El equipo jurídico del expresidente Donald Trump dijo que se opone a la petición de la oficina del abogado especial de imponer una orden de silencio en el caso electoral federal contra el ex comandante en jefe.
El lunes, sus abogados presentaron un escrito de 25 páginas (pdf) en el que argumentaban que las críticas del presidente Trump contra el abogado especial Jack Smith, la jueza de distrito Tanya Chutkan y otras personas están amparadas por la Primera Enmienda de la Constitución. Sostienen que sus comentarios públicos no constituyen amenazas reales ni incitación a cometer atentados.
A principios de septiembre, el Sr. Smith pidió a un juez federal de Washington que aplicara una orden de silencio «adaptada estrictamente» que impidiera al expresidente hacer comentarios públicos sobre el caso, argumentando los fiscales que tales comentarios podrían «presentar un peligro grave y sustancial de perjudicar» el caso. Citaron sus críticas a la jueza Chutkan, nombrada por Obama, así como a posibles testigos como el vicepresidente Mike Pence.
Sin embargo, los abogados del presidente Trump dijeron que se oponen a la medida por considerar que pondría en peligro su derecho a la libertad de expresión, y señalaron que es candidato presidencial para 2024. Las encuestas muestran que el expresidente aventaja a todos los demás candidatos republicanos por un amplio margen.
«Tras estos esfuerzos por envenenar la defensa del presidente Trump, la fiscalía pide ahora a la corte que tome la extraordinaria medida de despojar al presidente Trump de sus libertades de la Primera Enmienda durante los meses más importantes de su campaña contra el presidente Biden», decía su escrito. «La corte debería rechazar este claro uso de prácticas poco ortodoxas para ganar y denegar totalmente la petición».
Los abogados añadieron que a los fiscales federales «pueden no gustarles las críticas totalmente válidas del presidente Trump», pero «ni él ni este tribunal son el filtro de lo que el público puede oír».
Orden de silencio revelada
La semana pasada, la jueza Chutkan reveló documentos que mostraban la solicitud del gobierno de la orden de silencio. Los fiscales afirmaron, en parte, que el expresidente está socavando su procesamiento mediante «ataques despectivos e incendiarios» contra personas relacionadas con el caso.
«La conducta pasada del acusado, incluida la conducta que ha tenido lugar después y como resultado directo de la imputación en este caso, demuestra ampliamente la necesidad de esta orden», escribieron los fiscales, alegando que comentarios anteriores del presidente Trump han dado lugar al acoso de testigos potenciales. Citaron sus críticas al exasesor de ciberseguridad Chris Krebs, a un trabajador electoral de Georgia y al ex vicegobernador de Georgia Geoff Duncan.
En su red social Truth, el expresidente reaccionó a la solicitud de la orden de silencio señalando que está haciendo campaña para presidente «contra una persona incompetente que ha USADO COMO ARMA AL DOJ Y AL FBI para perseguir a su Oponente Político», preguntando: «¿No se me permite hacer comentarios?» Y añadió: «Filtran, mienten y demandan, ¿y no me permiten HABLAR?».
Sus abogados también dijeron que su equipo no debería estar obligado a pedir permiso a la corte para realizar encuestas de opinión pública sobre el caso antes de que se celebre el juicio en marzo de 2023. Solicitaron que la corte programara una audiencia lo antes posible.
«La acusación en este caso ya conoce a la población de Washington D.C. y sabe que no favorece al presidente Trump», escribió el equipo de defensa de Trump. «Cualquier restricción a los sondeos previos al juicio sólo supondría una desventaja adicional para la defensa, que tiene derecho a prepararse para el juicio sin interferencias de la fiscalía».
El equipo jurídico del expresidente solicitó que el tribunal programara una audiencia «a la primera oportunidad».
En la presentación de la semana pasada, el equipo de Smith también se quejó de la sugerencia del presidente Trump de que el juicio de Washington incluyera un jurado mayoritariamente demócrata.
«No hay forma de que pueda tener un juicio justo, o siquiera cercano a un juicio justo, en Washington D.C.», escribió en agosto en Truth Social. «Pido la intervención federal en esta vergüenza sucia y criminal para nuestra nación. … La toma de posesión federal es muy impopular entre los posibles jurados de la zona, pero necesaria para la grandeza y para que todo el mundo la vea».
La oficina del abogado especial no ha respondido públicamente a la última presentación del presidente Trump. El equipo del Sr. Smith tiene hasta el sábado para responder antes de que un juez fije potencialmente los argumentos orales sobre la cuestión.
Preocupación por la jueza
El presidente Trump fue imputado en agosto de cuatro delitos graves por presuntamente intentar intervenir en el recuento de votos y bloquear la certificación de las elecciones de 2020.
Es una de las cuatro causas penales a las que se enfrenta. Se ha declarado inocente de todos los cargos.
La jueza Chutkan advirtió previamente al presidente Trump de que no hiciera declaraciones que pudieran amenazar a los testigos o contaminar al jurado. Como condición para su puesta en libertad, también aceptó no proferir amenazas contra los implicados en el caso.
A principios de esta semana, el expresidente presentó una moción solicitando a la juez que se recusara del caso, alegando que sus declaraciones anteriores sobre algunos acusados en casos anteriores del 6 de enero revelan parcialidad. El equipo del Sr. Smith ha respondido que no existe ninguna razón válida para apartar a la jueza del caso.
El mes pasado, la juez Chutkan fijó el 4 de marzo como fecha del juicio federal en Washington. Esto ocurre un día antes del «Supermartes», una fecha potencialmente decisiva en la carrera presidencial republicana, en la que varios estados, desde Maine a California, celebrarán sus concursos de candidaturas.
Con información de Reuters.
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