El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este martes que el próximo viernes viajará a Alabama para supervisar los daños causados por el paso de varios tornados este fin de semana, que dejaron al menos 23 muertos en ese estado sureño.
«El viernes iré a Alabama. Ha sido una situación muy trágica, pero hay gente que está haciendo un muy buen trabajo», dijo Trump en un acto en la Casa Blanca durante el que firmó un decreto para aumentar las medidas de prevención del suicidio entre los veteranos estadounidenses.
Las autoridades de Alabama elevaron este lunes a 23 el número de víctimas mortales por el paso de los tornados en ese estado, entre ellas varios menores de edad, e informaron que decenas de personas resultaron heridas debido a la catástrofe.
La mayoría de las víctimas se produjeron en las zonas rurales cerca de la ciudad de Opelika, que cuenta con 26.000 habitantes y está próxima al estado de Georgia.
En su página web, el Centro Médico del Este de Alabama reveló que había recibido a al menos sesenta heridos por los tornados.
De acuerdo con el Servicio Nacional Meteorológico, una decena de tornados tocaron tierra en la tarde del domingo en los estados de Alabama y Georgia, con vientos de entre 215 y 265 kilómetros por hora.
La jornada del domingo fue la más mortífera por los tornados en Estados Unidos desde el 20 de mayo de 2013, cuando 24 personas perdieron la vida debido a «Moore», que devastó el estado de Oklahoma, según el Servicio Nacional Meteorológico.
Trump afirmó el lunes que había hablado «directamente con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias para que les dé un tratamiento sobresaliente al Gran Estado de Alabama y la maravillosa gente que ha sido devastada por los tornados».
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