El expresidente Donald Trump hizo historia el lunes al convertirse en el primer expresidente de Estados Unidos en ser juzgado en una corte de Nueva York por presunta falsificación de pagos empresariales durante la campaña de 2016.
El expresidente se sentó en la mesa de la defensa dentro de una corte de Manhattan mientras se inicia el proceso de selección del jurado. El presunto candidato presidencial republicano tendrá que estar en la corte cuatro días a la semana durante las próximas seis semanas o más.
Antes de entrar en la sala de la corte, el expresidente Trump dijo a los periodistas que el juicio es «un asalto a Estados Unidos» y un ataque a un «oponente político», y añadió: «Nunca había ocurrido nada parecido».
El caso, dijo, «nunca debería haberse presentado» y equivale a una «persecución política». Y añadió: «Esto es un ataque a Estados Unidos y por eso estoy muy orgulloso de estar aquí. Esto es realmente un ataque a un oponente político».
«Todos los juristas han dicho que este caso no tiene sentido, que nunca debería haberse presentado», añadió el expresidente Trump a los periodistas el lunes.
El lunes, durante su comparecencia ante la corte, el juez Juan Merchan denegó una petición de recusación presentada por Trump y dijo que no volvería a considerarla hasta que una corte de apelación emitiera una resolución sobre el asunto. Afirmó que el expresidente se está dedicando a utilizar «inferencias, insinuaciones y especulaciones sin fundamento» para alegar su recusación.
Cientos de personas de Manhattan se presentarán hoy en el juzgado para ser consideradas posibles miembros del jurado en un proceso que podría durar varios días.
En Truth Social, el expresidente escribió que el juicio y el caso son una interferencia electoral, señalando que podría estar empleando su tiempo y dinero en hacer campaña para la contienda presidencial de 2024 en lugar de estar en la corte.
A las 6 de la mañana del lunes, la campaña del expresidente envió un extenso comunicado de prensa en el que decía que el fiscal del distrito Alvin Bragg es «el fiscal favorito de George Soros», en referencia al multimillonario inversor de izquierda que ha canalizado millones de dólares en las elecciones locales para que salgan elegidos funcionarios de izquierda.
Se enfrenta a decenas de cargos de falsificación de registros empresariales para presuntamente encubrir lo que se ha descrito como «pagos por silencio» a Stormy Daniels. El expresidente se ha declarado inocente y ha dicho que nunca tuvo una aventura con la Sra. Daniels.
La acusación de delito grave a la que se enfrenta podría castigarse con hasta cuatro años de prisión. Sin embargo, no hay garantías de que el expresidente Trump vaya a cumplir realmente una condena entre rejas si es declarado culpable, ya que la sentencia depende en última instancia del juez. En particular, no está claro cómo actuaría el Servicio Secreto de EE. UU. ante el encarcelamiento de un expresidente.
Los registros de los tribunales de Nueva York y los archivos de los periódicos sugieren que los acusados condenados únicamente por falsificación de registros comerciales rara vez son condenados a penas de prisión, a menos que también sean acusados de delitos más graves. También es difícil saber hasta qué punto las complicaciones logísticas y políticas de encarcelar a un expresidente pueden influir en la sentencia.
Antes del juicio, el juez Merchan dictó una orden de silencio que impide al expresidente Trump hablar de testigos y miembros del jurado. El juez la amplió a principios de este mes para prohibir los comentarios sobre su propia familia después de que el expresidente Trump señalara en las redes sociales que la hija del juez es asesora política del Partido Demócrata.
El presidente Trump puede hacer comentarios críticos sobre el propio juez y el Sr. Bragg. Sus abogados han argumentado en documentos judiciales que la orden de silencio pone en peligro los derechos del expresidente recogidos en la Primera Enmienda y han señalado que es el principal candidato del Partido Republicano a la presidencia.
«Quiero recuperar mi VOZ. Este juez corrupto me ha amordazado. ¡Inconstitucional! La otra parte puede hablar de mí, ¡pero a mí no se me permite hablar de ellos! ¡Juicio amañado», escribió también el expresidente Trump el pasado fin de semana.
Al mismo tiempo, el juez ha denegado los argumentos de las organizaciones de noticias para televisar el proceso, aunque permitirá brevemente la presencia de fotógrafos en la sala. Según The Associated Press, Nueva York es uno de los estados más restrictivos en lo que se refiere a la retransmisión electrónica de los procedimientos judiciales.
La semana pasada, el presidente Trump describió a su exabogado, Michael Cohen, y a la Sra. Stormy Daniels como «¡dos personas detestables que, con sus mentiras y tergiversaciones, han costado muy caro a nuestro país!».
A lo largo de los años, tanto el Sr. Cohen como la Sra. Daniels han concedido numerosas entrevistas en las que han criticado al expresidente. Durante el fin de semana y el lunes, el Sr. Cohen escribió y compartió con frecuencia comentarios y posteos críticos con Trump en X, antes Twitter.
El presidente Trump declaró que tiene intención de testificar en su juicio. «Lo único que puedo hacer es decir la verdad», dijo en un reciente comentario público. «Y la verdad es que ellos no tienen un caso».
Mientras tanto, se espera que el Sr. Cohen suba al estrado. La Sra. Daniels, actriz de cine para adultos cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, también podría ser llamada como testigo.
Con información de Associated Press.
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