El lunes, mientras condenaba la redada que realizó el FBI a su resort el mes pasado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló que ya regresó a su propiedad en Mar-a-Lago.
«Anoche llegué a Florida y tuve una larga y detallada oportunidad de chequear la escena de otro ‘crimen’ del gobierno, la redada y el asalto del FBI a mi hogar, Mar-a-Lago», escribió en Truth Social. «Yo supongo que ellos ya no creen que haya más una Cuarta Enmienda, y para ellos, no la hay. En cualquier caso, después de lo que ellos hicieron, el lugar nunca volverá a ser el mismo».
Trump dijo que la residencia «fue ‘saqueada’ y (está) en condiciones muy diferentes a las que yo dejé», agregando que los agentes del FBI «ni siquiera se quitaron los zapatos en mi habitación».
Miembros de la familia de Trump y sus abogados indicaron que el presidente número 45 no estaba allí cuando los agentes del FBI apuntaron a su residencia en Palm Beach, Florida. Cuando los agentes allanaron su casa, Trump y sus familiares los observaron a través de las cámaras de circuito cerrado de televisión desde Nueva York, dijeron sus abogados.
La Gran Época se puso en contacto con el FBI para recibir sus comentarios.
Qué sigue
El anuncio de Trump se produjo pocos días después de que la jueza federal, Aileen Cannon, nombrara al juez principal de distrito, Raymond Dearie, como tercera parte para que revise los registros incautados por el FBI en busca de materiales que puedan ser privilegiados, protegidos del alcance de los investigadores federales.
En las presentaciones judiciales, el Departamento de Justicia (DOJ) prometió llevar el caso a un tribunal de apelaciones si Cannon fallaba en contra de su solicitud. Ellos también intentaron impedir que el árbitro independiente, el juez Dearie, examine los aproximadamente 100 documentos clasificados incluidos entre los 11,000 registros obtenidos en el allanamiento aprobado por la corte el 8 de agosto.
“La corte no considera apropiado aceptar las conclusiones del gobierno sobre estos temas importantes y en disputa sin una revisión adicional por parte de un tercero neutral de manera expedita y ordenada”, escribió Cannon la semana pasada.
La revisión del perito especial podría aislar los documentos de los fiscales mientras ellos sopesan la posibilidad de cargos penales. Cannon dijo el jueves que le indicaría a Dearie que primero dé prioridad a revisar los registros clasificados y que también le diría que complete el resto de los materiales incautados antes del 30 de noviembre, según su orden de la jueza.
En presentaciones judiciales, el Departamento de Justicia alega que Trump pudo haber obstruido la justicia o violado las disposiciones de la Ley de Espionaje de 100 años de antigüedad después de que se le informó sobre materiales supuestamente clasificados a principios de este año y cuando los agentes del FBI fueron enviados a Mar-a-Lago en junio para recuperar algunos de esos registros.
Pero Trump ha afirmado en público que esos materiales fueron desclasificados. Por su parte sus abogados dijeron que algunos materiales están bajo el privilegio de abogado-cliente. Además, el presidente número 45 ha dicho que el FBI tomó sus registros médicos, documentos fiscales e incluso pasaportes.
“Gracias a todas las personas que anoche me saludaron en mi camino del aeropuerto a Mar-a-Lago. Nunca olvidaré a las grandes personas de este País. ¡¡¡MAGA!!!», también escribió el expresidente el lunes.
Con información de Reuters
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