Según los Institutos Nacionales de la Salud, más de 23 millones de estadounidenses padecen actualmente algún tipo de enfermedad autoinmune, que puede abarcar afecciones potencialmente debilitantes como la artritis reumatoide, el lupus, la enfermedad del intestino irritable, la diabetes de tipo 1, la psoriasis, la esclerosis múltiple y la tiroiditis de Hashimoto. Las enfermedades autoinmunes –que surgen cuando el sistema inmunitario ataca por error a los propios órganos, tejidos y células del cuerpo– son notoriamente complejas y difíciles de tratar.
Sin embargo, una investigación alentadora demuestra que un producto doméstico común y conocido –el bicarbonato de sodio– puede funcionar como un arma potente contra ellas.
Un estudio reciente no solo ha revelado la capacidad del bicarbonato de sodio para combatir las enfermedades autoinmunes, sino que ha puesto de manifiesto su capacidad para actuar a nivel celular y molecular. Para ser un simple ingrediente de cocina, el bicarbonato de sodio parece tener unos efectos muy sofisticados y poderosos.
¿Puede el bicarbonato de sodio ayudar a las personas que padecen enfermedades autoinmunes?
El bicarbonato de sodio tiene una variedad de usos domésticos y médicos.
Desde hace tiempo se utiliza como pasta de dientes natural, como desodorante no tóxico y como antiácido barato y de acción rápida para tratar el ardor de estómago. Además, algunos nefrólogos aconsejan pequeñas dosis diarias de bicarbonato de sodio para frenar la progresión de la enfermedad renal crónica.
Después de que los estudios clínicos confirmaran los efectos beneficiosos del bicarbonato de sodio en la enfermedad renal crónica, los investigadores se preguntaron qué otras afecciones podría mejorar. Y pronto tuvieron su respuesta.
En un estudio realizado por científicos del Colegio de Medicina de Georgia de la Universidad de Augusta y publicado en abril de 2018 en Journal of Immunology, el equipo descubrió que beber bicarbonato de sodio en agua todos los días durante dos semanas ayudaba a reducir la inflamación destructiva de los trastornos autoinmunes.
La clave de la acción del bicarbonato de sodio fue la forma en que afectó a las células mesoteliales en el exterior del bazo. Estas células inmunitarias especializadas tienen microvellosidades que detectan el entorno y avisan cuando es necesaria una respuesta inmunitaria para defenderse de los patógenos invasores.
Pero en los trastornos autoinmunes, esta respuesta puede ser inapropiada, excesiva y perjudicial.
El bicarbonato de sodio ayudó a las células a transmitir el mensaje de que no era necesario desencadenar una respuesta inmunitaria protectora. En palabras del Dr. Paul O’Connor, coautor del estudio, el compuesto ayudó a tranquilizar al sistema inmunitario de que no había ningún patógeno que combatir. «Lo más probable es que se trate de una hamburguesa, no de una infección bacteriana», explicó el Dr. O’Connor.
Es oficial: el bicarbonato de sodio reduce las acciones inflamatorias de las células
El bicarbonato de sodio también afecta a la población de células inmunitarias llamadas macrófagos, que engullen y destruyen los patógenos. Los científicos descubrieron que cambiaba la población de macrófagos hacia un mayor porcentaje de macrófagos M2 antiinflamatorios, mientras que disminuía los macrófagos M1 proinflamatorios.
Aunque la investigación inicial se realizó en ratas, los investigadores estudiaron también a voluntarios humanos sanos. Y estos participantes humanos también experimentaron una respuesta antiinflamatoria del bicarbonato de sodio.
Además, el grupo que tomó bicarbonato de sodio tenía más células T reguladoras de la inflamación, que disuaden al sistema inmunitario de atacar los tejidos.
Los investigadores concluyeron que el bicarbonato de sodio es un «método barato, relativamente seguro, eficaz y no invasivo para activar las vías colinérgicas antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para los pacientes que sufren una multitud de estados de enfermedades inflamatorias».
En otro estudio publicado en la revista Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias, los investigadores descubrieron que el bicarbonato de sodio podría beneficiar específicamente a la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune. Los científicos concluyeron que el bicarbonato de sodio y el agua ayudaban a reducir la inflamación y la gravedad de la enfermedad.
Se están estudiando los efectos antivirales del bicarbonato de sodio
Los científicos han descubierto que ciertos virus dependientes del pH –entre los que se encuentran algunos virus de la gripe y coronavirus– son más capaces de replicarse y propagarse en condiciones ácidas (pH6,0) y se desactivan por completo a pH 8,0.
El bicarbonato de sodio eleva el pH ácido a niveles alcalinos más altos, un hecho con implicaciones interesantes para posiblemente frenar la propagación de COVID-19 y otras infecciones virales. Aunque todavía no se han realizado estudios clínicos, los estudios con células y animales dan fe de los efectos de la alcalinidad sobre los virus.
De hecho, el bicarbonato de sodio se ha utilizado para combatir una pandemia en el pasado. En 1918 y 1919, el Dr. Edward R. Hays –médico del Departamento de Salud de Estados Unidos– utilizó el bicarbonato de sodio contra la gripe española, afirmando que podía conducir a la resolución de los síntomas en 36 horas.
Además de los efectos antivirales y antiinflamatorios, el bicarbonato de sodio puede mejorar la salud general de muchas otras maneras. Según el Dr. Eddy Bettermann, médico y escritor, el bicarbonato de sodio aumenta los bicarbonatos en la sangre, incrementando a su vez el dióxido de carbono y ayudando a la oxigenación de los órganos del cuerpo.
Y la Dra. Lynda Frassetto, de la Universidad de California, señala que el bicarbonato de sodio puede reducir los desechos ácidos del organismo, que se manifiestan en forma de colesterol, ácidos grasos, ácido úrico, fosfato y cálculos renales.
¿Qué cantidad de bicarbonato de sodio debo tomar?
Aunque los científicos de la Universidad de Georgia no revelaron la cantidad diaria de bicarbonato de sodio utilizada en el estudio, muchos expertos en salud natural recomiendan media cucharadita de bicarbonato de sodio disuelta en una o dos tazas de agua al día.
Por supuesto, consulte a su médico antes de utilizar bicarbonato de sodio para tratar enfermedades renales, trastornos autoinmunes o cualquier otra condición médica. Es especialmente importante buscar la orientación de su médico si tiene la presión arterial alta, ya que el bicarbonato de sodio es muy alto en sodio.
Advertencia sanitaria: Para evitar una posible rotura gástrica, no tome bicarbonato de sodio cuando su estómago esté excesivamente lleno, como después de una comida abundante.
Aunque las enfermedades autoinmunes pueden ser un enemigo formidable, el sencillo y antiguo remedio del bicarbonato de sodio en el agua puede convertirse en una defensa de primera línea contra ellas.
Republicado de NaturalHealth365
Las fuentes de este artículo incluyen:
Jagwire.Augusta.Edu
DrEddyMD.com
Sciencedaily.com
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