El presidente electo Donald Trump fue sentenciado en Nueva York el 10 de enero, más de seis meses después de haber sido declarado culpable por un jurado de Manhattan de falsificar registros comerciales. Al hablar ante la corte por primera vez, declaró su inocencia.
El juez Juan Merchan condenó a Trump a la libertad incondicional, lo que significa que no tendrá que cumplir ninguna pena de prisión. Al dictar la sentencia, Merchán recordó que Trump es el presidente electo y que pronto tomará posesión de su cargo.
Aunque Trump luchó contra la sentencia en la corte, Merchán podría haberlo condenado hasta a cuatro años de prisión.
En mayo de 2024, Trump fue declarado culpable por un jurado de Manhattan de 34 cargos de falsificación de registros comerciales relacionados con pagos realizados durante la campaña electoral de 2016 a una mujer que afirmó haber tenido una aventura con él alrededor de una década antes. Se declaró inocente y negó categóricamente las acusaciones de affaire, subrayando que los pagos se registraron simplemente como gastos legales.
Trump habla durante la sentencia
El presidente electo hizo comentarios durante la audiencia de sentencia del viernes, apareciendo virtualmente a través de Microsoft Teams, un servicio de videoconferencia por chat. El abogado que compareció junto a él, Todd Blanche, dijo que ambos se encontraban en Florida.
Mientras Merchan pronunciaba la sentencia, Trump permanecía sentado, con los labios fruncidos y el ceño ligeramente fruncido. Inclinó la cabeza hacia un lado mientras el juez le deseaba «buena suerte» en su segundo mandato.
Antes de la sentencia de Merchan, el presidente electo volvió a declarar su inocencia.
«Soy totalmente inocente. No hice nada malo», le dijo a la corte y al juez.
Argumentó que los votantes vieron lo que ocurrió en esta sala y, como él, pensaron que era una vergüenza y le apoyaron abrumadoramente en las elecciones.
«Ha sido una cacería de brujas política», dijo Trump. «Se hizo para dañar mi reputación para que perdiera las elecciones y, obviamente, no funcionó».
Trump dijo que el caso y el juicio han «sido una experiencia muy terrible» que también supone un «tremendo revés para Nueva York y el sistema judicial neoyorquino», según los periodistas de la corte.
Durante las semanas que duró el juicio, en mayo de 2024, Trump no subió al estrado ni hizo ningún comentario durante el proceso. A menudo hablaba con los periodistas antes y después del juicio, criticando el caso, al fiscal y al juez.
Merchan impuso a Trump una orden de silencio para que no hablara del personal de la corte, del fiscal, de sus familias, de la familia de Merchan y de los testigos del caso. El juez le impuso a Trump varias multas relacionadas con la orden mordaza y, en un momento dado, le amenazó con encarcelarle por los comentarios que había hecho durante el proceso.
En varias ocasiones, los abogados de Trump emprendieron acciones legales para disolver la orden de silencio, pero no tuvieron éxito. El presidente electo había argumentado que ciertos testigos, entre ellos su exabogado Michael Cohen y Stephanie Clifford, más conocida como la intérprete de cine para adultos Stormy Daniels, hicieron declaraciones falsas sobre él y que no podía responder a sus acusaciones en medio de unas elecciones.
Trump dijo que fueron sus contadores quienes anotaron los gastos legales que finalmente se convirtieron en la base del caso en su contra.
«Los gastos legales fueron anotados como gastos legales por los contables. No los anoté yo. No los llamaron construcción o de hormigón», dijo Trump durante la sentencia. «Llamaron gasto legal a un gasto legal y por esto, me acusaron. Es increíble en realidad».
Trump no se enfrenta a ningún castigo
Merchan dijo que un juez debe considerar los hechos del caso, así como las circunstancias agravantes y atenuantes.
«Nunca antes se le había presentado a esta corte un conjunto de circunstancias tan único y notable», dijo, refiriéndose a que Trump ganó las elecciones del 5 de noviembre de 2024.
Dijo que a pesar de las circunstancias extraordinarias, el juicio en sí llevaba los sellos distintivos de cualquier otro procedimiento en esta corte.
«Son las protecciones legales otorgadas a la oficina del presidente de Estados Unidos las que son extraordinarias, no el ocupante», dijo.
Sin embargo, dijo que las «extraordinarias protecciones legales otorgadas al cargo del jefe del Ejecutivo es un factor que prevalece sobre todos los demás» y que «no reducen la gravedad del delito ni justifican en modo alguno su comisión».
«Un poder que no proporcionan es el de borrar el veredicto de un jurado», dijo Merchan. «Los ciudadanos de a pie no reciben esas protecciones legales. Es el cargo de presidente el que las otorga al titular del cargo. Es la ciudadanía de esta nación la que ha decidido recientemente que usted debe recibir de nuevo los beneficios de esas protecciones».
El fiscal Joshua Steinglass recomendó el viernes a Merchan que condenara a Trump a libertad incondicional, citando circunstancias como el inminente regreso de Trump a la presidencia el 20 de enero.
«Todas las circunstancias de este caso, su postura única y el estatus del acusado como presidente electo», son razones por las que se debe tomar esa decisión, dijo Steinglass en la corte. «El veredicto en este caso fue unánime y decisivo y debe ser respetado», dijo.
Trump luchó contra la sentencia
Tras la victoria electoral de Trump en noviembre de 2024, Merchan retrasó la sentencia del caso que estaba fijada para el 26 de noviembre de 2024, pero la semana pasada emitió una orden para sentenciar a Trump el 10 de enero, la cual el presidente electo combatió en las cortes.
Trump inició múltiples apelaciones de última instancia ante las cortes del estado de Nueva York y, más tarde, ante la Corte Suprema de Estados Unidos. El jueves por la noche, el máximo tribunal del país, en una decisión de 5-4, declinó atender su petición y permitió que se adelantara la fecha de su sentencia.
El Presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y los jueces Sonia Sotomayor, Ketanji Brown Jackson, Elena Kagan y Amy Coney Barrett formaron parte de la mayoría que permitió que se dictara sentencia. Los jueces Samuel Alito, Clarence Thomas, Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch indicaron que accederían a su petición de retrasar el proceso.
«La solicitud de suspensión presentada a la jueza Sotomayor y por ella remitida a la Corte es denegada por, entre otras, las siguientes razones», dice el auto. «En primer lugar, las supuestas violaciones probatorias en el juicio ante la corte estatal del presidente electo Trump pueden abordarse en el curso ordinario en la apelación. En segundo lugar, la carga que la sentencia impondrá sobre las responsabilidades del presidente electo es relativamente insustancial a la luz de la intención declarada de la corte de primera instancia de imponer una sentencia de «descarga incondicional» después de una breve audiencia virtual».
Trump dio señales de que apelaría
Tras la decisión del Supremo, Trump dijo durante una reunión en su residencia de Mar-a-Lago que respeta la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos porque le permite apelar el asunto.
«Soy el primer presidente y probablemente uno de los primeros candidatos en la historia que es atacado con una orden de mordaza en la que no se me permite hablar sobre algo», dijo Trump durante la cena del jueves por la noche con gobernadores republicanos. «Esto está muy lejos de terminar y respeto la opinión de la Corte».
El presidente electo dijo que los jueces «invitaron a la apelación» y que era una «opinión muy buena para nosotros».
Avance de los otros casos
Aparte del caso de los registros comerciales en Nueva York, Trump se enfrentaba a acusaciones presentadas en otras tres jurisdicciones. Otro caso estatal presentado en el condado de Fulton, Georgia, ha quedado efectivamente en un estado de limbo después de que su fiscal de distrito, Fani Willis, fuera destituida como fiscal por la Corte de Apelaciones de Georgia el mes pasado.
Willis, que el jueves apeló la decisión de esa corte ante la Corte Suprema de Georgia, fue destituida tras acusaciones de que mantuvo una relación impropia con el exabogado especial al que contrató para llevar el caso.
En Washington y Florida, Trump se enfrentó a cargos federales que fueron presentados por el abogado especial Jack Smith, quien lo acusó de interferencia electoral y de retener ilegalmente documentos clasificados después de abandonar la Casa Blanca y obstruir los esfuerzos para recuperarlos.
En diciembre de 2024, Smith optó por retirar ambos casos contra Trump y citó las políticas del Departamento de Justicia (DOJ) en torno a no procesar a presidentes en ejercicio. Trump se declaró inocente en ambos casos.
Además de las cuatro acusaciones penales, un juez ordenó a principios de este año a Trump pagar una multa de 454 millones de dólares en una demanda civil por fraude presentada por la oficina de la fiscal general del estado, Letitia James, alegando que infló indebidamente su riqueza durante años mientras construía su imperio inmobiliario. Trump negó las acusaciones.
Durante una audiencia en la corte de apelaciones a finales del año pasado, los miembros del panel de cinco jueces de la División de Apelaciones de Nueva York parecían preocupados por la posible extralimitación de James.
Con información de The Associated Press
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