Una actitud positiva puede trasformar su vida

«Toc, Toc»

«¿Quién está ahí?»

«Radio»

“¿Cuál Radio?”

“Radio o no, es un nuevo año”.

Ah, puedo escuchar los quejidos saliendo directamente de mi teclado.

Pero hay algo de verdad en ese chiste. Preparado o no, nos guste o no, el año nuevo ya está aquí. Algunos de los que celebran vieron caer la bola de Times Square en la televisión, levantaron una copa de champán, besaron a su novia, bailaron con «Auld Lang Syne» y pegaron una lista de resoluciones en el refrigerador. El Viejo Padre Tiempo ha bajado cojeando del escenario y el Año Nuevo Bebé está inclinando su sombrero de copa con muchas ganas de entrar.

Un año vivido

Entrar en el nuevo año hace que los afortunados se sientan como graduados de la escuela secundaria con sus togas y birretes, llenos de grandes esperanzas y de buen humor y listos para conquistar el mundo. El año que pasó trajo triunfos, mayores y menores: promociones en el trabajo, romance, tal vez un matrimonio o un nuevo miembro de la familia, y todas las señales apuntan a un futuro aún más brillante.

Por otro lado, para algunos de ustedes, 2022 fue cuesta arriba todo el camino. En el peor de los casos, las horas y los días pendían de uno como un peso, levantarse de la cama era un acto de voluntad y la línea de esa vieja canción «Hee-Haw»: «Si no fuera por la mala suerte, no tendría suerte en absoluto”, era su consigna. La derrota le persiguió: trabajos perdidos, un matrimonio en crisis o decisiones financieras que agotaron su cuenta bancaria como el agua que cae por el fregadero de la cocina.

Si ha tenido un año como ese, probablemente haya escuchado o leído suficientes trivialidades para toda la vida, consejos bien intencionados que lo ayudaron a tambalearse día a día pero que nunca consumieron las nubes de tormenta sobre su cabeza. “Las cosas se verán mejor por la mañana”, “El amor es un trabajo duro” y “Cuando las cosas se ponen difíciles, lo difícil se pone en marcha” son curitas, no curas para lo que le aqueja.

Hágase cargo

Pero este giro del calendario a otro año, símbolo de nuevos comienzos, está hecho para segundas oportunidades. Mucha gente mira hacia el futuro con grandes expectativas, y usted tiene la misma oportunidad, sin importar los golpes que haya recibido en el 2022.

Puede comenzar tratándose como propietario único y haciendo lo que tantas empresas hacen en esta época del año: haga un inventario de sus existencias y elabore un balance de sus activos y pasivos. Para ser eficaz, esa evaluación debe ser absolutamente honesta. Descontenta con su lugar de trabajo, una escritora y editora que conozco renunció recientemente a su puesto y pasó un mes reevaluando sus talentos y ambiciones. Otra mujer, cuyo esposo murió después de una larga enfermedad, hizo un balance de su situación y decidió volver a la fuerza laboral, tanto por el dinero extra como para ocupar su tiempo libre. Ambas mujeres enfrentaron dificultades y decisiones, pero trazaron planes para su futuro con base en una sólida autoevaluación.

Una vez que haya hecho lo mismo, es hora de considerar sus expectativas para el más valioso de sus bienes: usted mismo. En “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva: lecciones poderosas para el cambio personal”, Stephen R. Covey escribió: “Trate a un hombre como es y permanecerá como es. Trate a un hombre como puede y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser”.

¿Se ha aplicado esa misma fórmula a si mismo? ¿se trata como es o como puede y debe ser?

Todos hemos escuchado el proverbio: «Desea lo mejor, pero espera lo peor». Ese es un buen consejo. Debemos estar mentalmente preparados si nuestros planes se desploman repentinamente. Pero demasiadas personas dejan la esperanza fuera de escena y simplemente esperan lo peor. Eso es un error. Sus expectativas probablemente determinarán cómo lo recibirá el futuro.

Este nuevo año le pertenece tanto como a cualquier otra persona. Hágalo suyo y vea en lo que puede convertirse.

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