El voto latino está cambiando hacia el expresidente Donald Trump de cara a las elecciones del 5 de noviembre, según encuestas y encuestadores, una tendencia que podría dar la vuelta a la sabiduría convencional sobre qué partido se alinea mejor con los valores hispanos.
Mark Mitchell, jefe de encuestas de Rasmussen Reports, dijo que sondeos recientes muestran que más votantes hispanos favorecen a Trump, el candidato presidencial republicano, sobre la candidata demócrata a la vicepresidencia Kamala Harris.
«La situación actual es que, dependiendo de la encuesta, Trump gana el voto hispano a nivel nacional», dijo a The Epoch Times.
Los latinos están abrumadoramente en contra de la inmigración ilegal y no creen que el gobierno esté haciendo lo suficiente para detenerla, dijo.
«Los valores de estas personas no coinciden con la plataforma demócrata dominante, que es básicamente de clase alta, liberal blanca, valores de lujo», dijo.
Trump también parece estar ganando terreno entre los votantes negros.
Sin embargo, Mitchell advirtió a la gente que no asuma que Trump ganaría la presidencia si obtiene la mayoría del voto hispano y un porcentaje más significativo de votantes negros de lo que suelen obtener los republicanos.
Eso se debe a que muchos liberales blancos y votantes con educación universitaria están apoyando a Harris, lo que podría contraponerse a las ganancias de Trump con las minorías.
Además, el apoyo de las minorías a Trump podría parecer más fuerte de lo que realmente es si esos votantes no participan en las elecciones, dijo.
La ventaja de Harris se desvanece
Varias encuestas recientes muestran que en los últimos días de la carrera, el apoyo hispano está básicamente empatado entre Trump y Harris, con cada candidato liderando en dos encuestas cada uno.
Una encuesta de USA Today y la Universidad de Suffolk realizada por teléfono fijo y móvil entre el 14 y el 18 de octubre mostró que Harris perdía terreno entre los votantes latinos. Trump era el favorito del 49% de los hispanos, frente al 38% de Harris. Los márgenes de error para las pequeñas submuestras de votantes latinos y negros fueron de más o menos 9 puntos.
Una encuesta de Rasmussen entre 237 probables votantes hispanos realizada entre el 19 y el 25 de septiembre mostró que el 49% votaría a Trump, mientras que el 42% votaría a Harris. El margen de error estaba dentro de 2 puntos porcentuales, pero eso era para la totalidad de los 1820 probables votantes estadounidenses encuestados.
Una encuesta del New York Times/Siena College realizada entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre entre 902 votantes hispanos mostró que los hispanos favorecían a Harris en un 56% frente al 37% de Trump, con un 7% de indecisos o que se negaron a contestar. El margen de error de muestreo fue de más o menos 4.5 puntos.
Una encuesta similar de NBC News/Telemundo/CNBC realizada a nivel nacional entre el 16 y el 23 de septiembre con 1000 votantes latinos registrados en inglés y español mostró un apoyo a Harris del 54 por ciento frente al 40% de Trump. La encuesta tenía un margen de error de más o menos el 3.1%.
La ventaja de Harris con el voto latino clave parecía fuerte al principio, después de que el presidente Joe Biden abandonara la carrera. María Teresa, presidenta de Voto Latino, un grupo demócrata, dijo a The Associated Press que la sustitución del presidente Joe Biden por Harris provocó una «unión de la comunidad» y que más de la mitad de los jóvenes latinos que inicialmente dijeron que votarían por un tercer partido dijeron que estaban cambiando para votar por el Partido Demócrata.
Atraer a los hispanos
Los latinos desaprueban una frontera abierta, algo que la campaña de Harris pareció reconocer al publicar anuncios en los que abogaba por una mayor seguridad fronteriza.
Harris, que fue apodada el zar de la frontera bajo la Administración Biden, ha intentado distanciarse de las políticas de los últimos cuatro años que contribuyeron a que unos 10 millones de inmigrantes ilegales entraran en el país.
Durante una entrevista en Telemundo, Harris intentó atraer a los latinos haciendo hincapié en los programas de formación y en una «economía de oportunidades», anunciando planes para conceder un millón de préstamos empresariales condonables de hasta 20,000 dólares a empresarios latinos. Se trata de una propuesta similar a otra anterior dirigida a los votantes negros.
La campaña de Harris aprovechó la oportunidad de pintar a Trump de forma negativa después de que un cómico hiciera un chiste subido de tono sobre Puerto Rico durante el mitin de Trump en el Madison Square Garden a principios de esta semana.
Sin embargo, Mitchell dijo que parecía poco probable que una broma perjudicara a Trump, dado que su popularidad ha sobrevivido a juicios políticos y demandas.
Trump se acercó a los latinos el 22 de octubre en su hotel y complejo turístico en Miami-Doral, Florida, como anfitrión de una mesa redonda «Latinoamericanos por Trump» con líderes empresariales, donde se centró en sus planes para acabar con la inmigración ilegal a través de la frontera suroeste.
Trump está en contra del comunismo, lo que atrae a los latinos de ascendencia cubana y venezolana que sufrieron bajo regímenes socialistas.
El pastor de Texas Luis Cabrera, que forma parte del grupo conservador Remnant Alliance que apoya los valores cristianos en la política, dijo que Trump atrae a muchos latinos que tradicionalmente valoran a Dios, la familia y el país.
Dijo que está viendo un cambio dramático en el apoyo a los republicanos por parte de los latinos del sur de Texas en 2024, lo que lo lleva a predecir que Trump podría ganar el 50 por ciento del voto hispano, no solo en Texas sino en todo el país.
«Eso es un cambio masivo», dijo. «El pueblo latino va a cambiar toda esta nación».
Cabrera dijo que los hispanos son conservadores, pero que algunos aún no se dan cuenta.
«A esto lo llamo una ola de justicia», dijo.
Cabrera empezó a ver un cambio de los latinos hacia los republicanos hace dos años, mientras apoyaba a la candidata republicana al Congreso Mayra Flores, que se presentó contra el representante demócrata Vicente Gonzalez en el 34º distrito del Congreso.
Flores, una inmigrante legal de México casada con un agente de la patrulla fronteriza, ganó una elección especial para ocupar el escaño temporalmente en 2022 antes de ser derrotada por Gonzalez en las elecciones generales.
Los dos candidatos se juegan la revancha este noviembre en la zona del Río Grande de Texas, un bastión demócrata desde hace un siglo.
El aumento del apoyo hispano a Trump se está notando sobre el terreno. Varios hispanos entrevistados por The Epoch Times explicaron por qué iban a votar por Trump esta vez.
Minerva Perez y su familia viven a unas 5 millas de la frontera con México en Brownsville, Texas.
Después de votar por los demócratas toda su vida, dijo, ahora vota directamente por los republicanos. Trump puede reducir los altísimos precios de los alimentos y detener la inmigración ilegal, dijo.
Toda su familia también votará por Trump, dijo.
«Quiero cambios», dijo.
En San Simón, Arizona, Veronica Mora Huff, de 34 años, dijo que estaba frustrada con la inmigración ilegal y el alto costo de vida bajo la Administración Biden-Harris.
Huff, cuya familia es mexicano-estadounidense, dijo que ella y su esposo trabajan duro pero tienen dificultades para criar a sus hijos, mientras que los inmigrantes ilegales lo tienen más fácil con vivienda y atención médica gratuitas.
«Mi marido trabaja siete días a la semana. Yo trabajo cinco días a la semana. Tenemos tres hijas», explica. «Apenas salimos adelante, y no está bien porque hacemos lo que se supone que debemos hacer como estadounidenses».
Sin embargo, Ernesto Alonzo Chapa, de Kingsville, Texas, dijo que apoyaba a Harris y a los demócratas, quienes cree que harán más para ayudar a la gente y son más respetuosos de sus problemas, como el acceso al aborto para las mujeres.
Chapa cree que ambos partidos deben detener la inmigración masiva. Cree que Trump cerraría la frontera, pero también lo haría Harris.
No le gustó cómo Trump trató a la gente que buscaba una vida mejor ni su implicación en la irrupción en el Capitolio del 6 de enero.
«Vio todo lo que estaba pasando», pero no hizo nada, dijo Chapa.
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