caso de uso del gobierno «como un arma de ataque».
La comparecencia tuvo lugar apenas 10 días antes de la toma de mando de Trump, prevista para el 20 de enero, momento en el que recibirá protección constitucional contra demandas adicionales. Durante años, Trump se ha visto acosado por batallas legales, incluido el caso de los registros empresariales que presidió Merchan, así como otros tres procesos penales.
Durante ese tiempo, se ha enfrentado públicamente a juristas y abogados, alegando que su enjuiciamiento se trataba de una actuación ilegítima y políticamente motivada.
En la corte de Merchan, Trump se enfrentó a múltiples órdenes de silencio y fue declarado en desacato 10 veces. En mayo, un jurado declaró a Trump culpable de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales.
«Nunca antes se había presentado a este tribunal un conjunto de circunstancias tan único y notable», dijo el juez Merchan durante la sentencia el 10 de enero».
El juez Merchan afirmó que «Donald Trump, el ciudadano común, Donald Trump el acusado criminal» no tendría derecho a las protecciones de la presidencia. También indicó que ese rol es el único que lo protege de la gravedad del veredicto.
Antes de abandonar el estrado, el juez deseó a Trump «buena suerte» mientras se prepara para su segundo mandato.
Trump había puesto en duda la imparcialidad del juez cuando pidió una recusación de Merchan, alegando la relación de su hija con un grupo demócrata.
Trump intentó paralizar la sentencia con múltiples recursos ante los tribunales de Nueva York y ante la Corte Suprema de Estados Unidos, cada uno de los cuales denegó en última instancia sus peticiones. No obstante, el caso podría dar lugar a futuras apelaciones y derivar en la anulación de la condena.
Hasta ahora, Trump ha planteado numerosas objeciones a los casos en su contra, y se ha centrado en particular en el argumento de que la inmunidad presidencial protegía acciones que llevó a cabo durante su primer mandato.
Entre esas acciones figura un supuesto intento de encubrir un pago a la actriz de cine para adultos Stephanie Clifford (conocida como Stormy Daniels). El supuesto dinero de silencio fue objeto de la acusación del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg.
Cuando Merchan programó la sentencia en su orden del 3 de enero, indicó que varias preocupaciones, incluida la inmunidad presidencial, lo disponían en contra de imponer un período de encarcelamiento.
En diciembre, Merchan rechazó el argumento de Trump de que la inmunidad presidencial socavaba las pruebas utilizadas por Bragg y que, debido a ese defecto, Merchan debía desestimar el caso.
El juez neoyorquino indicó que Trump esperó demasiado o no preservó las objeciones a las pruebas. Además, dictaminó que la información relacionada tanto con los argumentos preservados como con los no preservados no recibía protección bajo la doctrina de la inmunidad presidencial.
«Esta corte (…) considera que las pruebas relacionadas con las reclamaciones preservadas se refieren enteramente a conductas no oficiales y, por lo tanto, no reciben protección de inmunidad», escribió Merchan en su opinión. El juez dictaminó que las demandas no preservadas tampoco gozaban de inmunidad.
En un posteo en Truth Social el 17 de diciembre, Trump criticó las decisiones de Merchan sobre los argumentos de inmunidad presidencial.
El juez Merchan «faltó completamente al respeto a la Corte Suprema de Estados Unidos y a su histórica decisión sobre inmunidad», dijo Trump.
El presidente electo declaró que el caso en sí es ilegítimo, y que una opinión escrita por Merchan «va en contra de nuestra Constitución, y, si se permite que se mantenga, sería el fin de la Presidencia tal como la conocemos».
Con información de The Associated Press.
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