Comentario
La carrera por la nominación presidencial demócrata comenzó a los pocos días de las elecciones intermedias de 2018. Desde entonces, ha pasado un año, dos docenas de aspirantes han manifestado su candidatura y hubo siete debates, pero aún no hay claridad sobre quién será el candidato elegido. Las razones son simples y no presagia nada bueno para los demócratas en el futuro.
Razón número #3: Es tan fácil postularse para Presidente
En la era del Internet y de los medios masivos de comunicación, postularse para presidente se ha vuelto bastante fácil. Como resultado, las campañas presidenciales son espacios abarrotado de candidatos.
En los viejos tiempos, en el año 2000, digamos, postularse para presidente requería identificarse con algún nombre político, conexiones y mucho dinero. El número de candidatos viables, por lo tanto, era generalmente bastante reducido. Cuando George W. Bush en ese entonces había recaudado la ahora ya irrisoria cifra de 100 millones de dólares para enero del 2000, casi se había acaparado la campaña de las primarias republicanas.
En 2016, en contraste, los republicanos tenían más de 15 candidatos. En el presente ciclo, un montón de candidatos desconocidos y muchos personajes con poco mérito manifestaron postularse para la nominación demócrata. Tomemos la candidatura de Beto O’Rourke. Causó sensación en el 2016 porque la tecnología le permitió recaudar fondos en todo el país de una manera que se sobredimensionó su persona. Cuando llegó a nivel nacional, rápidamente cayó a tierra y se retiró.
El alcalde Pete Buttigieg es la estrella fugaz de los demócratas de 2020. Ha llevado a cabo una campaña muy exitosa, incluyendo la recaudación de enormes cantidades de dinero, aunque pocos creen que pueda ganar la nominación. Esa es una gran hazaña para un hombre cuyas pretensiones a la fama incluyen la obtención de 8515 votos para ser reelegido como alcalde de South Bend, Indiana. Sí, no apreté mal el teclado -recibió solo 8515 votos- y ahora se presenta a la presidencia y recauda casi 25 millones de dólares por trimestre.
Sin embargo, resulta que un espacio abarrotado de dos docenas de candidatos, sin un candidato de consenso (véase la razón #2 más abajo), se prestan a prolongar las primarias como las están experimentando ahora los demócratas .
Razón #2: No hay un candidato demócrata de consenso
En el 2016, los demócratas no tenían un espacio albarotado y lleno de aspirantes. La carrera abierta al sillón presidencial atrajo a más de 15 republicanos bastante prominentes. Por otro lado, la carrera demócrata, rápidamente se redujo a dos candidatos: Hillary Clinton y Bernie Sanders.
Para la mayoría de los demócratas, especialmente para el establishment demócrata, Hillary Clinton fue la candidata de consenso. Bernie Sanders, solo se identifica como demócrata cuando se postula para la presidencia. De lo contrario, es un socialista disfrazado de independiente. Con ese perfil, Sanders nunca será un favorito del establishment de los demócratas.
Por muchos medios, y muchas veces de manera injusta, los demócratas y el Comité Nacional Demócrata se aseguraron de que su candidato de consenso obtuviera la nominación por encima del intruso socialista Bernie Sanders en 2016.
Todo esto lleva a la Razón #1 y la Razón #1 es también la razón por la cual los demócratas no tienen actualmente un candidato de consenso.
Razón #1: El partido demócrata está profundamente dividido
¿Quién habla hoy por el Partido Demócrata? ¿Cuáles son sus principios fundamentales? ¿Existe un solo vocero o conjunto de principios?
La respuesta, por supuesto, es no. Los demócratas están mucho más divididos que los republicanos.
Hay que considerar esto: el enorme ala gubernamental/socialista del Partido Demócrata, compuesta por Bernie Sanders y Elizabeth Warren, tiene más del 35 por ciento del apoyo del Partido Demócrata. Actualmente, Sanders lidera a Warren. Si Warren se retirara, Sanders no solo se perfilaría líder en las encuestas de Iowa, Nueva Hampshire, Nevada y California, sino que también claramente sería líder en las encuestas demócratas nacionales.
Sin embargo, el espacio abarrotado (ver la Razón #3 arriba) divide el voto de esa ala del partido. Aun así, es más que probable que para finales de marzo, esa ala del partido tenga la mayor cantidad de delegados.
Los medios de comunicación de izquierda, el establishment demócrata y los grandes donantes demócratas, sin embargo, no quieren tener nada que ver ni con Sanders ni con Warren, y mucho menos con los partidarios de Sanders en forma de “Squad” (Alexandria Ocasio-Cortez). Algunos han llegado a decir que no participarán en la carrera presidencial si Sanders o Warren son los candidatos.
Es importante destacar que para los partidarios de Sanders en lugar de debilitar sus perspectivas, consideran a la falta de afecto que les tiene el establishment como una insigna de honor. Y eso los estimula.
Por supuesto, el candidato del establishment por defecto es Joe Biden. Según ellos, él es «elegible». Sin embargo, ha recaudado la mitad de dinero que Sanders, y los mítines de Biden siguen siendo bastante pequeños. En medio de esa división, un candidato de nicho como es el alcalde Pete Buttigieg también lo ha hecho bien.
El conjunto de todo esto es que hay varios espacios dentro del partido demócrata y no están jugando bien juntos. El grupo de extrema izquierda/socialista no quiere tener nada que ver con Biden. El establishment y los moderados no quieren tener nada que ver con Warren y Sanders.
Los votantes demócratas están tan divididos que un número suficientemente significativo de votantes, en cualquiera de los dos espacios demócratas, podría quedarse fuera de las elecciones contra Donald Trump. Eso, por supuesto, significa un gran problema para el candidato presidencial demócrata y los candidatos demócratas al Congreso y al Senado.
Sin embargo, ¡no se desespere! Quedan tres debates demócratas más por realizarse y tal vez hasta una convención negociada. En otras palabras, manténgase en sintonía porque, para los demócratas en el 2020, las primarias pueden no decidir nada en absoluto.
Thomas Del Beccaro es un aclamado autor, conferencista, escritor de opinión de Fox News, Fox Business y Epoch Times y ex presidente del Partido Republicano de California. Es el autor de las perspectivas históricas «La era dividida» y «El nuevo paradigma conservador».
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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