La escritura no es solo una forma de arte, puede servir como una vía terapéutica para la frustración, la creatividad y el trauma. Una mujer sufrió abusos horribles, pero encontró un escape a través de la escritura.
Katerina Canyon tuvo una infancia inimaginablemente dura mientras crecía en Los Ángeles, California. Sus dos padres luchaban con la adicción a las drogas, y muchas veces el dinero del alquiler se destinaba a financiar sus vicios. Como resultado, la familia de Canyon fue desalojada de su hogar varias veces, y a menudo terminaban viviendo en su automóvil o en una pequeña habitación de hotel.
Para empeorar las cosas, el padre de Canyon abusó violenta y sexualmente de ella a los 3 años. Cuando contaba con 13 años de edad, ella comenzó a escribir poesía como una salida terapéutica del abuso.
«Él era una persona muy violenta. Estaba nervioso casi todos los días. Me dejó viviendo con una tremenda cantidad de miedo», dijo Canyon a The Epoch Times.
Sobreviviendo al abuso
Su padre también abusó de su madre. Ella recuerda vívidamente el día cuando él la golpeó frente a su casa. Canyon tomó el arma de su padre del armario en un esfuerzo por intervenir. La joven de 15 años estaba lista para dispararle a su padre, pero su madre le rogó que no lo hiciera.
Cuando la madre de Canyon falleció, ella no tenía a dónde ir y terminó viviendo en la calle en el centro de Los Ángeles. Canyon solo tenía 18 años en ese momento, y posteriormente quedó embarazada a los 19 años. Sin embargo, el padre del bebé tenía su propia familia y no le permitieron quedarse con ellos. Aunque a veces, él se quedaba con ella en la calle.
Una vez que nació su hijo, su cuñada les permitió a ella y a su hijo quedarse con ella. Mientras Canyon permanecía allí, obtuvo un título en estudios paralegales. Debido a esto, posteriormente pudo mudarse a su propio lugar y criar a su hijo.
Canyon trabajó como asistente legal, pero los requisitos aumentaron con el tiempo. Ella solo tenía un título tecnológico, y su profesión comenzó a exigir un titulo profesional. Finalmente obtuvo su titulo profesional en inglés y estudios internacionales en la Universidad de St. Louis. También realizó una maestría de la Universidad de Tufts en derecho y diplomacia en 2015.
«Me sentí muy positiva y esperanzada. Sentía que me iba a ir muy bien y que iba a hacer cosas increíbles», recordó Canyon.
Autoestima
Canyon comenzó a trabajar para Better Care Network en Nueva York, que es una organización que apoya a los niños que no tienen un hogar adecuado.
A pesar de su carga de trabajo, Canyon escribió una novela en 30 días titulada «LA Nomad», que se basa en su propia experiencia viviendo en las calles de Los Ángeles.
«Fue muy emocionante. Realmente me encantó. Creo que fue una especie de revelación el poderme conectarme con esa parte de mí», recordó Canyon.
Un día, ella tuvo una experiencia traumática en el trabajo. Canyon tiene Lupus, y se sintió bastante enferma cuando cometió un error al olvidar agregar un enlace a un artículo en su sitio web. Su jefe estaba molesto y le dijo que ella era como la mitad de un empleado.
«Mi cerebro comenzó a ir en círculos: ‘Soy mitad empleado, mitad madre, mitad esposa, mitad humano’ y comencé a pensar que no merecía vivir», dijo Canyon.
Ella estaba cortando zanahorias para una ensalada mientras estos pensamientos pasaban por su mente, y ella tomó el cuchillo y se cortó.
Se detuvo, tiró el cuchillo en una tabla de cortar y llamó a su terapeuta. Luego fue al hospital y el médico le explicó que sufría de un brote de lupus y depresión. La medicación para el lupus que ella estaba tomando había inducido una psicosis depresiva.
Redescubriendo la pasión
Canyon permaneció en el hospital durante un par de semanas. Había otros dos pacientes que eran escritores, y uno de ellos se le acercó con una carpeta de poemas que él había escrito. Ella los leyó y le dijo que también era poeta. Canyon recitó algunos de sus poemas, y él la felicitó. Ella luego leyó todos sus poemas, y él la animó a seguir escribiendo poesía.
Canyon hizo caso a su consejo, y con el tiempo se volvió cada vez mejor. Su psiquiatra le dijo que era una poeta talentosa y que debía concentrarse en su oficio.
Finalmente, comenzó dos de sus propias publicaciones llamadas «Next Day» y «Poetic Kat».
Canyon ahora escribe para abogar por los niños y otras poblaciones vulnerables, y escribe para inspirar a las personas a superar las adversidades de la vida. También continúa escribiendo poesía e inspira a otros a perfeccionar su arte literario.
La gente a menudo le escribe y le agradece por compartir su historia porque ellos mismos han sido abusados. Su escritura también es informativa y permite que otros lectores sepan sobre el abuso que está ocurriendo en el mundo.
«Siento que el revés en el hospital fue una oportunidad para descubrir quién soy realmente, y es que soy una escritora», explicó Canyon.
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