Comentario
La Teoría Crítica de la Raza (TCR) nunca estuvo destinada a limitarse a las aulas. Como escribió una vez Derrick Bell, el llamado padrino del movimiento de la TCR, «esperamos que la resistencia académica siente las bases de una resistencia a gran escala. Creemos que hay que resistirse a las normas e instituciones creadas por el poder blanco y que lo fortifican».
En otras palabras, la TCR no es solo una teoría académica; es un activismo del mundo real. Pero la lucha para derrotar esta nefasta campaña debe librarse en las aulas, donde los instructores pro-TCR están inculcando a los estudiantes estadounidenses el odio a su país.
Acabar con la TCR en la educación K-12 es la forma de detener la enfermedad, no solo sus síntomas, y evitar que las futuras generaciones perpetúen una ideología antiestadounidense que defiende una agenda de extrema izquierda opuesta a los principios fundadores de Estados Unidos.
Afortunadamente, algunos se están poniendo a la altura del momento para defender a Estados Unidos y detener el avance de la TCR. Al frente de este esfuerzo patriótico está 1776 Action, un grupo de defensa dedicado a «detener el adoctrinamiento antiestadounidense de nuestros hijos y nietos».
Para ello, 1776 Action tiene un Compromiso Ciudadano para que los estadounidenses ordinarios, que creen en una educación honesta y patriótica, prometan sustituir a los funcionarios que promueven la TCR por personas «que respeten nuestra historia, nuestros valores, nuestros derechos y la dignidad dada por Dios a cada persona».
El grupo también tiene un Compromiso del Candidato para aquellos que buscan u ocupan actualmente un cargo. Los que firman se comprometen a restaurar «una educación honesta y patriótica que cultive en nuestros hijos un profundo amor por nuestro país» y a promover un plan de estudios que «enseñe que todos los niños han sido creados iguales, tienen el mismo valor moral bajo Dios, nuestra Constitución y la ley, y son miembros de una comunidad nacional unida por nuestros principios fundadores».
Tuve el privilegio de hablar con el fundador de 1776 Action, Adam Waldeck, en el episodio de esta semana de mi podcast, Newt’s World. En lo que considero una conversación profundamente importante, discutimos en detalle la TCR, lo que Waldeck está haciendo en 1776 Action, y lo que está en juego para Estados Unidos si la izquierda radical gana esta contienda por los corazones y las mentes de la juventud estadounidense.
Uno de los principales campos de batalla de este esfuerzo es el condado de Loudoun, Virginia, donde el sistema escolar ha tratado de imponer aspectos de la TCR. El ex superintendente del distrito, Eric Williams, por ejemplo, reconoció en un correo electrónico obtenido por Fox News que «algunos de los principios relacionados con la raza como construcción social y el intercambio de historias de racismo, opresión racializada, etc. que estamos fomentando a través del Plan de Acción para Combatir el Racismo Sistémico, en algunos de nuestros módulos de aprendizaje profesional, y nuestro uso de recursos de instrucción sobre los estándares de Justicia Social, se alinean con la ideología de la TCR [énfasis suyo]».
El mes pasado, en respuesta a este adoctrinamiento, 1776 Action envió un mensaje de texto masivo a aproximadamente 155,000 personas independientes en el norte de Virginia destacando cómo el candidato demócrata a gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, desestimó las preocupaciones sobre la TCR como una «conspiración de la derecha».
Los padres del condado de Loudoun no están de acuerdo. En los últimos meses, varios han denunciado en voz alta y públicamente la TCR en las reuniones del consejo escolar. Es necesario que más padres de todo el país se manifiesten con la misma fuerza, dejando claro que no quieren que sus hijos sean divididos según criterios raciales.
Mientras que las acciones de los políticos en las altas esferas son necesarias, la verdadera lucha contra la TCR debe tener lugar a nivel local, con la ayuda de padres valientes y patrióticos que se preocupan por la educación de sus hijos y el futuro de su país.
De Gingrich360.com.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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