El expresidente de Estados Unidos y candidato a la presidencia en 2024, Donald Trump, mostró su actitud dura hacia China en una entrevista, en la que afirmó que, si fuera reelegido, daría a Beijing 48 horas para cerrar su base de espionaje en Cuba y amenazó con imponer severos aranceles a los productos chinos.
Sin embargo, cuando se le preguntó si Estados Unidos apoyaría militarmente a Taiwán si el régimen comunista chino lo invadiera, Trump se mostró reacio a responder directamente.
Trump dijo en una entrevista con Reuters el 29 de junio: «Les daría 48 horas para salir. Y si no se marcharan, les impondría un arancel del 100% sobre todo lo que vendieran a Estados Unidos, y se marcharían en dos días. Se irían en una hora».
Beijing y La Habana están negociando la construcción de una base militar conjunta en el norte de Cuba. Esto permitiría estacionar tropas chinas a 100 millas de Estados Unidos, según un reporte del Wall Street Journal.
China y Cuba han operado conjuntamente cuatro estaciones de escuchas en Cuba, y esta red de escuchas se sometió a una importante actualización en torno a 2019.
Además, ambos países han acordado establecer una nueva instalación de escuchas electrónicas en la nación insular. La instalación permite a China interceptar comunicaciones electrónicas, incluidos correos electrónicos, llamadas telefónicas y transmisiones por satélite.
El Pentágono lo negó inicialmente, pero un funcionario de la Administración Biden dijo más tarde a The Associated Press que China había estado operando una base de espionaje en Cuba desde 2019 como parte de su esfuerzo global para mejorar sus capacidades de recopilación de inteligencia.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino dijo el 20 de junio que desconocía la situación.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró el 25 de junio que Estados Unidos había manifestado claramente su preocupación a Beijing y La Habana y que había tenido cierto éxito en sus esfuerzos por impedir que China construyera bases militares en el extranjero.
En una carta al presidente Joe Biden, el senador Bob Menendez (D-N.J.) y el representante Michael McCaul (R-Texas), los dos presidentes de las comisiones de asuntos exteriores de la Cámara de Representantes y el Senado, escribieron: «El público estadounidense debe tener la seguridad de que su gobierno condena inequívocamente esta escalada y está trabajando para hacer todo lo que esté en su mano para contrarrestarla.
«Aunque comprendemos la naturaleza sensible de este asunto, el Congreso también exige mayor transparencia y claridad sobre estos acontecimientos».
Los dos presidentes pidieron al Departamento de Estado y a la CIA que proporcionaran a sus comités una sesión informativa clasificada sobre el asunto antes del 14 de julio.
Proyecto 141
La base de espionaje en Cuba forma parte del proyecto de bases en el extranjero del régimen chino. Según un reporte del Washington Post, Beijing planea construir al menos cinco bases militares en el extranjero y 10 bases de apoyo logístico para 2030. El ejército chino denomina a este plan «Proyecto 141».
«Del ‘Proyecto 141’ de bases en el extranjero del Partido Comunista Chino (PCCh), podemos ver claramente que la ambición del PCCh no se limita a anexionarse Taiwán, sino a ocupar el mundo en el futuro», afirmó el comentarista de asuntos de actualidad Qin Peng, residente en Estados Unidos, en su programa «Qin Peng Observing» en NTD, el medio de comunicación asociado de The Epoch Times.
La cuestión de Taiwán
Cuando en la entrevista con Reuters se le preguntó si Estados Unidos apoyaría militarmente a Taiwán en caso de que China invadiera la nación insular autogobernada, Trump se negó a responder directamente, diciendo: «No hablo de eso. Y la razón por la que no lo hago es porque perjudicaría mi posición negociadora», dijo. «Todo lo que puedo decirte es que durante cuatro años no hubo ninguna amenaza. Y no ocurriría si yo fuera presidente».
Trump mantuvo una postura dura respecto a la imposición de aranceles a los productos chinos durante su último mandato como presidente, pero también afirmó que mantenía una buena relación con el líder del PCCh, Xi Jinping.
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