¿Qué pasaría si alguien le dijera que retardar el proceso de envejecimiento y disminuir el riesgo de cáncer y otras enfermedades puede ser tan simple como calmar su mente?
Los estudios han demostrado que la meditación y la atención plena pueden ayudar a mejorar la longevidad y reducir la posibilidad de desarrollar cáncer y otras enfermedades crónicas al aumentar la longitud de los telómeros. Aunque estos estudios son variados, existe cierta coherencia en cuanto a sus hallazgos.
La longitud de los telómeros puede indicar la edad biológica y el riesgo de enfermedad
Los telómeros son las tapas protectoras en los extremos de los cromosomas. Son complejos de ADN y proteínas que se requieren para la replicación del ADN y la estabilidad cromosómica.
Los telómeros protegen a los cromosomas de la degradación, de que se unan (lo que destruiría o confundiría la información genética) y del envejecimiento celular. Son similares a los extremos de plástico de los cordones de los zapatos y evitan que los cromosomas se desconfiguren.
En última instancia, nuestra edad cronológica es el verdadero predictor de enfermedad y mortalidad; sin embargo, existe una amplia variabilidad entre las personas con respecto al inicio de la enfermedad y la muerte. Los investigadores han estado rastreando e investigando marcadores potenciales de la edad biológica junto con factores que pueden influirlos, uno de ellos es la longitud de los telómeros.
La longitud de los telómeros se acorta con la edad cronológica y puede ser un predictor temprano de varias enfermedades crónicas, como la hipertensión, la aterosclerosis, la diabetes tipo 2, el cáncer, enfermedades cardiovasculares (independientemente de la edad), el deterioro cognitivo y la demencia.
Cuando su telómero es más corto, podría indicar que su edad biológica es mayor y un posible mayor riesgo de enfermedades.
El estrés crónico y la depresión pueden acelerar la reducción de los telómeros
Una variedad de factores que incluyen la falta de sueño, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y un estilo de vida sedentario, pueden acelerar la reducción de los telómeros.
Sin embargo, su mentalidad también puede jugar un papel. Los estudios han demostrado que la exposición al estrés crónico y la depresión también parecen ser un factor en la tasa de acortamiento de los telómeros.
Un estudio mostró que las mujeres con niveles más altos de estrés percibido tienen telómeros más cortos en promedio por el equivalente a «al menos una década de envejecimiento adicional en comparación con las mujeres con poco estrés». Esta información podría proporcionar pistas sobre el papel que juega el estrés en la aparición temprana de algunas enfermedades relacionadas con la edad.
Otro estudio examinó si las mujeres jóvenes sanas bajo estrés crónico tenían telómeros más cortos que aquellas con bajos niveles de estrés en sus vidas. Incluso las percepciones del estrés de la vida pueden estar relacionadas con una longitud de telómero más corta. Los científicos también encontraron relaciones similares entre los cuidadores de personas con demencia y los controles.
Otros estudios han descubierto telómeros acortados en personas que sufren depresión mayor y en personas con un nivel socioeconómico más bajo.
“El estrés crónico parece desgastar los telómeros y generar inflamación, lo que nos pone en riesgo de contraer enfermedades relacionadas con la edad”, explicó Elissa Epel, Ph.D., profesora y vicepresidenta del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de California. También es coautora de varios estudios sobre meditación, estrés y biología de los telómeros.
La meditación puede alargar los telómeros
Las investigaciones han demostrado que los hábitos de vida saludables pueden ayudar a promover la telomerasa (enzima celular que protege la longitud de los telómeros), la función celular saludable, así como el mantenimiento y alargamiento de los telómeros.
Especialmente, los hábitos de estilo de vida como comer una dieta mediterránea y hacer ejercicio pueden reducir el estrés fisiológico: las hormonas del estrés, la inflamación y el estrés oxidativo, «[son] importantes para la prevención de enfermedades y la desaceleración del envejecimiento biológico», dijo Epel.
Los estudios también han sugerido que la meditación puede ser un factor de estilo de vida saludable adicional que afectaría positivamente la longitud de los telómeros. Los científicos no están muy seguros de cómo se relaciona la meditación con el alargamiento de los telómeros en este momento.
El estudio “Meditación Zen, longitud de los telómeros y el papel del desbloqueo experiencial y la compasión” comparó la longitud de los telómeros de un grupo de expertos en meditación zen con un grupo del mismo tamaño de participantes que no habían meditado previamente. El grupo de comparación de no meditadores estaba compuesto por amigos y familiares de los expertos en mediación.
Los no meditadores compartían hábitos de estilo de vida similares a los de los meditadores expertos y eran comparables en cuanto a género, edad y grupo étnico. Todos los participantes del estudio tenían entre 18 y 65 años de edad.
El ADN genómico de ambos grupos fue obtenido para medir los telómeros. Los científicos descubrieron que el grupo de meditadores tenía una longitud de telómeros más larga y un porcentaje más bajo de telómeros cortos que los del grupo de comparación de no meditadores. El grupo de expertos en meditación tenía una longitud de telómero promedio de 10,82 kb (kilobytes) en comparación con los no meditadores, que tenían una longitud de telómero de 9,94 kb. Además, la prevalencia de telómeros cortos fue significativamente menor en el grupo de expertos meditadores que en los no meditadores.
Otros dieciocho estudios recientes han examinado la biología de los telómeros en relación con la meditación. Un segundo estudio transversal también encontró telómeros más largos en meditadores experimentados frente a aquellos que no meditaban.
El resto de los estudios se centró en si la meditación tenía un efecto sobre la actividad de la telomerasa o la longitud de los telómeros. Nueve de los 11 estudios de actividad de la telomerasa encontraron que la meditación aumentó la actividad de la telomerasa. Sin embargo, solo dos de los nueve estudios que midieron la longitud de los telómeros que incluyeron «intervenciones de intensidad o duración relativamente alta» mostraron una mayor longitud de los telómeros en los participantes. Ninguno de los otros estudios mostró un verdadero aumento en la longitud de los telómeros.
“Los muchos estudios sobre meditación y otras prácticas de mente y cuerpo sugieren que pueden reducir la inflamación o la expresión de genes relacionados con la inflamación”, dijo Epel. “Algunos estudios sugieren que afectan la expresión génica de genes que regulan las mitocondrias, los telómeros o la telomerasa. De esta manera pueden estar retrasando el envejecimiento de nuestras células, con un tiempo de practica”.
Meditación para un envejecimiento más lento
Entonces, ¿qué significan estos estudios para una persona promedio? ¿Cuál es el primer paso que podemos dar para alcanzar una vida más sana y una mayor longevidad? ¿Qué tipo de meditación debemos hacer y por cuánto tiempo?
“Ser consciente es el primer paso para muchas formas adicionales en las que podemos reducir el estrés”, dijo Epel. “Nos ayuda a notar nuestras emociones y regularlas mejor (nómbralo para domarlo). Notamos el estrés en nuestro cuerpo. Cuando estamos en ambientes agradables, podemos abrir nuestros sentidos y dejar que nuestro cuerpo se relaje. Nuestra mente hace lo mismo”.
“Son las prácticas de mente y cuerpo las que ayudan a reducir la inflamación”, dijo Epel. Ella dice que la práctica de meditación correcta depende de lo que una persona esté buscando y de lo que le guste.
“La gente tiene opiniones, pero los puntos en común están en lo que es saludable. Ellos respiran lentamente. Ayudan a restaurar la atención. Aumentan la actividad del sistema nervioso parasimpático”.
Según Epel, la mayoría de los estudios sugieren una práctica de meditación diaria de al menos 20 minutos, pero dicen que cualquier cantidad de meditación diaria es beneficiosa.
“De hecho, el consejo actual es que usted haga lo que quiera, incluso si son solo 5 minutos al día. ¡Eso es significativo!” dijo Eppel, “El mejor tiempo y duración para usted es el que hará de manera regular. Puede cambiar el estado de estrés de su cuerpo en tan solo unos minutos. Y sí, más tiempo es mejor”.
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