El expresidente Donald Trump aprovechó este martes una parte importante de su discurso en Bedminster, Nueva Jersey, para exponer la defensa legal que probablemente llevará a cabo su equipo contra la acusación presentada por el abogado especial Jack Smith.
Trump habló ante una multitud de simpatizantes y familiares horas después de declararse inocente de 37 cargos relacionados con el manejo de documentos clasificados y denunció la imputación como un golpe político destinado a hacer descarrilar su candidatura a la Casa Blanca.
Al esbozar su defensa, el expresidente se centró especialmente en la Ley de Registros Presidenciales de 1987. Trump sugirió que la ley otorga al presidente discrecionalidad para determinar qué documentos son personales y cuáles son presidenciales y, en consecuencia, pertenecen al público.
Aunque los documentos que se acusa a Trump de retener ilegalmente no cumplen los criterios para ser registros personales según la ley, Trump se refirió a una sentencia de 2012 de una corte de distrito en un caso relativo a las cintas de audio que el expresidente Bill Clinton conservó tras abandonar la Casa Blanca. En esa decisión, la jueza Amy Berman Jackson concluyó que, aunque las cintas de Clinton deberían haber sido clasificadas como registros presidenciales y entregadas a los Archivos Nacionales, el archivero nacional tenía la potestad de reclasificarlas.
«Según la ley, esta responsabilidad corresponde únicamente al presidente», escribió Jackson.
Trump había insinuado previamente esta línea de defensa, refiriéndose en broma a la demanda de Judicial Watch como el caso de los «calcetines de Clinton», porque Clinton había guardado las cintas de sus entrevistas con el historiador Taylor Branch, en un cajón de calcetines. A diferencia de las cintas de Clinton, los documentos en posesión de Trump tenían marcadores de clasificación. Queda por ver cómo construirá su argumento el equipo de defensa del expresidente.
«Ahora piénsenlo, en otras palabras, sean cuales sean los documentos que el presidente decida llevarse, él tiene derecho a hacerlo. Es un derecho absoluto. Es la ley», dijo Trump.
En una imputación revelada el 9 de junio, el abogado especial acusó a Trump de 31 cargos de retención intencionada de información de defensa nacional y seis cargos que incluyen conspiración para obstruir la justicia, ocultación de documentos y declaraciones falsas.
Trump se declaró inocente de todos los cargos durante una comparecencia ante una corte federal en Miami a primera hora del martes. El juez que presidía la corte prohibió a Trump hablar con su coacusado, Walt Nauta, sobre el caso.
Trump también llamó la atención sobre la violación por parte del abogado especial del privilegio abogado-cliente de Trump para obtener las notas tomadas por su abogado, M. Evan Corcoran.
«Lo que hicieron con los abogados, lo que han hecho con nuestros abogados, con todos nuestros abogados, han hecho cosas absolutamente horribles e impensables», dijo Trump.
Poco después de abandonar el palacio de justicia, Trump volvió a la campaña presidencial y se detuvo en un restaurante cubano de Miami. Un grupo de simpatizantes rezó con el expresidente.
Jack Smith fue nombrado abogado especial días después de que Trump anunciara su candidatura presidencial en noviembre del año pasado. Trump ha enmarcado la investigación y la acusación que siguió como un ataque políticamente motivado destinado a mantenerlo fuera de la papeleta de voto presidencial en 2024.
La Casa Blanca de Biden declinó hacer comentarios sobre el caso. El presidente Joe Biden declaró que se enteró de la acusación a través de los medios de comunicación.
Los demócratas y los críticos de Trump han cuestionado la idea de que el Departamento de Justicia (DOJ) haya tratado injustamente a Trump. Ellos apuntan a la cronología del caso, que muestra que el Gobierno dio a Trump varias oportunidades para entregar los registros antes de la redada de Mar-a-Lago.
«Pero no mintamos sobre su trato por parte del DOJ. Ellos han sido bastante deferentes, lentos y blandos», escribió el representante Brian Schatz (D-Hawai) en Twitter el 13 de junio.
Tras detallar lo que podría ser su estrategia legal, Trump giró hacia la retórica de campaña, abordando temas como la energía, la frontera, la bajada de impuestos y la delincuencia. Reiteró sus promesas de poner fin a la guerra en Ucrania en su primer día en el cargo y de «destruir» el Estado profundo. El expresidente pronunció el discurso desde el patio de piedra de su club de golf adornado con banderas estadounidenses, banderines rojiblancos y azules, y un podio con el logotipo de su campaña.
Antes de concluir el discurso de 30 minutos, Trump indicó que nombraría a un abogado especial para investigar los negocios del presidente Joe Biden y su familia. Trump y sus aliados han alegado en los últimos días que la acusación del abogado especial tenía como objetivo distraer de las acusaciones recientemente desenterradas sobre los tratos de los Biden con Ucrania.
Trump y sus aliados han alegado en los últimos días que la acusación del abogado especial estaba destinada a distraer la atención de las acusaciones recientemente desenterradas sobre los tratos de los Biden con Ucrania.
«Soy el único que puede salvar a esta nación porque ustedes saben que ellos no vienen a por mí, ellos vienen a por vosotros, y resulta que yo me interpongo en su camino, y nunca me moverán», dijo Trump.
«El 5 de noviembre de 2024 se hará justicia. Recuperaremos nuestro país y haremos que Estados Unidos vuelva a ser grande».
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