El expresidente Donald Trump sentó en las últimas dos semanas las bases para ejercer una influencia financiera sobre el aparato del Partido Republicano al instruir a sus partidarios para que donen únicamente a la página web de su campaña y a su comité de acción política, al tiempo que exige que el Comité Nacional Republicano (RNC) y sus filiales en las cámaras del Congreso dejen de utilizar su nombre y su imagen para recaudar fondos.
La estrategia seguramente dividirá una parte sustancial de las donaciones al GOP y permitirá a Trump desviar dinero del RNC que, de otro modo, podría acabar financiando las campañas de los republicanos a los que pretende desbancar. Dada la inmensa popularidad del presidente entre los votantes republicanos, el RNC, el Comité Senatorial Nacional Republicano (NRSC) y el Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC) se enfrentan a la perspectiva de recaudar fondos con la desventaja de no poder utilizar el nombre del hombre que domina el partido republicano gracias a su capacidad para dinamizar la base y atraer a una masa de pequeños donantes.
«Podría paralizarlos haciendo esto. Tendrán que depender de donantes más grandes que no pueden dar sumas ilimitadas de dinero», dijo Rich Baris, director de Big Data Polls, a The Epoch Times.
«Y esa base de pocos dólares que impulsó la recaudación de fondos de Trump cuando tenía un comité conjunto con el RNC (…) probablemente tomará algún tiempo, pero la mayoría de ellos entenderán el mensaje, y darán al PAC de Trump en su lugar».
El 8 de marzo, el RNC desechó la carta de cese y desistimiento de Trump, argumentando en una carta obtenida por The Epoch Times que está dentro de sus derechos de la Primera Enmienda el utilizar el nombre de una figura pública para recaudar fondos.
La medida provocó un encendido comunicado de Trump en el que volvía a pedir a sus seguidores que donaran a su página web y a su comité de acción política (PAC), en lugar de al RNC.
«No más dinero para los RINOS», dijo Trump en un comunicado, utilizando un acrónimo de Republicans in Name Only (Republicanos solo de nombre). «No hacen más que perjudicar al Partido Republicano y a nuestra gran base de votantes; nunca nos llevarán a la Grandeza. Envíe su donación a Save America PAC en DonaldJTrump.com. Lo recuperaremos todo con más fuerza que nunca».
La carta del RNC, escrita por el consejero jefe Justin Riemer, afirma que Trump y la presidenta del RNC, Ronna McDaniel, tienen una estrecha relación, alegando que el expresidente le reafirmó durante el fin de semana que aprueba el uso actual de su nombre por parte del RNC en la recaudación de fondos y otros materiales, incluso para un próximo evento de retiro de donantes en Palm Beach en el que Trump está programado para participar.
«El RNC no ha enviado ninguna solicitud de recaudación de fondos en nombre del presidente Trump ni ha utilizado su imagen desde antes de que dejara el cargo, ni lo haría sin su aprobación previa», escribió Riemer.
Trump había hecho la petición inicial a sus partidarios de donar solo a su PAC durante un discurso muy esperado en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) el 28 de febrero. El discurso marcó la primera aparición pública de Trump tras dejar la Casa Blanca. La excomunicación de sus perfiles en las redes sociales por parte de los gigantes de Silicon Valley amplificó el silencio y el suspenso antes del discurso.
Como prueba del interés que hay sobre Trump, el discurso fue visto por 5.7 millones de personas en Fox News, batiendo el récord histórico de audiencia dominical de la cadena. Más de 30 millones de personas vieron el discurso por Internet, según los datos de streaming de VFT-Solutions.
Trump hizo los comentarios sobre la recaudación de fondos durante la parte del discurso de la CPAC dedicada a la integridad de las elecciones. Expresó sus dudas sobre la legitimidad de la victoria del presidente Joe Biden en 2020. La elección del contexto es notable porque el RNC parece haber dejado que Trump se defendiera por sí mismo tras las elecciones del 3 de noviembre. Ni el RNC, el NRSC e el NRCC fueron parte de ninguna de las demandas electorales que presentó Trump. McDaniel, la presidenta del RNC, no ha salido para afirmar las dudas de Trump sobre las elecciones.
«Uno mira los problemas de integridad electoral de 2020 y se pregunta quién es el responsable de mantener esa integridad y tendría que recaer en el RNC, que recaudó unos 900 millones de dólares este último ciclo electoral y parece que no se ha involucrado lo suficiente, antes de las elecciones, durante las elecciones o después de las elecciones, en impugnarlas», dijo Michael Johns, cofundador del movimiento National Tea Party, a The Epoch Times.
«Me parece increíble que hayamos tenido que recurrir a un empresario estadounidense que posee una empresa de almohadas y a un asesor comercial muy brillante (…) para que retomen los argumentos que uno pensaría, lógicamente, que debería plantear el RNC», añadió Johns, en referencia al director general de MyPillow, Mike Lindell, y a Peter Navarro, director de la Oficina de Política Comercial y Manufacturera de la Casa Blanca de Trump.
Una semana después del discurso de la CPAC, un asesor de Trump confirmó a The Epoch Times que el presidente envió cartas de cese y desistimiento exigiendo que el RNC, el NRSC y el NRCC dejaran de utilizar su nombre y su imagen. No hubo respuesta a las llamadas realizadas a los tres comités.
En la mañana del 7 de marzo, el NRCC seguía utilizando el nombre de Trump en su mensaje estándar para las nuevas inscripciones en la lista de correo electrónico. La página de inicio del NRSC anunciaba camisetas de Trump en su tienda en Internet.
La creación de un fondo de guerra propio permitirá a Trump gastar dinero contra los titulares republicanos que, de otro modo, recibirían el respaldo del RNC. Eso incluye a la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska), que es la única senadora republicana que se presenta a la reelección en 2022 de los siete que votaron para condenar a Trump durante el segundo juicio de impeachment, que concluyó con la absolución de Trump por parte del Senado. El expresidente emitió un comunicado el 6 de marzo en el que prometía hacer campaña contra Murkowski, que cumple su tercer mandato.
No hay precedentes en la política moderna de que el RNC respalde a un aspirante a las primarias contra un titular republicano, según Johns, cofundador del movimiento National Tea Party. Johns dijo que el RNC no se ha alineado de manera significativa con la Agenda Make America Great (MAGA) de Trump y, en los últimos cuatro años, a menudo ha respaldado a los oponentes primarios contra los candidatos pro-MAGA. Como resultado, los 10 republicanos de la Cámara de Representantes que votaron a favor de la destitución de Trump se habrían presentado a la reelección con el dinero que el RNC recaudó utilizando el nombre del presidente.
«Se postuló para renovar y salvar el país, pero también para renovar y salvar al Partido Republicano que no estaba abordando algunos de los temas centrales de la época, como China, el comercio, la inmigración, de una manera lo suficientemente contundente, y estaba confiando en consultores profesionales, se había vuelto muy insular, no participaba en la construcción del partido de una manera muy populista ”, dijo Johns.
«Cuatro años después, esto sigue siendo así en gran medida. Las operaciones del partido, la dirección del partido, no están completamente impulsadas por Trump. Y solo tiene sentido que si la intención del donante es apoyar la candidatura del presidente Trump en 2024, potencialmente, o si es para apoyar a los candidatos que están alineados con Trump en 2022, que done a través de sus medios directamente y no al partido, que va a seguir respaldando, por ejemplo, a estos 10 miembros de la Cámara de Representantes que votaron por su impeachment», agregó. «Las iniciativas del presidente son sensatas, y tal vez hasta atrasadas».
Aparte de Murkowski, cinco senadores del establishment del GOP no se presentarán a la reelección en 2022, incluidos dos que votaron a favor de la condena de Trump durante el juicio en el Senado, el senador Patrick J. Toomey (R-Pa.) y el senador Richard Burr (R-N.C.). Las jubilaciones, unidas a la estrategia de recaudación de fondos de Trump, abren el campo para que éste reforme fundamentalmente el Senado respaldando a los candidatos alineados con su plataforma America First.
Trump también podrá invertir en el desafío de las primarias contra la congresista Liz Cheney (R-Wyo.), que emitió una mordaz declaración contra él antes de votar a favor de su impeachment.
«Esto lo mantiene en el control. Tienen que trabajar a través de él si quieren recaudar dinero de él. No veo por qué alguien podría pensar que pueden seguir aprovechándose de él sin su aprobación. Por no mencionar que muchos de los candidatos a los que apoyan estas organizaciones no son candidatos [que apoyen] America First», dijo Jason Meister, miembro del consejo asesor de Trump, a The Epoch Times.
«Trump necesita que sus partidarios dispongan de mucho dinero para que, cuando llegue el momento de recaudar dinero para los candidatos America First y la agenda de America First, tengan los recursos necesarios. Solo hay un número determinado de veces que se puede ir al mismo pozo».
En otra señal de la creciente preeminencia de Trump sobre el partido republicano, el RNC ha trasladado una parte de su retiro de donantes de primavera a Mar-a-Lago, según un republicano que asistió al evento. Mar-a-Lago es el exclusivo club y residencia de Trump en Palm Beach, Florida.
Con información de Zachary Stieber.
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