WASHINGTON—Los activistas de derechos humanos afirmaron que el deseo de libertad del pueblo chino mantendrá el impulso del movimiento de la hoja en blanco del año pasado incluso después de que finalizó la política de cero-COVID de China.
Hace un año, el 24 de noviembre, un incendio mortal en un rascacielos de Urumqi, capital de la región occidental china de Xinjiang, desencadenó el movimiento. Los residentes culparon a los draconianos cierres COVID-19 del Partido Comunista Chino (PCCh) de retrasar la respuesta del personal de emergencia al incendio, lo que provocó más muertes; muchos creen también que el número de víctimas mortales es mucho mayor que la cifra oficial de 10.
En más de 19 ciudades, incluidas Beijing y Shanghai, se produjeron manifestaciones para honrar a los fallecidos y expresar el descontento. En esas concentraciones espontáneas, la gente sostenía hojas de la hoja en blanco para protestar contra los controles de la pandemia y la falta de libertad de expresión.
«Llega un momento en que la tiranía se hace tan evidente, y la censura tan prepotente, que los eslóganes, los argumentos y los manifiestos ya ni siquiera son necesarios», dijo el representante Mike Gallagher (republicano de Wisconsin), presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, en una concentración para conmemorar el primer aniversario del movimiento de la hoja en blanco.
«Todo lo que se necesita es una hoja de papel en blanco. Todo el mundo puede rellenar el contenido, incluso los opresores», añadió.
Larga duración
Julie Millsap, directora de relaciones gubernamentales del Proyecto de Derechos Humanos de los Uigures (UHRP), declaró a The Epoch Times que el impacto del movimiento sería «duradero». Consideró que las protestas de la hoja en blanco eran «un fuerte indicio de que la gente sí desea la libertad».
Dijo que los acontecimientos que marcaban su primer aniversario eran «un testimonio bastante fuerte del potencial para una mayor disidencia contra el régimen chino». «Así que creo que esto es una chispa que seguirá creciendo hasta convertirse en una llama más grande».
Zhou Fengsuo, director ejecutivo de Derechos humanos en China, se mostró de acuerdo. Para él, el movimiento significó un momento crítico en China porque el pueblo chino, por primera vez, pidió públicamente la dimisión del PCCh. También pensó que las protestas impulsaron en parte al PCCh a poner fin a la política de cero COVID un mes después, en diciembre.
Dijo que muchos de los participantes en el movimiento habían probado el sabor de la libertad y no estaban dispuestos a rendirse. Según Zhou, la influencia en la generación joven de China continental es la más valiosa.
El PCCh está en el centro de la atrocidad
El Sr. Gallagher considera que el movimiento de la hoja en blanco forma parte de un problema mayor: la amenaza del PCCh.
«Tenemos que entender lo que es el Partido Comunista Chino, que es una entidad profundamente marxista-leninista que no sólo tiene ambiciones internas, no sólo ambiciones regionales, sino ambiciones globales que están diseñadas para socavar a Estados Unidos y reemplazarnos como líder mundial», dijo a The Epoch Times. «Y a menos que entendamos eso y la naturaleza de este régimen, no vamos a tener una política exitosa en el futuro».
Prometió que su comisión «continuará arrojando luz no sólo sobre este asunto concreto —la protesta contra Bridgeman y la hoja en blanco—, sino sobre las continuas violaciones de los derechos humanos en toda China».
A principios de este año, Gallagher propuso para el Premio Nobel de la Paz a Peng Lifa, también conocido como «el hombre puente» por su protesta unipersonal en el puente Sitong de Beijing en 2022 contra el régimen autoritario del PCCh.
Lesley, una china que vive en Boston, viajó a Washington para asistir a la manifestación. Utiliza un alias por miedo a represalias del PCCh.
Dice que el pasado noviembre repartió folletos sobre el movimiento de la hoja en blanco y publicó en Internet artículos de apoyo a Bridgeman. Luego, sus familiares en China fueron acosados durante esta primavera.
«El desafío del pueblo chino siempre provocó una represión y un lavado de cerebro más severos por parte del PCCh», declaró a The Epoch Times. «Espero que la sociedad internacional pueda ayudar, porque no es sólo una cuestión de chinos esclavizados. Es una cuestión de que el PCCh utiliza el dinero y los recursos del pueblo chino contra todo el mundo libre».
Añadió que la libertad del pueblo chino traerá un mundo mejor. Dijo que ella y otros seguirían trabajando para compartir más información sobre China en inglés.
«Cuando aumente la transparencia, creo que las políticas internacionales la seguirán», afirmó.
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