Un hongo que se encuentra principalmente en los climas tropicales y subtropicales se instaló en los últimos años en la costa de Canadá enfermando a más de 200 personas y causando la muerte de unas 8 por las complicaciones.
Dos científicos desconcertados por mucho tiempo por su presencia con un aumento imparable de problemas de salud, investigaron de donde provino y sugirieron que el hongo primero llegó a las aguas de la costa arrastrado por los barcos y más tarde se trasladó a tierra firme gracias a un tsunami.
Desde entonces comenzó a atacar a los animales y a las personas más vulnerables.
El hongo se llama Cryptococcus gattii. Su análisis genético indica que el ancestro más antiguo que llegó a tierra en América del Norte lo hizo probablemente hace 7 a 9 décadas, dice el estudio reciente publicado en la revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
Los autore, David Engelthaler y Arturo Casadevall, creen que el hongo debió haber llegado antes, a inicios del siglo 20 a las aguas costeras por la contaminación de los lastres del transporte marítimo. Ahí se instaló por un buen tiempo. La apertura del canal de Panamá contribuyó a un mayor tráfico de barcos y ello quizás aceleró la difusión en las aguas.
En 1964 un fuerte terremoto en Alaska causó un gran tsunami que barrió las costas de Canadá y del norte de Estados Unidos, y lanzó el hongo a los bosques al noroeste del Pacífico.
«Este evento, como ningún otro en la historia reciente, causó un empuje masivo de agua oceánica en los bosques costeros», escribieron los autores.
«Tal evento puede haber causado una exposición simultánea de los C. gattii en los bosques de las costas regionales, incluidas las de la isla de Vancouver, Columbia Británica, Canadá, Washington y Oregón», añadió.
Cerca de los bosques el hongo encontró su hábitat ideal ya que prefiere el suelo al agua y desde ahí sus esporas lanzadas al aire se instalaron primero en los pulmones de algunos animales y luego de algunas personas. En algunos su contagio puede afectar el cerebro y causar la muerte.
No todos los seres humanos expuestos se enferman, pero la mortalidad en caso de contagiarse con el hongo C.gattii es más de un 30%.
A partir de 1999 y durante las siguientes dos décadas, se han identificado casos humanos y animales de C. gattii en el noreste de América del Norte. Los estudios ambientales iniciales encontraron una presencia generalizada de hongos en los bosques y parques costeros de la isla de Vancouver, cerca de Victoria, en Canadá, dice el el informe.
Desde entonces, numerosos estudios han encontrado la presencia de tres clones de C. gattii no relacionados entre sí, extendiéndose también en Washington y Oregón en Estados Unidos. Uno de los clones se concentra en gran medida en el valle Willamette de Oregon.
Estos clones diferentes se habrían instalado primero en las aguas y luego en una misma fecha fueron esparcidos a la tierra por el maremoto.
«Quizás lo más importante es que no hemos encontrado datos que descartarían o no estarían de acuerdo con la hipótesis», dijo a Gizmodo Engelthaler, codirector de la División de Patógenos y Microbiomas del Instituto de Investigación de Genómica Traslacional en Arizona.
«Segundo, no existe una buena hipótesis alternativa que se ajuste a todos los datos”.
El Centro de Control de Enfermedades en Canadá «, dice que la enfermedad debida a esta especie de hongo causa neumonía o meningitis. Puede llevar varios meses su incubación después de la exposición. Estuvo previamente asociada a áreas tropicales y subtropicales en otros países hasta que emergió en la isla de Vancouver. Alrededor de 2004 el hongo se diseminó en personas de la Columbia Británica y la costa norte de Estados Unidos.
«La isla de Vancouver tiene una de las tasas de infección más altas del mundo. Aunque el hongo crece en tierra, en áreas boscosas, ¡se sabe que los delfines se infectan!», señala.
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