La UE está luchando por hacer cumplir las amplias sanciones que ha impuesto contra los oligarcas rusos debido a restricciones legales y problemas de aplicación, informó Reuters.
Los 27 estados miembros de la UE han impuesto una serie de sanciones contra Rusia en las últimas semanas desde el inicio de la “operación militar especial” del presidente Vladimir Putin en Ucrania.
Esas sanciones se han dirigido a muchos de los «oligarcas» súper ricos del país y aquellos con vínculos estrechos con Putin, incluidos políticos, empresarios, personal militar y más.
Sin embargo, aunque esas personas deberían ver sus cuentas bancarias y activos congelados bajo las sanciones, hasta ahora, solo una pequeña parte de sus fondos se han visto afectados, según Reuters.
Los temas clave son las restricciones legales y las dificultades para rastrear la riqueza de los oligarcas, entre otras cosas.
Incluso cuando existen sanciones, la mayoría de los países de la UE solo pueden congelar los activos, lo que significa que, si bien el estado no puede vender, transferir o incautar los activos, sus propietarios aún pueden usarlos, informó Reuters.
Esto significa efectivamente que un ciudadano ruso que ha sido sancionado por la UE podría continuar viviendo en una casa incluso después de que las autoridades la hayan congelado.
“En la mayoría de los estados miembros, esto no es posible y es necesaria una condena penal para confiscar los activos”, dijo la Comisión Europea (CE) a Reuters.
Polonia se encuentra entre una serie de países que han abogado por que se impongan fuertes sanciones a Rusia. Sin embargo, el portavoz del gobierno, Piotr Muller, dijo a Reuters que el país necesitaría cambiar su constitución para permitirle incautar activos.
Francia congeló alrededor de 850 millones de euros pertenecientes a personas incluidas en la lista negra, incluidas propiedades y yates, dijo el Ministerio de Finanzas a la agencia de noticias. Pero aún así, los propietarios pueden usar sus activos físicos.
En otra parte, los abogados italianos dijeron a Reuters que se necesitarían procedimientos legales separados para que el país pueda incautar los activos congelados.
Sin embargo, Bélgica parece haber tenido más éxito que cualquier otro país de la UE hasta el momento, ya que ha congelado aproximadamente 2700 millones de euros en cuentas bancarias y 7300 millones de euros en transacciones, informa Reuters.
El Ministerio de Finanzas del país dijo que no ha identificado ninguna propiedad que pertenezca directa o indirectamente a una persona incluida en la lista negra.
Rastrear los activos es otro problema, ya que muchos de los rusos que han sido sancionados por Occidente, como Alisher Usmanov, han transferido activos a empresas y cuentas en el extranjero.
Un portavoz del magnate de los negocios ruso nacido en Uzbekistán, Usmanov, quien ha sido sancionado por la Unión Europea, el Reino Unido, los Estados Unidos y Suiza, dijo esta semana que ya no posee muchas de sus antiguas propiedades, lo que significa que podría evitar potencialmente tales penas.
Su portavoz le dijo a The Guardian que la mayoría de las propiedades del multimillonario en el Reino Unido, así como su yate, habían sido «transferidas hace mucho tiempo a fideicomisos irrevocables».
“A partir de ese momento, el señor Usmanov no era dueño de ellos, ni podía administrarlos ni negociar su venta, sino que solo podía usarlos en régimen de alquiler”, dijo el vocero. «Sres. Usmanov se retiró de los beneficiarios de los fideicomisos, donando sus derechos de beneficio a su familia”.
A pesar de esto, el gobierno del Reino Unido dijo que confiaba en que las sanciones impuestas a Usmanov seguirían siendo efectivas.
El informe de Reuters llega poco después de que Estados Unidos sancionara a más de 400 élites rusas, miembros de la Duma y compañías de defensa el 24 de marzo.
En total, como parte de una respuesta coordinada entre la Unión Europea y el G7 y Estados Unidos, más de 600 rusos han sido sancionados.
También se ha establecido una iniciativa centrada en la evasión de sanciones entre los EE. UU., los líderes del G7, y la UE que «compartirá información y coordinará las respuestas relacionadas con las medidas evasivas destinadas a socavar la eficacia y el impacto de nuestras acciones conjuntas de sanciones», según la Casa Blanca.
“Juntos, no permitiremos la evasión o el relleno de sanciones. Como parte de este esfuerzo, también involucraremos a otros gobiernos en la adopción de sanciones similares a las ya impuestas por el G7 y otros socios”, según una hoja de prensa de la Casa Blanca.
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