Cada uno de nosotros tiene patrones de pensamiento que nos mantienen estancados:
– Desánimo: ¿Cuál es el punto? Voy a fallar de todos modos, ¿para qué intentarlo? Es demasiado difícil.
– Autojustificación: Está bien si omito esto…, puedo hacerlo más tarde…, por una vez no habrá problema. También ocurre al no empeñarse lo suficiente al hacer algo, al dejarlo todo al último momento, al hacer algo solo por cumplir pero sin entusiasmo.
– Ponerse a la defensiva: No es mi culpa, no fue mi intención, ¿por qué tienen que atacarme?
– Evasión: Es abrumador, solo déjame revisar un mensaje, no sé si puedo hacer esto.
– Culpar a los demás: Por qué tienen que ser así, siempre me tratan mal, no puedo estar tranquilo por culpa de ellos.
– Anticipar el juicio: A la gente no le gustará esto, no valorarán mis propuestas, pensarán que soy un fracaso o un tonto, que ni siquiera debería intentarlo.
– Dureza hacia uno mismo: Apesto, necesito hacerlo mejor, siempre lo arruino, ya debería ser mejor que esto.
Clasificar nuestros patrones de pensamiento, no es precisamente el objetivo; lo que importa es identificar si el patrón de pensamiento es útil. ¿Qué efecto tiene en usted cuando lo piensa? ¿Está siendo un impulso hacia la vida que quisiera o lo está saboteando?
La mayoría de nosotros no somos conscientes de cuándo suceden estos patrones de pensamiento, por lo que estamos afectados por su influencia sin darnos cuenta.
Para ser claros, estos no son pensamientos «malos», son naturales y normales, pero no siempre son útiles.
Si no son útiles, entonces ¿qué sería más útil?
Podemos entrenar nuestra mente para usar un patrón de pensamiento más poderoso.
Por ejemplo, puede probar uno de estos:
– No sé si esto funcionará, pero siempre haré mi mejor esfuerzo y obtendré el mejor resultado posible.
– La vida es corta y preciosa, y quiero aprovecharla al máximo. Uso mi tiempo consciente y poderosamente.
– Soy lo suficientemente fuerte como para afrontar las cosas que me hacen sentir inseguro, asustado, abrumado y hábilmente darles un giro.
– No sé si seré bueno en esto, pero voy a actuar como si lo fuera y a tener una confianza inquebrantable.
– No sé lo que pensarán los demás, pero no sabré si esto valdrá la pena hasta que lo intente.
– Puede ser frustrante, pero no me daré por vencido.
– Me valoro y reconozco mi luz interior.
Entrene su mente para:
1. Darse cuenta cuando esté usando el patrón anterior. Por lo general, lo sabrá porque se siente desanimado, busca distracciones, evita o posterga, se siente enojado con alguien, se siente víctima.
2. Hacer una pausa y reconocer su miedo. Debajo del viejo patrón de pensamiento hay simplemente una sensación corporal de incertidumbre y miedo. Reconozca que está ahí, que está bien sentir miedo, relájese y alívielo.
3. Probar un nuevo patrón de pensamiento. Dígaselo a usted mismo y trate de creer realmente en ello. Empoderarlo por completo. Mire qué efecto tiene.
Se debe practicar esto una y otra vez. Establezca recordatorios visuales siempre que pueda. Escriba notas en su teléfono, en un espejo, en su escritorio. Practíquelo una y otra vez. Cuando se desanime, observe qué patrón de pensamiento lo está causando y pruebe uno nuevo.
¿Qué patrón de pensamiento nuevo y poderoso quiere poner en práctica hoy?
Esta historia fue publicada originalmente en el Blog de ZenHabits.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
