Twitter bloqueó la cuenta de National File, un sitio web de noticias de tendencia conservadora, después de que reportara sobre un tuit de una mujer que afirmaba que su sobrino de 13 años había muerto tras recibir una segunda dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer.
Un portavoz de Twitter confirmó a los medios de comunicación que bloqueó la cuenta de National File durante 12 horas «por error». La cuenta ha sido restablecida desde entonces, pero el sitio web ha dicho ahora que el gigante de las redes sociales «ha suspendido» al reportero Jack Hadfield «por celebrar la decisión de Twitter de revertir la suspensión» del posteo.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Twitter para solicitarle comentarios.
Según National File, el reporte que desencadenó la acción de Twitter incluía las afirmaciones de una mujer, Tami Burages, que dijo que su sobrino murió después de recibir la vacuna.
«Nuestra familia está devastada. Me costó mucho poner esto en Twitter. Estoy a favor de las vacunas. Vacunamos a mi propio hijo de 14 años tan pronto como estuvo disponible. Sé que es *muy segura*. Pero Jacob está muerto ahora», escribió en un tuit ahora borrado.
Las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las vacunas estipulan que la mayoría de las vacunas contra el COVID-19 no deben administrarse a los niños, aunque un grupo consultivo autorizó en junio la administración de la vacuna de Pfizer a niños mayores de 12 años.
«Los niños no deben ser vacunados por el momento», dice en negrita la página de la OMS sobre las vacunas contra el COVID-19.
Un portavoz de la OMS dijo a The Epoch Times el martes que «se necesitan más pruebas sobre el uso de las diferentes vacunas contra el COVID-19 en niños para poder hacer recomendaciones generales sobre la vacunación de los niños contra el COVID-19».
«Los ensayos de vacunas para niños están en curso y la OMS actualizará sus recomendaciones cuando las pruebas o la situación epidemiológica justifiquen un cambio de política», dijo el portavoz.
En mayo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) declaró que la vacuna COVID-19 de Pfizer era segura para niños de hasta 12 años, aunque, durante un panel consultivo de la FDA celebrado a mediados de junio, los expertos discreparon sobre si las vacunas COVID-19 debían administrarse a los niños.
Algunos miembros del comité que desconfiaban de la administración de las vacunas a los niños dijeron estar preocupados por los hallazgos de investigadores israelíes que citaban un número elevado de miocarditis, o inflamación del corazón, en varones de entre 16 y 30 años después de haber recibido la inyección de Pfizer.
«Ciertamente necesitamos una vacuna pediátrica, ese no es el tema de lo que estamos discutiendo hoy, la pregunta es en qué momento tendremos datos suficientes (…) Hay cuatro hospitalizaciones por cada millón de niños, eso no es una emergencia y es una tasa de hospitalización muy baja», dijo Cody Meissner, profesor de pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad Tufts.
Al citar la preocupación por la posible relación entre las vacunas de ARNm, como las fabricadas por Pfizer o Moderna, y la miocardiopatía en los niños, Meissner dijo que la FDA debería esperar.
«Antes de empezar a vacunar a millones de adolescentes y niños es muy importante averiguar cuáles son las consecuencias», subrayó en la reunión del panel, y añadió: «No creo que podamos justificar [una autorización de uso de emergencia] que incluya a los niños».
Hace varias semanas, la cuenta de Twitter de la exasesora de campaña del presidente Bill Clinton, Naomi Wolf, fue suspendida permanentemente. Twitter explicó a los medios de comunicación que Wolf, según la compañía, compartió desinformación sobre las vacunas COVID-19.
En los últimos meses, Twitter y su CEO, Jack Dorsey, han suscitado importantes críticas por sus políticas y decisiones de prohibición de usuarios destacados, entre ellos el expresidente Donald Trump.
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