El presidente Donald Trump sugirió el viernes que su administración podría usar 300,000 millones de dólares para pagar una nueva ronda de pago de estímulo individual.
«Tenemos 300,000 millones de dólares en una cuenta que no hemos usado —300,000 millones de dólares. Y estamos dispuestos a usarlos. Estaría dispuesto a liberarlos, a reserva de lo que diga del Congreso, y a usarlos como dinero destinado al estímulo, e irían directamente al pueblo estadounidense», dijo durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. «Así que tenemos 300,000 millones de dólares en una cuenta que no necesitamos, porque las cosas van muy bien con la economía».
El presidente no explicó con detalle qué cuenta usará.
Enfatizó que la ley necesita la aprobación del Congreso y sugirió que ya había pedido permiso al poder legislativo.
«Todo lo que el Congreso tiene que hacer es decir: ‘Úsalo’. Si dicen: ‘Úsalo’—quisiera usarlo sin su permiso, pero supongo que no puedo hacerlo», dijo.
«Sí pregunté sobre ello», añadió.
Trump dijo que quiere que el dinero sea «puramente un estímulo» y que vaya directamente a las personas excepto a los extranjeros ilegales.
Sus declaraciones surgen en el momento en que las negociaciones sobre otro paquete de estímulo llegaron a un punto de estancamiento.
Después de promulgar un paquete de rescate financiero masivo en marzo, la Casa Blanca y los demócratas no han logrado avanzar en otro paquete de estímulo. Ambas partes no pudieron llegar a un acuerdo sobre el tamaño y las prioridades del proyecto de ley. Los demócratas quieren más ayuda para los estados y localidades en dificultades, mientras que la Casa Blanca no está dispuesta a dar dinero a los estados y ciudades endeudados debido a factores que no son consecuencia de la pandemia del virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus.
Trump firmó una orden ejecutiva ofreciendo una versión reducida del subsidio de desempleo. Al menos 39 estados han aceptado o han dicho que solicitarán subsidios federales que les permitan aumentar los beneficios semanales por 300 o 400 dólares.
Mientras tanto, la economía, después de una catastrófica caída en el trimestre de abril a junio, probablemente se esté expandiendo de nuevo. Las ventas de casas y autos han sido fuertes. Los precios de las acciones han alcanzado niveles récord.
El último informe de empleo publicado por el Departamento de Trabajo muestra que la economía de EE.UU. ha añadido aproximadamente 1.4 millones de empleos en agosto, mientras que el desempleo cayó al 8.4 por ciento, mejor de lo que los economistas anticipaban.
Mientras tanto, la Reserva Federal también ha empleado más medidas para apoyar la recuperación económica.
El jueves, el banco central anunció un cambio importante en la forma en que maneja las tasas de interés diciendo que planea mantener las tasas cerca de cero, incluso después de que la inflación haya superado su nivel límite del 2 por ciento, para ayudar a apoyar la economía. El cambio significa que las tasas de préstamo para los hogares y las empresas—desde los préstamos para automóviles e hipotecas para viviendas hasta la expansión de las empresas—probablemente se mantendrán en niveles muy bajos durante los próximos años. Detrás del modo de pensar de la Reserva Federal se encuentra una tasa de inflación obstinadamente baja que ha desafiado por mucho tiempo sus esfuerzos por elevarla y la creencia de que una tasa de desempleo excesivamente baja es de importancia crítica para la economía y para los ciudadanos estadounidenses.
Con información de Associated Press y Tom Ozimek.
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