En el último domingo antes de las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre, en dos mítines rivales, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a los votantes que si se añaden más políticas demócratas, estas pronto convertirían a Estados Unidos en Cuba o Venezuela, en cambio, el presidente Joe Biden argumentó que los republicanos podrían debilitar la democracia estadounidense.
Biden estuvo en Yonkers, Nueva York, haciendo campaña a favor de la actual gobernadora demócrata Kathy Hochul, que se encuentra en una reñida carrera con el representante Lee Zeldin, aspirante para convertirse en el primer gobernador republicano de Nueva York desde 2006.
Trump estuvo en Miami, en el tercero de sus cuatro mítines de campaña antes de las elecciones, haciendo campaña por el actual senador Marco Rubio (R-Fla.), que se espera que derrote a la aspirante demócrata Val Demings por el escaño del Senado de Florida.
El agregador de datos de encuestas RealClearPolitics calificó la carrera senatorial de Florida como «inclinada al GOP» y dio a Rubio una ventaja de 7,5 puntos.
Trump
«Los demócratas radicales quieren convertir a Estados Unidos en la Cuba comunista o la Venezuela socialista», dijo Trump a sus partidarios. «El Partido Republicano, nosotros estamos decididos a que Estados Unidos nunca sea un país socialista».
«Si no empezamos a ganar estas elecciones y a ganarlas a lo grande y de forma justa, vamos a acabar siendo un país comunista», añadió Trump.
El expresidente afirmó que millones de hispanoamericanos se han unido al movimiento Make America Great Again (MAGA-Hagamos a Estados Unidos Grande de Nuevo).
«La dirección socialista, comunista y marxista del Partido Demócrata radical es una de las mayores razones por las que los hispanoamericanos se están uniendo a nuestro movimiento por millones y millones y millones», dijo Trump.
«Muchos hispanoamericanos tienen raíces en naciones que han sido destruidas por estas viles ideologías», prosiguió el expresidente. «Ellos no quieren que eso ocurra aquí».
Alrededor de 34.5 millones de votantes latinos tendrán derecho a votar en las elecciones de medio mandato, según el Centro de Investigación Pew. Eso significa que el grupo étnico representa el 14.3 % de todos los votantes elegibles en las próximas elecciones.
Según una encuesta de Spectrum News/Siena College (pdf) publicada la semana pasada, la mayoría de los votantes latinos de Florida tienen una opinión muy favorable de los candidatos del Partido Republicano. Para la carrera por la gobernación del estado, el 61 % de los encuestados dijo que votaría por el actual gobernador Ron DeSantis, mientras que el 36 % dijo que elegiría al aspirante demócrata, el representante Charlie Christ.
El 52 % dijo que da su voto a Rubio, mientras que Demings solo recogió el 23 % de apoyo en la encuesta. A su vez, el 61 % dio una opinión desfavorable de Biden, mientras que el 46 % dijo que vía a Trump de forma negativa.
Lo más importante es que el 67 % de los votantes latinos de Florida, el Estado del Sol, cree que Estados Unidos va en la dirección equivocada, mientras que solo el 22 % dijo que el país está en el camino correcto.
«Cuando yo hablé de la frontera, ¿saben quiénes eran los mayores fanáticos de eso? Los hispanos, los latinos. Ellos sabían más sobre la frontera que nadie», indicó Trump. «Ellos entendían el crimen mucho mejor que esos necios que nosotros tenemos en D.C.».
En un momento del mitin, el exmandatario instó a sus seguidores a votar tanto por Rubio como por DeSantis.
Trump caracterizó a Rubio como un «increíble campeón de los trabajadores y las familias de Florida», un «verdadero guerrero conservador» y un «candidato de la ley y el orden».
En cuanto a Demings, el expresidente la criticó por ser una «demócrata radical» que votó por «cada uno de los proyectos de ley de gasto causantes de inflación de Joe Biden».
«Si ustedes quieren detener la destrucción de nuestro país y salvar el sueño estadounidense, no se escucha demasiado sobre el sueño estadounidense en los últimos dos años, entonces este martes, deben salir a votar a los republicanos en esta gigantesca ola roja», dijo Trump.
Biden
En el Sarah Lawrence College de Yonkers, Biden dijo que las elecciones del 8 de noviembre serán uno de los «puntos de inflexión» en la historia del país, uno que determinará los próximos 20 años.
«La democracia está literalmente en la papeleta de voto», declaró Biden. «Si ustedes se presentan y votan, la democracia se mantiene, no es una broma (…) esto importa. Está en sus manos».
«Todos sabemos en nuestros huesos que nuestra democracia está en peligro», continuó Biden. «Nosotros sabemos que este es el momento para que su generación la defiendan, para que la preserven, la elijan. Quiero que ustedes sepan que vamos a afrontar este momento».
Los expertos han sopesado el énfasis de la izquierda en salvaguardar la «democracia estadounidense», en la que el Partido Demócrata considera que su gobierno equivale a lo que significa la «democracia«, en contraposición al significado tradicional de gobierno del pueblo. Otro argumentó que los llamados de los demócratas para salvar la democracia se han convertido en la nueva «colusión rusa«.
Victor Davis Hanson, miembro distinguido del Center for American Greatness, escribió en un artículo de opinión publicado por The Epoch Times en diciembre del año pasado que las preocupaciones de la izquierda sobre la democracia eran, de hecho, su miedo a perder el poder en 2022 y 2023, ya que «la democracia funcionará con demasiada solidez» a medida que los votantes rechacen sus políticas fallidas.
Biden alabó a Hochul y criticó la oposición de Zeldin a la agenda demócrata, incluyendo su oposición a la prohibición de armas, a la Ley de Reducción de la Inflación del presidente y a la condonación de la deuda estudiantil.
«Ella es alguien que toma iniciativas. Ella hace las cosas», dijo Biden. «Nueva York, tiene dos días, dos días para asegurarse de que el resto de Nueva York conoce lo bueno que tienen en Kathy Hochul.
«Ella está reparando carreteras, puentes, construyendo estaciones de carga de vehículos eléctricos en Nueva York, ampliando el acceso a Internet de alta velocidad, limpiando los sistemas de agua», añadió Biden.
En julio, la Cámara de Representantes aprobó la «Ley de Prohibición de Armas de Asalto» por una votación mayoritariamente partidista con 217-203 preferencias. Los republicanos argumentaron que el proyecto de ley constituía una violación de los derechos de la Segunda Enmienda de los estadounidenses.
Para hacer frente a la preocupación de los votantes por la delincuencia en Nueva York, Zeldin dijo que declararía la emergencia criminal y pondría fin a la fianza sin dinero en efectivo si es elegido.
«Esta elección no es un referéndum», declaró Biden. «Es una elección. Es una elección entre dos visiones fundamentalmente diferentes de Estados Unidos».
Algunos republicanos, incluido Trump, dicen que las elecciones son un referéndum sobre el liderazgo y las políticas de Biden.
Según una encuesta realizada en octubre (pdf) por USA Today y la Universidad de Suffolk, el 43 % de los votantes está de acuerdo con la afirmación: «Quiero que mi voto cambie la dirección en la que el presidente Biden está dirigiendo la nación». Mientras tanto, el 28 % dice «Quiero que mi voto apoye la dirección que el presidente Biden está llevando a la nación».
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