En 2016 se dio a conocer que un niño de 11 años de edad de Colombia cuidaba solo de sus tres hermanos menores. El menor fue aclamado como un héroe.
El menor llamado Juan Pablo y sus hermanos menores nunca supieron quién era su padre. Fueron criados por su madre hasta el día en que ella también desapareció. Juan esperó y esperó a que su madre regresara a casa, pero nunca lo hizo. Lo dejaron aceptar la realidad de que ella podría haberlos abandonado, o quizás algo drástico podría haberle ocurrido.
Desde entonces Juan se vio obligado a asumir la responsabilidad de criar a sus hermanos menores. Imagínense lo triste y asustado que estaba Juan al asumir el papel de «padre» a una edad tan temprana, destaca un informe de Primer Impacto.
Como todo «padre», Juan enviaba a sus hermanos a la escuela todos los días antes de ir a la escuela.
Después de la escuela, mendigaba en las bulliciosas calles de Bogotá, la capital de Colombia y con ellos se aseguró de tener suficiente dinero para comprar comida para sus hermanos.
Lamentablemente hubo días en que no podía conseguir suficiente dinero y lo único que podía hacer era buscar restos de comida de la basura. Pese a las dificultades Juan hizo todo lo que pudo para asegurar la supervivencia de sus hermanos.
Sus vecinos todavía estarían en la oscuridad sobre las dificultades de Juan si no fuera por el constante llanto de su hermano. Un día, un vecino escuchó gritos incesantes que venían de la casa de Juan y preocupado llamó a la policía.
La lamentable situación de Juan y sus hermanos salió a la luz cuando la policía llegó al hogar para investigar los sonidos. Resultó que uno de los hermanos se había caído y lloraba desconsolado a causa de un insoportable dolor. Para su sorpresa, el funcionario encontró a los cuatro niños viviendo solos. Supo entonces que Juan había asumido el papel de «padre» de sus hermanos menores.
Lo increible es que los niños estaban sanos y llevaban ropa limpia, a pesar de que estaban solos. Después de que fracasaron los intentos de contactar a sus padres, la policía envió a Juan y a sus hermanos a la agencia de bienestar familiar.
Nadie sabía cuánto tiempo Juan había estado cuidando a los pequeños, pero claramente, ¡hizo un trabajo excelente! Juan, que era maduro más allá de sus años, desarrolló un sentido de responsabilidad que no se veía a menudo en los niños de su edad.
Como era de esperar, se convirtió en un héroe después de que se publicaran en los periódicos locales noticias sobre él criando a sus tres hermanos menores. Ahora estamos contentos de que pueda volver a su vida de niño.
Esperamos que los cuatro sean bien atendidos por la agencia de bienestar familiar. Que los niños crezcan sanos, inteligentes y amables.
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