El expresidente Donald Trump emitió el martes una declaración para respaldar al gobernador de Texas, Greg Abbott, para su reelección, elogiando al gobernador por sus políticas sobre la frontera sur de Estados Unidos, la Segunda Enmienda y la integridad electoral.
«Greg Abbott es un luchador y un gran gobernador para el increíble pueblo de Texas», dijo el expresidente en una declaración difundida por su comité de acción política Save America. «Ningún gobernador ha hecho más para asegurar la frontera y mantener nuestras comunidades seguras que el gobernador Abbott. Greg es un firme defensor de la Segunda Enmienda y ha convertido a Texas en un Estado Santuario de la Segunda Enmienda».
«Texas se ha convertido en una máquina de crear empleo, y nuestra asociación ayudó a restaurar el poder económico y el éxito de Estados Unidos. Greg también es muy duro con la delincuencia, apoya plenamente a los valientes hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad y está totalmente a favor de la integridad electoral. El gobernador Greg Abbott seguirá siendo un gran líder para el Estado de la Estrella Solitaria, y tiene mi completo y total respaldo para la reelección. Él nunca los defraudará».
En respuesta, Abbott ha expresado su agradecimiento por el respaldo de Trump, diciendo que el expresidente es un «gran amigo de Texas».
«Estoy orgulloso del trabajo que hemos hecho juntos para asegurar nuestra frontera, traer más empleos a Texas y proteger las libertades que hacen grandes a Estados Unidos y a Texas, y apenas estamos empezando. Agradezco al presidente Trump por su liderazgo, y seguiré luchando por los valores que hacen de Texas el mejor estado de Estados Unidos», dijo Abbott en un comunicado el martes.
Esto se produce en la misma semana en que Abbott anunció su intención de desfinanciar el poder legislativo después de que los demócratas de Texas protagonizaran un paro en la Cámara de Representantes en un intento por impedir la aprobación de una amplia ley de reforma electoral. Abbott argumentó que los legisladores que «abandonan sus responsabilidades» ante sus electores deben ser penalizados por sus acciones.
La medida, que busca presionar a la Cámara estatal para que apruebe el proyecto de ley sobre el voto, ha sido criticada ya que es poco probable que afecte a los legisladores estatales, que solo ganan 7200 dólares al año cuando no están en sesión y 38,140 dólares cuando están en sesión. Los legisladores también pueden desempeñar un empleo externo cuando no están en sesión. Pero el veto podría afectar al personal legislativo.
La medida, que ya ha sido aprobada por el Senado estatal siguiendo la disciplina de voto de ambos partidos, otorgaría más poder a los observadores electorales dándoles más acceso dentro de las áreas de votación, al tiempo que crearía nuevas sanciones contra los funcionarios electorales que restringieran los movimientos de los observadores. La propuesta también permitiría a un juez anular el resultado de unas elecciones si el número de votos fraudulentos pudiera cambiar el resultado.
Los funcionarios que envíen boletas por correo a personas que no las hayan solicitado también podrían enfrentarse a sanciones penales, en caso de que el proyecto se convierta en ley.
Los demócratas dijeron el 30 de mayo que el paro era su «última herramienta» para acabar con el proyecto de ley después de los intentos de hacerla retroceder. A los legisladores les preocupa que el proyecto de ley añada barreras al voto de los grupos minoritarios y equivalga a una supresión de votantes.
Abbott también ha encabezado los planes en su estado para hacer frente al aumento de la inmigración ilegal y para atacar los delitos asociados a la crisis humanitaria. En marzo, el estado puso en marcha la Operación Estrella Solitaria para desplegar recursos con el fin de impedir que las organizaciones criminales mexicanas introduzcan drogas y personas en Texas.
El martes por la noche, Abbott emitió una declaración de desastre a lo largo de la frontera sur de Texas en respuesta a la crisis humanitaria. La declaración proporcionará más recursos de ayuda para frenar el flujo de inmigración ilegal en la zona.
La declaración autoriza el uso de todos los recursos estatales y locales necesarios y disponibles para proteger a los propietarios de tierras, ordena al Departamento de Seguridad Pública de Texas que tome medidas enérgicas contra la entrada ilegal, el contrabando y el tráfico de personas, y ordena a la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas que suspenda la licencia estatal de cualquier centro de cuidado infantil que tenga un contrato con el gobierno federal y que albergue o detenga a inmigrantes ilegales.
«Las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden han allanado el camino para que pandillas y cárteles peligrosos, traficantes de personas y drogas mortales como el fentanilo lleguen a nuestras comunidades», dijo Abbott en un comunicado.
«Mientras tanto, los propietarios de tierras a lo largo de la frontera están viendo cómo sus propiedades son dañadas y vandalizadas a diario mientras la Administración Biden no hace nada para protegerlas. Texas sigue dando un paso adelante para afrontar la crisis en la frontera ante la ausencia del gobierno federal, pero hay que hacer más».
«Al declarar el estado de catástrofe en estos condados, Texas tendrá más recursos y estrategias a nuestra disposición para proteger a los propietarios y hacer cumplir todas las leyes federales y estatales para combatir las actividades delictivas derivadas de la crisis en la frontera. Trabajando junto con las fuerzas de seguridad locales, el estado seguirá tomando medidas sólidas y significativas para mantener la seguridad de nuestras comunidades», añadió.
Abbott también ha dicho anteriormente que firmaría un proyecto de ley que permite a la gente llevar armas de mano sin licencia. El proyecto de ley fue aprobado por ambas cámaras de la legislatura estatal y se espera que Abbott lo firme.
Jack Phillips contribuyó a la elaboración de este artículo.
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