El 3 de diciembre, Ucrania criticó un acuerdo de hace décadas por el que el país renunciaba a sus armas nucleares a cambio de seguridad que, según dice, nunca se materializó.
Kiev quiere que los miembros de la OTAN inviten al país a unirse al bloque en una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la alianza que comienza el martes, mientras la invasión rusa de Ucrania se acerca a su marca de tres años y Rusia gana terreno en el campo de batalla.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania citó el Memorando de Budapest de 1994, por el que Kiev renunció al tercer arsenal nuclear más grande del planeta a cambio de garantías de seguridad, incluidas las de Moscú, tras el colapso de la Unión Soviética.
«Hoy, el Memorando de Budapest es un monumento a la miopía en la toma de decisiones estratégicas en materia de seguridad», escribió el Ministerio en un comunicado, antes del tercer aniversario de la firma del memorando, el 5 de diciembre.
La declaración añadía que el acuerdo «debería servir para recordar a los actuales líderes de la comunidad euroatlántica que construir una arquitectura de seguridad europea a expensas de los intereses de Ucrania, en lugar de tenerlos en cuenta, está destinado al fracaso».
Ucrania ha lamentado públicamente el memorando desde 2014, cuando las tropas de Moscú se anexionaron la península de Crimea.
Los combates en el este, que causaron miles de muertos, se detuvieron provisionalmente en virtud de los llamados acuerdos de Minsk.
Esto se vino abajo en 2022, cuando Rusia lanzó su invasión de Ucrania en febrero de ese año.
A medida que Ucrania se acerca a los tres años de guerra con Rusia, Kiev se ha resistido a la idea de volver a negociaciones similares que puedan resultar en un alto el fuego temporal.
«Basta ya del Memorándum de Budapest. Basta ya de los Acuerdos de Minsk. Dos veces es suficiente, no podemos caer en la misma trampa una tercera vez. Sencillamente, no tenemos derecho a hacerlo», ha declarado anteriormente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Kiev exige sólidas garantías de seguridad y la admisión en la alianza de la OTAN.
La declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores hace un llamamiento a Washington y Londres, ambos firmantes del Memorando de Budapest, así como a París y Beijing —que, según Kiev, también respaldaron el memorando— para que apoyen la concesión de garantías de seguridad a Ucrania.
«Estamos convencidos de que la única garantía real de seguridad para Ucrania, así como un elemento disuasorio para futuras agresiones rusas contra Ucrania y otros Estados, es la plena integración de Ucrania en la OTAN», declaró.
Rusia considera la idea de la entrada de Ucrania en la OTAN una amenaza intolerable para su seguridad, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha tachado repetidamente de «provocadora» la expansión de la organización.
El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, eludió varias preguntas sobre el posible ingreso de Ucrania en la alianza durante una rueda de prensa celebrada el martes en Bruselas.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo el 1 de diciembre que la devolución de armas nucleares a Kiev no estaba sobre la mesa de Estados Unidos.
«Eso no se está considerando, no. Lo que estamos haciendo es dotar a Ucrania de diversas capacidades convencionales para que pueda defenderse eficazmente y plantar cara a los rusos, no [darles] capacidad nuclear», declaró a ABC News el 1 de diciembre.
Con información de Reuters
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