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Dos ataques de la mafia en Hong Kong, contra un legislador local y una practicante de una disciplina espiritual perseguida en China continental, generaron sospechas de que las fuerzas pro Beijing intentan silenciar las opiniones de los disidentes.
En la mañana del 24 de septiembre, el legislador del Partido Demócrata, Roy Kwong, se subió a su auto en un estacionamiento cerca de su casa en el barrio Tin Shui Wai. De repente fue sacado del vehículo por un hombre enmascarado. Otros cuatro hombres lo acorralaron; tres comenzaron a patearlo y golpearlo, mientras que el otro permaneció cerca y grabó el ataque, según lo que pudo recordar Kwong, de acuerdo a lo informado por la prensa de Hong Kong. El ataque duró menos de un minuto.
Sufrió lesiones en la cara, el cuello, las manos y los pies y un transeúnte lo llevó hasta un hospital cercano.
Se sospecha de una táctica para intimidar
Kwong asiste con frecuencia a las protestas antigubernamentales en Hong Kong para ayudar a mediar entre los manifestantes y la policía durante los enfrentamientos. Dijo que sospecha que el ataque tenía el propósito de intimidarlo por apoyar a los manifestantes, y que los atacantes podrían ser de China continental.
Las protestas comenzaron hace tres meses en oposición a un proyecto de ley de extradición que muchos consideran que menoscabaría la autonomía de Hong Kong. El territorio pasó del dominio británico al chino en 1997, bajo la garantía expresa de que se preservarían sus libertades, las cuales no existen en China continental.
“Los hongkoneses no se asustarán”, dijo Kwong a los periodistas en el hospital.
“Como legislador del pueblo de Hong Kong, es nuestro deber proteger a los hongkoneses. Si nos atacan por proteger a los hongkoneses, estudiantes y ciudadanos, entonces sería un escándalo internacional”.
Desde entonces, al menos 24 legisladores del Partido Democrático han firmado una declaración conjunta condenando el ataque. En un comunicado, un portavoz del gobierno de Hong Kong también condenó el ataque y dijo que la policía local investigaría el incidente.
Ataque a practicante de Falun Dafa
Alrededor de las 4 p.m. de esa misma tarde, Liao Qiulan, practicante de la disciplina espiritual Falun Dafa, también fue atacada mientras caminaba en el barrio de Lai Chi Kok.
Una amiga de Liao, de apellido Lau, la acompañaba en ese momento y describió el incidente a La Gran Época:
“Las tres estábamos caminando por la calle Cheung Shun. (…) Liao caminaba detrás de nosotros [Lau y otra amiga, la Sra. Ho]. Entonces, de repente, dos personas desconocidas caminaron hacia nosotras, sosteniendo un objeto de metal negro de 30 cm de largo, similar a un bastón”.
“Intrigada, los vi pasar junto a mí y a la Sra. Ho, y fueron derecho hacia Liao Qiulan”.
Lau dijo que los dos hombres, cuyos rostros estaban cubiertos por una tela negra, golpearon a Liao con el objeto metálico varias veces mientras las tres mujeres trataban de defenderse de los atacantes con sus carteras. Los hombres huyeron en un vehículo blanco que se encontraba cerca y se alejaron a toda prisa.
La cabeza de Liao sangraba profusamente. Las otras mujeres le pusieron un pañuelo en la frente para tratar de detener la hemorragia, pero la sangre lo empapó por completo.
Liao dijo que acababan de salir de una reunión con la policía en la estación de policía de Cheung Sha Wan para solicitar permiso para una manifestación el 1 de octubre, que es el 70 aniversario de la toma del poder en China por el Partido Comunista Chino.
Los practicantes de Falun Dafa celebran una marcha anual en esa fecha para arrojar luz sobre la continua persecución del régimen chino a los practicantes de la disciplina en China continental.
Falun Dafa, una disciplina espiritual con enseñanzas morales y ejercicios de movimientos lentos, se hizo popular en China durante la década de 1990, atrayendo a unos 100 millones de practicantes en 1999, según estimaciones de las autoridades chinas. El régimen chino vio la popularidad de la práctica como una amenaza a su autoridad, y lanzó una persecución a nivel nacional en julio de 1999. Millones de practicantes fueron arrestados y detenidos en campos de trabajo, prisiones, centros de lavado de cerebro y otros centros de detención, donde a menudo son torturados.
Según Minghui.org –un sitio web de Estados Unidos dedicado a informar sobre la persecución de la disciplina– hubo más de 4300 muertes confirmadas debido a la persecución. El verdadero número es desconocido debido a la dificultad de obtener información sensible de China, pero las estimaciones indican que el número es mucho mayor.
Aunque Falun Dafa se practica libremente en Hong Kong, en años recientes los practicantes han reportado ataques de organizaciones locales que responden al Partido Comunista Chino, como por ejemplo la Asociación de Asistencia a la Juventud de Hong Kong.
Kan Hung-chueng, portavoz local de Falun Dafa, expresó su firme condena al ataque y dijo que hay razones para creer que fue una táctica de agentes del Partido Comunista Chino para silenciar a los críticos de Beijing.
“A partir de este incidente y de lo que está sucediendo en Hong Kong en los últimos meses, podemos ver que el Partido Comunista Chino no solo reprime brutalmente a Falun Gong y a otras personas bondadosas, sino que también está extendiendo cada vez más sus manos negras y sus tácticas descaradas en Hong Kong”, dijo Kan.
“El mundo entero es testigo de todo esto: la represión y la persecución del pueblo de Hong Kong están a la vista del mundo”.
Instó a la policía local a llevar a los atacantes ante la justicia.
La oficina de Hong Kong de La Gran Época contribuyó con este artículo.
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