La investigación de impeachment anunciada por los republicanos de la Cámara de Representantes contra el presidente Joe Biden se centra en su implicación con Ucrania, al igual que el país de Europa del Este ocupó un lugar destacado en el primer juicio político contra el presidente Donald Trump. De hecho, ambos impeachments tocan el mismo incidente, pero desde lados opuestos.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (republicano por California), anunció la investigación del impeachment el 12 de septiembre, resumiendo los resultados de las pesquisas hasta la fecha, incluyendo casi 20 millones de dólares en supuestos pagos de fuentes extranjeras a la familia Biden y asociados, las comunicaciones pasadas del presidente con su hijo Hunter Biden sobre sus negocios en el extranjero, así como las acusaciones de denunciantes de que el Departamento de Justicia extendió un trato especial a la familia Biden.
«Se trata de acusaciones de abuso de poder, obstrucción y corrupción que merecen una investigación más a fondo por parte de la Cámara de Representantes», declaró McCarthy.
La pieza central de las acusaciones se remonta a 2016, cuando el entonces vicepresidente Biden utilizó una garantía de préstamo de mil millones de dólares como palanca para que Ucrania despidiera al fiscal Victor Shokin, que estaba investigando a la compañía energética ucraniana Burisma. En aquel momento, el hijo del vicepresidente, Hunter Biden, cobraba un millón de dólares al año por formar parte del consejo de administración de la compañía y los socios de Burisma le presionaban para que se asegurara de que se anulaba cualquier investigación sobre el propietario de la empresa.
Fue el hecho de que el presidente Trump solicitara ayuda al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy para investigar este asunto durante una llamada telefónica de 2019 lo que llevó a los demócratas de la Cámara de Representantes a iniciar una investigación de impeachment contra él y, posteriormente, a votar a favor de su destitución. El presidente Trump fue absuelto por el Senado liderado por el Partido Republicano en ese momento.
Ucrania ha sido durante mucho tiempo un crisol de tensiones geopolíticas, que culminaron con la invasión rusa del país en 2022. Hunter Biden recibió el cargo en 2014, tres meses después de que el vicepresidente Biden fuera designado por el presidente Barack Obama como «hombre clave» para Ucrania.
El Sr. Shokin fue nombrado fiscal general de Ucrania en febrero de 2015 y ese mismo año comenzó a preparar un caso de blanqueo de capitales vinculado a Burisma.
El 2 de noviembre de 2015, Hunter Biden recibió un correo electrónico del asesor del propietario de Burisma, Mykola Zlochevsky, Vadym Pozharskyi, en el que le exigía «entregables» y le decía que el «propósito final» era «cerrar cualquier caso o persecución» contra Zlochevsky.
Varias semanas después, el vicepresidente Biden visitó Ucrania y, entre otras cosas, exigió la destitución del Sr. Shokin.
Aunque hubo algunas acusaciones de que el Sr. Shokin era corrupto, el gobierno estadounidense parecía satisfecho con su desempeño.
Apenas unas semanas antes de la visita del vicepresidente, un grupo de trabajo conjunto de funcionarios de los Departamentos de Estado, del Tesoro y de Justicia de Estados Unidos consideró que los avances de Ucrania en la lucha contra la corrupción eran suficientes para obtener otra garantía de préstamo de 1.000 millones de dólares.
Además, Victoria Nuland, entonces secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, escribió a Shokin en junio de 2015 diciéndole «nos ha impresionado el ambicioso programa de reformas y lucha contra la corrupción de su gobierno.»
Cuando el entonces presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, no atendió inicialmente la petición del vicepresidente Biden, este amenazó con retener la garantía de préstamo de 1.000 millones de dólares. Más tarde se jactó del incidente durante un evento del Consejo de Relaciones Exteriores en 2018.
El 25 de julio de 2019, cuando el presidente Trump llamó al presidente Zelenskyy para felicitarlo por ganar la mayoría en el parlamento ucraniano, mencionó que le gustaría que Ucrania examinara las circunstancias del despido del Sr. Shokin y el papel del exvicepresidente Biden en el asunto. Dijo que el entonces Fiscal General Bill Barr le llamaría para hablar del asunto.
«Se habla mucho del hijo de Biden, de que Biden detuvo la acusación y mucha gente quiere averiguar sobre eso, así que cualquier cosa que puedas hacer con el Fiscal General sería genial, Biden fue por ahí presumiendo de que detuvo la acusación, así que si puedes investigarlo…», a mí me parece horrible», dijo.
Los demócratas lo interpretaron como que el presidente Trump estaba abusando de su poder para que se investigara a su oponente político.
El presidente Trump ha insistido en que no había nada malo en la llamada y que los demócratas trataban de encubrir la corrupción de la familia Biden.
Los republicanos dicen ahora que sí hubo corrupción digna de ser investigada. Además del dinero que Hunter Biden recibió en Ucrania, también señalan pagos de Elena Baturina, la esposa de un ex alcalde de Moscú, así como dinero de empresas vinculadas al Partido Comunista Chino.
También aprovechan las pruebas que contradicen las afirmaciones del presidente Biden de que nunca habló con su hijo de sus negocios en el extranjero y de que había un «muro» entre esos negocios y su cargo oficial.
«No solo hablaron de negocios, hablaron de estrategia, hablaron de cuándo iban a reunirse con estas personas, hablaron de cuál iba a ser la narrativa, de cómo iban a mentir al pueblo estadounidense cuando se supiera que estaban siendo investigados por corrupción en Ucrania y siendo investigados por delitos fiscales y cosas por el estilo…», el representante James Comer (republicano de Kentucky), que preside el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, declaró recientemente a Newsmax.
«Nunca hubo un muro entre Joe Biden y los turbios negocios de su familia, y creo que lo que vamos a descubrir es que Joe Biden no solo los conocía, sino que Joe Biden fue el cabecilla de todos los delitos que ha cometido su familia».
El Sr. McCarthy puso al Sr. Comer al frente de la investigación junto con el representante Jim Jordan (republicano de Ohio), jefe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, y el representante Jason Smith (republicano de Mo.), jefe del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.
«Independientemente de su partido o de a quién haya votado, estos hechos deberían preocupar a todos los estadounidenses», declaró McCarthy.
«El pueblo estadounidense merece saber que los cargos públicos no están en venta y que el gobierno federal no está siendo utilizado para encubrir las acciones de una familia políticamente asociada.»
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