Opinión
Argentina efectivamente eligió a un presidente libertario.
Javier Milei hizo campaña con una motosierra, prometiendo reducir el tamaño del gobierno.
Los izquierdistas de Argentina habían obstruido de tal manera las arterias económicas del país con regulaciones, que lo que alguna vez fue uno de los países más ricos del mundo, es ahora uno de los más pobres.
La inflación es superior al 200 por ciento.
La gente ahorra toda su vida— y luego se da cuenta de que sus ahorros no valen casi nada.
Estaban tan hartos que hicieron algo nunca hecho en la historia moderna: eligieron a un libertario proclamado.
Milei entiende que el gobierno no puede crear riqueza.
Sorprendió a los diplomáticos en el Foro Económico Mundial el mes pasado al decir: «¡El Estado es el problema!».
Habló en defensa del capitalismo: «No se dejen intimidar por la casta política ni por los parásitos que viven del Estado ….. Si ganan dinero, es porque ofrecen un producto mejor a un precio mejor, contribuyendo así al bienestar general. No se rindan ante la ofensiva del Estado. El Estado no es la solución».
¡Vaya, Milei! Ojalá los políticos estadounidenses actuales hablaran de esa manera.
En Occidente, los jóvenes se vuelven socialistas. En Argentina viven bajo políticas socialistas. Y votaron por Milei.
El sesenta y nueve por ciento de los votantes menores de 25 años votaron por él. Eso le ayudó a ganar por la enorme cantidad de 3 millones de votos.
Ganó prometiendo revertir “décadas de decadencia”. Dijo en el Foro Económico: «Si se adoptan medidas que obstaculizan el libre funcionamiento de los mercados, la competencia, los sistemas de precios, el comercio y la propiedad privada, el único destino posible es la pobreza».
Bien.
Los países pobres lo demuestran una y otra vez.
Los medios dicen que Milei nunca aprobará sus reformas y que los izquierdistas aún pueden detenerlo.
Pero ya “pudo derogar los controles de alquileres y de precios”, dice el economista Daniel Di Martino en mi nuevo video. Señala que Milei ya “eliminó todas las restricciones a las exportaciones e importaciones, todo con un solo gesto de bolígrafo”.
“¿Puede hacer eso sin el Congreso?” Me pregunto.
«El presidente de Argentina tiene mucho más poder que el presidente de Estados Unidos».
Milei también aflojó las reglas que limitan dónde pueden volar las aerolíneas.
“¡Ahora (algunas) tarifas aéreas son más baratas que las de autobús!” dice Di Martino.
Derogó las leyes que decían: «Compre en Argentina». Señalo que Estados Unidos tiene reglas de “Compre Estados Unidos”.
“¡Solo empobrece más a los pobres porque aumenta los costos!” Di Martino responde: «¿Por qué los argentinos no deberían poder comprar lápices brasileños o uvas chilenas?»
“Para apoyar a Argentina”, respondo.
«¿Adivine qué?» Dice Di Martino: “No todos los países pueden producir todo al menor costo. Imagínense si tuvieran que producir plátanos en Estados Unidos”.
Los gobiernos de izquierda de Argentina intentaron controlar prácticamente todo.
“Las regulaciones fueron tal que todo lo que no fuera explícitamente legal era ilegal”, se ríe Di Martino. «Ahora… todo lo que no es ilegal es legal».
Una agencia gubernamental que Milei degradó fue un “Departamento de Mujeres, Género y Diversidad”. Di Martino dice que eso le recuerda al Viceministerio para la Suprema Felicidad Social de Venezuela. «Estas agencias existen solo para que los funcionarios del gobierno puedan contratar a sus compinches».
Recortar empleos gubernamentales y subsidios para grupos de interés es arriesgado para los políticos que buscan votos. A menudo hay disturbios en los países cuando los políticos recortan los subsidios. A veces los políticos son eliminados. O encarcelados.
«Lo increíble de Milei», señala Di Martino, «es que pudo ganar con la promesa de recortar los subsidios».
Eso es notable. ¿Por qué los argentinos votarían a favor de los recortes?
“Los argentinos están hartos del status quo”, responde Di Martino.
Milei es economista. Llamó a sus perros en honor a Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas, todos economistas libertarios.
Señalo que la mayoría de los estadounidenses no saben quiénes eran esos hombres.
“El hecho de que ponga a sus perros los nombres de estos economistas famosos”, responde Di Martino, “demuestra que es realmente un nerd. Es bueno tener como presidente de un país a un nerd de la economía”.
“¿Qué pueden aprender los estadounidenses de Argentina?”
«Mantener a Estados Unidos próspero. Para que nunca estemos en el lugar de Argentina para empezar. Eso requiere mercados libres».
Sí.
En realidad, mercados libres más estado de derecho. Cuando la gente tiene esas cosas, la prosperidad ocurre.
Es bueno que una vez más, un país pueda intentarlo.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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