Un retorno a la educación de Los Fundadores

El Centro Nacional de Estadísticas Educativas publicó su informe de 2022 titulado Boletín de calificaciones del país, que indica que la competencia de los estudiantes de octavo grado (el grado 12 aún no está disponible) en historia y educación cívica de EE. UU. (entre otras materias) continúa disminuyendo. Algunos defensores pueden disculpar el declive debido a la pandemia de COVID-19, pero el declive incesante comenzó en 2014.

De hecho, los estudiantes han regresado a los niveles de 1994; pero, otra vez, no tenían que llegar tan lejos con esta caída.

El sistema de escuelas públicas continúa promocionándose a pesar de sus métodos fallidos, exige más ayuda administrativa a pesar de que los puestos administrativos superan con creces el crecimiento de estudiantes y maestros, y exige más dinero a pesar de sus gastos exorbitantes por estudiante.

Joe Wolverton, autor, educador y fundador de Amargi Group, que se especializa en el plan de estudios de los cursos de historia en línea, sugiere que uno de los problemas del sistema educativo actual, específicamente en lo que respecta a historia y a educación cívica, es que los educadores no miran lo suficiente hacia atrás. Wolverton, quien obtuvo su doctorado en derecho en 2001 y ha practicado el derecho constitucional, cree que la fuente de conocimiento de la que los estadounidenses deberían extraer se puede encontrar en los Padres Fundadores, y en James Madison en particular.

Educación temprana de Madison

Wolverton ha escrito extensamente sobre Madison, incluida una biografía para el Centro Nacional de Estudios Constitucionales y un trabajo titulado What Degree of Madness? (¿Cuál es el grado de locura?) que disecciona el Federalist Paper 46 del estadista. Él señaló la educación temprana de Madison como un momento crucial en su carrera política. En un formato educativo que Wolverton ha realizado durante mucho tiempo: la tutoría.

El maestro de la infancia de Madison era un hombre llamado Donald Robertson. Había llegado a Virginia desde Escocia, adonde recibió una excelente educación. Al notar la falta de oportunidades para una educación liberal clásica en Virginia, Robertson abrió su propia escuela.

La Escuela Robertson continuó durante 15 años y durante este tiempo enseñó a numerosos futuros fundadores, incluido George Rogers Clark, un héroe de la Guerra Revolucionaria; John Taylor de Caroline, futuro Senador de los Estados Unidos; James Innes, héroe de guerra y futuro fiscal general de Virginia; Robert Brooke, futuro gobernador de Virginia; John Tyler, el futuro presidente; y, por supuesto, a Madison.

“Estamos hablando de esta colección ‘coincidente’ de algunos de los héroes más grandes que Estados Unidos jamás crearía. Le enseño a la gente que eso no es una coincidencia”, dijo Wolverton durante una conversación en el podcast The Sons of History.

Una educación al estilo de Robertson

Los estudiantes de Robertson recibieron una educación liberal clásica que incluía el aprendizaje de leyes, filosofía, química, matemáticas, latín y griego. Wolverton sugiere que no hay razón por la que los estudiantes de hoy no puedan recibir la misma educación. Señaló que recibirla hoy es, en realidad, más fácil de lo que lo fue a fines del siglo XVIII.

“Podemos leer las materias que Donald Robertson les enseñó a estos niños y nosotros mismos podemos acercarnos un poco más a ser como esos niños”, dijo.

Wolverton señaló que Madison hizo el esfuerzo consciente de «leer los mejores libros». Estos libros, que según Wolverton han sido prácticamente eliminados de la vista pública, si no de la memoria pública, le dieron a Madison la capacidad intelectual para impactar la creación de la república estadounidense. Dice que estos «mejores libros» no son inaccesibles. Sitios como Liberty Fund y otras organizaciones crean listas de libros basadas en lo que leen los fundadores. Wolverton ha creado el suyo propio y se lo proporciona a sus alumnos del Grupo Amargi. También escribió extensamente sobre esta lista en su libro “The Founders Recipe” («La receta de los Fundadores)».

“No deberíamos estar celebrando solo a nuestros Padres Fundadores; deberíamos estar imitando a nuestros Padres Fundadores”, dijo. “Eso incluye poner en nuestras cabezas las cosas que ellos pusieron en sus cabezas”.

Abrevar de la fuente

Wolverton advierte sobre lo que él llama “beber río abajo”. Recomienda leer directamente de la fuente en lugar de leer versiones destiladas de la historia. Unos de los peores culpables de la historia destilada son los libros de texto de historia en las escuelas, dijo.

“Leí algunos de estos libros de texto de historia estadounidense y dije: ‘Vaya. Ha habido algunos caballos haciendo cosas en esa agua’. Tenemos la suerte de vivir en una época en la que puede acceder a Google y puede leer desde la fuente. Lea el material original. Puede leerlo gratis… en inglés. No es como si tuviera que hacer lo que hizo Madison cuando quería leer una historia del mundo que estaba escrita en italiano. Él tuvo que aprender italiano”.

Con respecto a esos libros de texto, Wolverton denuncia las versiones distorsionadas y contaminadas de la historia estadounidense y mundial que se enseñan en las escuelas. Más allá de esto, sin embargo, esta su opinión de cómo los ciudadanos, específicamente los conservadores, son defensores del libre mercado, excepto en la educación.

“La gente se queja de que los profesores de historia no son tan buenos, y es cierto, pero es porque no tienen por qué serlo. No hay competencia”, dijo. “Mientras que yo, si no enseño de una manera que la gente encuentre útil y beneficiosa para sus hijos, no me contratan. En todo lo demás, los conservadores creen que el libre mercado genera un mejor producto. Cuando se trata de educación, no nos ponemos atrás de eso. Piensan: ‘Oye, está bien tener un sistema educativo socialista’.

“Creo que si aplicáramos nuestros principios capitalistas a la educación de la forma en que los aplicamos a la tecnología y a otras cosas, veríamos un crescendo realmente rápido en la comprensión de la historia y en otras cosas”.

Forense historiográfico

Wolverton aludió a Madison como una especie de médico forense historiográfico, utilizando material de origen para examinar “los cuerpos sin vida de las antiguas repúblicas autónomas” e identificar “qué enfermedad los mató para que pudiera vacunar a la república estadounidense para que no muriera de esas mismas enfermedades”.

Entre los informes forenses de Madison se encontraban “Vices of the Political System of the United States” («Vicios del sistema político de los Estados Unidos») y “Notes on the Ancient and Modern Confederacies” («Notas sobre las confederaciones antiguas y modernas»). A Wolverton le preocupa que este método de estudio y aplicación se haya perdido, especialmente en los sistemas escolares.

“¿Por qué no podemos enseñar eso en la escuela? Esto es lo que hicieron mal. Esto es lo que finalmente los mató”, dijo. “En lugar de leer un libro de texto basura que fue escrito por alguien a quien se le enseñó a ser maestro en lugar de historiador, ¿por qué no tenemos un paquete de estas lecturas? Eso es lo que hago con mis alumnos”.

Wolverton, a través de su tutoría personal y ahora de sus clases en línea, se ha esforzado por replicar un formato educativo al estilo de Robertson para que los estudiantes de hoy, jóvenes y adultos, puedan experimentar lo que él llama «la educación de los Fundadores».

“Yo no hago la tarea. Los fundadores no hicieron los deberes. No hago pruebas. La prueba va a ser, ¿restauramos nuestra libertad?”, dice. “Te haré una prueba después de que cumplas 80 años y veremos si restauramos nuestra libertad. Si lo hicimos, todos ustedes obtienen A. Si no, todos obtienen Fs”.

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