El secretario del Partido Comunista de Xinjiang, Chen Quanguo, el 2 de abril respondió por primera vez al público sobre la campaña de boicot al algodón de Xinjiang, que ganó adeptos entre las grandes empresas.
El año pasado, Estados Unidos impuso sanciones a cuatro funcionarios chinos por graves violaciones de los derechos humanos en Xinjiang, una remota región del noroeste de China. Siendo el máximo responsable del gobierno en la zona, Chen fue el primero de la lista de sancionados.
«Algunas fuerzas inventaron y propagaron un gran número de mentiras e información falsa sobre Xinjiang para desprestigiar la imagen de Xinjiang», dijo Chen, promoviendo la «historia de Xinjiang» como una de las más exitosas de la historia en materia de derechos humanos.
El secretario del PCCh hizo estos comentarios durante una ceremonia para recibir a una delegación extranjera de diplomáticos de más de 20 países, encabezada por el secretario general de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), Vladimir Norov, exministro de Asuntos Exteriores de Uzbekistán. El grupo estuvo en Xinjiang entre el 30 de marzo y el 2 de abril.
El minorista de moda sueco H&M emitió una declaración en septiembre del año pasado, en el que afirmó que la empresa dejaría de abastecerse del algodón de Xinjiang, ya que estaba «profundamente preocupado» por los informes sobre trabajos forzados en la región, en contra «minorías etno religiosas».
Seis meses después, el 24 de marzo, la Liga de la Juventud Comunista de China emitió una declaración oficial en la que pidió a los chinos que boicoteen las marcas occidentales como H&M, Nike y Adidas, porque se habían unido a la campaña de boicot al uso del algodón de Xinjiang.
Desde entonces, tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como el de Comercio de China se opusieron a las sanciones occidentales y al boicot al algodón de Xinjiang, alegando que «fuerzas externas» estaban tratando de difamar a China.
«Los llamados trabajos forzados en la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, son inexistentes y totalmente imaginarios, y el impecable algodón blanco de Xinjiang no admite calumnias», declaró un portavoz del ministerio de Comercio chino el 24 de marzo.
Historia represiva de Chen
Según la organización Free Tibet, con sede en Londres, durante el mandato como jefe del Partido Comunista en Tíbet, entre 2011 y 2016, Chen adquirió una gran experiencia sobre cómo endurecer el control del PCCh sobre los grupos minoritarios.
Chen ordenó aumentar los controles policiales y el control estatal sobre los monasterios budistas, implementó la «gestión de cuadrículas» en las comunidades e intensificó la red de vigilancia del Tíbet.
Después de asumir el cargo en Xinjiang en 2016, implementó la detención a gran escala, y rápidamente reprodujo en su nuevo territorio el modelo de gestión de mano dura que practicó en Tíbet.
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