El expresidente Donald Trump reaccionó a los planes de la Casa Blanca de crear una comisión que, entre otras propuestas, estudie la posible ampliación de la Corte Suprema.
Trump dijo que, dado que el alto tribunal no atendió casos relacionados con las elecciones después del 3 de noviembre, los jueces de la Corte Suprema «tendrán lo que se merecen» si se amplía.
Sobre la Corte Suprema, «ahora hay una muy buena posibilidad de que se diluyan (y se trasladen por todo el sistema judicial para que puedan ver cómo funcionan los tribunales inferiores), con muchos nuevos jueces añadidos a la Corte, mucho más de lo que se ha informado. También hay muchas probabilidades de que sean limitados en sus mandatos», dijo Trump, mientras hacía denuncias de fraude electoral durante las elecciones del 3 de noviembre.
«Nuestra políticamente correcta Corte Suprema tendrá lo que se merece—un grupo de demócratas de izquierda radical elegidos de manera inconstitucional que están destruyendo nuestro país», agregó en su declaración.
La semana pasada, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que decía que el presidente Joe Biden crearía una comisión que estudiaría la posibilidad de ampliar la Corte Suprema y los límites de los mandatos de los jueces. La comisión está encabezada por dos exfuncionarios de la administración Obama.
«El propósito de la Comisión es proporcionar un análisis de los principales argumentos en el debate público contemporáneo a favor y en contra de la reforma de la Corte Suprema, incluyendo una evaluación de los méritos y la legalidad de las propuestas de reforma particulares», dijo la Casa Blanca. «Los temas que examinará incluyen la génesis del debate sobre la reforma; el papel de la Corte en el sistema constitucional; la duración del servicio y la rotación de los jueces en la Corte; la composición y el tamaño de la Corte; y la selección de casos, normas y prácticas de la Corte».
Sin embargo, el juez Stephen Breyer, miembro del ala liberal del tribunal, advirtió que «ampliar» la corte es una medida imprudente porque creará la impresión de que la Corte Suprema sería una entidad con motivaciones políticas, lo que erosionará aún más la confianza en las instituciones estadounidenses.
«Si el público ve a los jueces como políticos con toga, su confianza en los tribunales y en el estado de derecho solo puede disminuir, disminuyendo el poder de la corte, incluyendo su poder para actuar como un control sobre otras ramas», dijo en un discurso a los estudiantes de la Universidad de Harvard.
A raíz de los comentarios de Breyer, grupos de activistas de izquierda comenzaron a pedir al juez de 82 años que se retirara.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, rechazó esos llamados y dijo que Biden no lo presionará para que se retire.
«Él cree que esa es una decisión que tomará el juez Breyer cuando decida que es el momento de dejar de servir en la Corte Suprema», dijo Psaki a los periodistas el 10 de abril.
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