La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, pidió el sábado al régimen chino que se comunique «directamente» si hay preocupaciones sobre específicas prácticas económicas y reiteró la importancia de la comunicación en medio del «complicado panorama económico mundial».
Las declaraciones de Yellen se produjeron durante una reunión con el viceprimer ministro chino He Lifeng, un viejo aliado del líder chino Xi Jinping, en el tercer día de su viaje a Beijing. Su estadía, que se prolongará hasta el domingo, tiene por objeto enmendar las tensas relaciones económicas, aunque los críticos argumentaron que la jefa del Tesoro no ha hablado desde una posición de fuerza al tratar con funcionarios chinos.
«Cuando a nosotros nos preocupen determinadas prácticas económicas, nosotros deberíamos y las transmitiremos a ellos directamente», dijo Yellen a He el sábado en la Casa de Huéspedes del Estado Diaoyutai, según un texto publicado por su departamento.
«El hecho de que, a pesar de las recientes tensiones, hayamos establecido un récord de comercio bilateral en 2022 sugiere que hay un amplio margen para que nuestras empresas participen en el comercio y la inversión».
Las reuniones del sábado se produjeron en un momento en que los lazos entre Estados Unidos y China se encuentran en una espiral descendente a causa de una serie de asuntos, entre ellos un globo espía chino que sobrevoló varios estados antes de ser derribado por el ejército estadounidense.
Refiriéndose a ese incidente, el Sr. He dijo a la Sra. Yellen que lamentaba que los lazos bilaterales se vieran perjudicados por «incidentes inesperados».
«Desgraciadamente, debido a algunos incidentes inesperados, como el de los dirigibles, se produjeron algunos problemas en la aplicación del consenso alcanzado por los líderes de ambos países» en la cumbre del G-20 celebrada en Bali, Indonesia, el pasado mes de noviembre, declaró He.
La conversación de Yellen con He durante una mesa redonda con funcionarios y expertos chinos en Beijing, se produjo horas después de que ella pidiera a Beijing que colaboraran con Washington para hacer más contra el cambio climático. La secretaria también se reunió con un grupo de economistas y empresarias para hablar de la representación de la mujer en el mercado laboral y la economía china.
El viaje de la Sra. Yellen ha sido anunciado como un esfuerzo diplomático de alto nivel para aliviar la tensión entre Beijing y Washington, ya que la administración Biden busca profundizar la comunicación con el Partido Comunista Chino (PCCh). Sin embargo, este viaje ha suscitado numerosas críticas, entre ellas las relativas al calendario y a los comentarios que ha hecho en sus reuniones con los funcionarios chinos.
El viernes, el Departamento del Tesoro describió la reunión de Yellen con el nuevo primer ministro chino Li Qiang como «sincera y constructiva», durante la cual la secretaria dijo que la competencia entre China y Estados Unidos no consistía en que «el ganador se lo llevara todo» sino que ambas naciones necesitaban competir basándose en un «conjunto de reglas justas».
Según los medios de comunicación estatales chinos, Li dijo a Yellen que Beijing se oponía a la «hegemonía y la intimidación», y pidió a Estados Unidos que fuera «racional y pragmático» al tratar con China.
Tras la reunión del viernes, el senador republicano Tom Cotton, que forma parte de la Comisión de Servicios Armados del Senado, escribió en Twitter sobre las ambiciones globales de China.
«Xi Jinping ha dicho que quiere que China sustituya a Estados Unidos como primera potencia mundial. Puedo garantizar que quiere una lucha en la que el ganador se lo lleve todo», escribió Cotton, etiquetando a Yellen en Twitter.
Gordon Chang, investigador del Gatestone Institute, rechazó las declaraciones de Yellen, incluido su llamado a China para que adopte reformas de mercado.
«La secretaria #Yellen se las arregla para repetir cada declaración aspiracional de las últimas tres décadas sobre hacer negocios en #China», escribió el Sr. Chang en Twitter el 7 de julio. «¿No es hora, sin embargo, de reconocer que el #CCP de #XiJinping nunca jugará limpio y de sacar entonces nuestros negocios del suelo #chino?».
Anders Corr, director de la consultora política Corr Analytics, con sede en Nueva York, y colaborador de Epoch Times, criticó a Yellen por mostrar debilidad.
«Yellen es débil respecto a China. Su jefe [el presidente Joe] Biden es débil ante China. Son débiles porque dan prioridad a los intereses especiales de las empresas chinas, en lugar de los valores estadounidenses, como la democracia, la libertad, los derechos humanos, el libre mercado y nuestra República», escribió Corr en Twitter el 7 de julio.
Cambio climático
Antes de sus conversaciones con He, Yellen dijo a un grupo de expertos en financiación climática que era importante que China y Estados Unidos trabajaran juntos en los retos que plantea el cambio climático.
«El cambio climático encabeza la lista de desafíos globales, y Estados Unidos y China deben trabajar juntos para hacer frente a esta amenaza existencial», dijo Yellen en un texto preparado.
Ella señaló el Acuerdo de París de 2015 como un ejemplo de cooperación bilateral exitosa, y dijo que la cooperación continua era «crítica».
El expresidente Donald Trump sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París, pero Biden volvió a entrar en él tras asumir el cargo en 2021.
China es el mayor emisor de dióxido de carbono del mundo y ha prometido alcanzar un máximo nivel de carbono antes de 2030 y la neutralidad del carbono para 2060. Según un informe de febrero del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio y Global Energy Monitor, China permitió más centrales eléctricas de carbón en 2022 que cualquier otro año desde 2015.
«La capacidad de energía de carbón que comenzó a construirse en China fue seis veces mayor que la de todo el resto del mundo combinado», señaló el informe.
Los expertos llevan tiempo cuestionando la sinceridad del régimen comunista a la hora de reducir las emisiones de carbono, mientras que los críticos están argumentando que Beijing está utilizando el cambio climático para expandir su influencia global.
«La financiación para el Clima debe dirigirse de forma eficiente y efectivamente», añadió Yellen. «Creo que si China apoyara a las instituciones climáticas multilaterales existentes, como el Fondo Verde para el Clima y los Fondos de Inversión Climática, junto con nosotros y otros gobiernos donantes, podríamos tener un mayor impacto del que tenemos hoy».
La secretaria añadió que estaba deseando escuchar en la próxima cumbre del G20 que se celebrará en septiembre en la India, las recomendaciones de los distintos grupos de trabajo, incluido el Grupo de Trabajo sobre Financiación Sostenible que copresiden Estados Unidos y China.
Está previsto que el enviado estadounidense para asuntos climáticos, John Kerry, visite China a finales de este mes y se reúna con su homólogo chino, Xie Zhenhua. En una entrevista con New York Times sobre su próximo viaje a China, Kerry afirmó que le gustaría que ambos países mantuvieran una «auténtica cooperación» en materia de cambio climático.
Este será el tercer viaje de Kerry a China como enviado para asuntos climáticos. El 6 de julio, la senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.) criticó en Twitter al gobierno de Biden por organizar el viaje.
«Mientras la China comunista practica el trabajo esclavo, John Kerry viaja a China para hablar del cambio climático», escribió Blackburn. «¿Por qué la administración Biden quiere arrimarse a estos violadores de los derechos humanos?».
En 2021, Kerry fue criticado por eludir una pregunta sobre los crímenes del régimen chino contra los uigures, que el gobierno estadounidense ha declarado «genocidio» y «crímenes contra la humanidad».
La «urgencia de este viaje»
Peter Earle, investigador del Instituto Americano de Investigación Económica, sugirió que el momento del viaje de la jefa del Tesoro a Beijing no parecía aleatorio.
El viaje de Yellen se produjo dos días después de que China pusiera en marcha nuevas restricciones a la exportación de galio y germanio, dos minerales fundamentales para la fabricación de semiconductores.
La Sra. Yellen aterrizó en Beijing el 6 de junio, exactamente cinco años después de que la administración Trump comenzara a gravar productos importados de China por valor de más de USD 300,000 millones, aranceles que sigue manteniendo la administración Biden.
«Es probable que la visita de Yellen tampoco se diera al azar cinco años después del día», dijo a NTD el 6 de julio.
«Yo pienso que hay cierta urgencia en este viaje».
Tras anunciar la medida de control de las exportaciones, los medios de comunicación estatales chinos citaron a un exfuncionario chino afirmando que la última prohibición es «solo el comienzo de las contramedidas de China, y la caja de herramientas china cuenta a su disposición de muchos más tipos de medidas».
Según Earle, China produce el 94% del galio y el 83% del germanio del mundo.
«Así que realmente están empezando con algo que es muy crítico para Estados Unidos», dijo el investigador económico.
«Esto es como dar a Estados Unidos una muestra de lo que podría ser en (…) en la tienda de muchos más bienes y servicios si las tensiones sobre el comercio y sobre Taiwán continúan», agregó Earle.
Consciente de su propia mortalidad
Según Gregory Copley, presidente de la Asociación Internacional de Estudios Estratégicos, Estados Unidos se encuentra en una situación «sin salida» tras el viaje de Yellen.
«La administración Biden se ha comprometido con una ‘diplomacia con Beijing’. Esto no va a conseguir mucho más que dar la impresión de que Estados Unidos es quien está negociando y que Xi no está siendo razonable», dijo Copley a NTD el 6 de julio.
«Se considera que la RPC [República Popular China] está ganando, y que Estados Unidos se ve obligado a ir a Beijing para doblegarse ante el partido comunista», agregó el presidente de la asociación.
«Es realmente una situación sin salida para Estados Unidos. Esto no va a salvar ni proteger ninguna inversión», afirmó el investigador.
El secretario de Estado, Antony Blinken, tuvo un recibimiento apagado cuando llegó a China para una visita el mes pasado, cuando un único funcionario del ministerio de Asuntos Exteriores chino le recibió en el aeropuerto y China no le ofreció ninguna alfombra roja. Miles Yu, principal asesor de política china del exsecretario de Estado, Mike Pompeo, declaró a The Epoch Times que el recibimiento de Blinken en el aeropuerto fue un desaire deliberado. Por su parte, el exasesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, indicó que su viaje fue un «gran golpe propagandístico» para el PCCh.
Una semana después de la visita de Blinken, el medio estatal chino de línea dura, Global Times, publicó un artículo de opinión en el que declaraba que su visita había sido «insuficiente» para mejorar los lazos bilaterales. El artículo cuestionaba la sinceridad del gobierno estadounidense y decía: «Estados Unidos debe pasar de las palabras a los hechos».
«Así que ahora mismo, el punto muerto entre Beijing y Washington continúa. Es poco probable que mejore pronto, sobre todo porque Xi Jinping se enfrenta a una implosión al interior de la economía de China continental», afirmó Copley.
Recientemente, la debilidad del gasto de los consumidores, el desempleo juvenil y el éxodo de la riqueza son señales de que la economía china se tambalea.
“El mundo ahora no ve el ascenso inevitable de la economía china o del Partido Comunista de China”, continuó el Sr. Copley. “Entonces, en este momento, el Partido Comunista de China sabe que se enfrenta a su propia mortalidad”.
“Sabe que, en igualdad de condiciones, al Partido Comunista de China solo le quedan unos pocos años de vida”, agregó el presidente de la asociación. “Eso tiende a hacer que alguien como Xi Jinping, que ya es paranoico, sea mucho más probable que actúe precipitadamente lanzando una guerra contra Taiwán o contra uno de sus otros vecinos, simplemente para reforzar el apoyo público interno para que toda la población china no se vuelva inmediatamente contra el partido comunista”.
“Pero ahora, en este momento, el partido comunista es consciente de su propia mortalidad”.
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