La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés) reconoció el viernes que permitía a los inmigrantes ilegales presentar órdenes de arresto como identificación para subir a los aviones, pero dijo que estaba poniendo fin a esa práctica.
«Para los no ciudadanos y los no nacionales de EE. UU. que no tienen otras formas aceptables de identificación para presentar en los puntos de control de seguridad, la TSA también puede aceptar ciertos formularios emitidos por el DHS, incluyendo el formulario I-200 del ICE (Orden de Arresto de un Extranjero)», dijo un portavoz de la agencia a The Epoch Times en un correo electrónico.
La TSA forma parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que también incluye al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Más tarde, sin embargo, el mismo portavoz indicó que la política había sido cambiada.
«Para confirmar la identidad de un individuo y asegurarse de que no está en la lista de exclusión aérea o supone una amenaza conocida para la seguridad pública o nacional, la TSA verifica la identidad de cada viajero antes de que se le permita entrar en la zona segura de un aeropuerto. Los no ciudadanos que no dispongan de una forma de identificación estándar pueden presentar a un agente de la TSA determinados formularios emitidos por el DHS. Estos formularios son documentos civiles de infracción de inmigración, no incluyen órdenes de detención penal y no son indicativos de una amenaza para la seguridad pública o nacional», dijo.
La TSA afirma que confirma la identidad de cada persona verificando la información que figura en los formularios con datos de Aduanas y Protección de Fronteras.
Daily Caller fue el primero en reportar sobre el hecho de que el gobierno de Biden permita que los inmigrantes ilegales presenten órdenes de detención.
El cambio de política se produjo después de protestas por la inusual práctica.
Matthew Tragesser, portavoz de la Federación para la Reforma de la Inmigración Americana, dijo a The Epoch Times en un correo electrónico antes del cambio que la orientación era «una afrenta a los ciudadanos estadounidenses, y pone en gran peligro nuestra seguridad nacional».
«De ninguna manera, ni forma, se permitiría a un ciudadano estadounidense subir a un vuelo de Estados Unidos simplemente mostrando una orden de arresto. En todo caso, eso causaría una preocupación inmediata a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Esta medida desmesurada del gobierno de Biden ayuda e instiga el comportamiento criminal. En lugar de facilitar la inmigración ilegal en el interior, la administración debería tratar de disuadirla, ya que más de 2 millones de personas intentaron entrar ilegalmente en el país durante su primer año de mandato, un récord histórico», añadió.
En el tiempo que lleva Biden en la presidencia, Estados Unidos batió el récord de detenciones de inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México, tanto en un año fiscal como en un año natural.
Biden, un demócrata, y altos funcionarios de su administración han alterado dramáticamente o puesto fin a políticas clave de la era Trump desde que asumió el cargo, incluyendo la detención de la construcción del muro fronterizo y la reducción del uso de los poderes de emergencia sanitaria para expulsar a los extranjeros ilegales.
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