Alrededor de 100,000 personas fueron testigos del valiente mensaje: «Diga no al comunismo, RejectCCP.com», que pasó volando a través de los brillantes cielos azules de Australia Occidental a finales de diciembre del año pasado.
El avión que remolcaba la bandera gigante voló por los cielos durante 2 horas y media, haciendo que el reflexivo mensaje fuera visible para miles de personas durante su ruta el 20 de diciembre de 2020.
Karen Danelle Dunscombe, de 37 años, quien organizó el evento, dijo a The Epoch Times que sintió la necesidad de crear conciencia de cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) está tratando de socavar la libertad, la cultura y las tradiciones en todo el mundo, incluso en Australia.
Mientras tanto, Victor Bernal, el hombre detrás de la cámara, dijo que se unió al evento con la intención de «despertar a la gente sobre la naturaleza malvada del régimen comunista».
«Necesitaba hacer una pancarta para despertar a la gente a la cultura del PCCh y a la infiltración en Australia», dijo Karen. «Era una forma refrescante para que la gente se cuestionara sobre qué es el PCCh y sus intenciones».
«Decirle no al comunismo» es más para que la gente se de cuenta o cuestione la intención de China. ‘RejectCCP.com’ es para todos los que están conscientes de qué es el PCCh y para darle a esas personas algún tipo de plataforma para tomar medidas firmando con su nombre si lo desean», añadió.
Apuntando a los actuales acontecimientos relacionados con el PCCh que se están desarrollando en el mundo, el avión con una larga pancarta detrás partió del aeropuerto de Jandakot. Desde allí se dirigió a la playa de Coogee, luego subió a la costa y voló por el río Swan hasta la ciudad de Perth. Luego voló sobre la costa hasta las playas del norte, el avión se dirigió de nuevo a la costa de Coogee y volvió al aeropuerto.
Jason Moir, de 38 años, que entrevistó a personas durante el evento, dijo que le preocupa cada vez más el efecto que el comunismo está teniendo en las sociedades occidentales, incluidos los movimientos políticos socialistas o comunistas, la parcialidad de los medios de comunicación, la censura, la supresión de la libertad de expresión y otras libertades civiles en Australia.
«La gran mayoría de las personas no son conscientes de que están experimentando la transición al comunismo y han puesto toda su fe en los medios de comunicación y las entidades políticas corruptas», dijo Jason.
El comunismo no tiene «absolutamente nada» bueno
Según el sitio web RejectCCP.com, el régimen comunista es responsable de más de 80 millones de muertes en China, y ahora está intentando dominar el mundo, de la misma manera que ha controlado a China.
El sitio web afirma que a lo largo del tiempo el PCCh se fue «infiltrado cada vez más en universidades, medios de comunicación, gobiernos y organizaciones internacionales y ha socavado las economías, la seguridad nacional y el tejido moral en todo el mundo».
Karen cree firmemente que «absolutamente nada» bueno resulta del comunismo.
«Puede parecer positivo, para algunos, al principio, pero es oscuro y siniestro en su núcleo absoluto, es veneno», dijo. «Es bueno que la gente tenga el conocimiento, y se eduque sobre la infiltración de China en Australia, y en el resto del mundo para el caso».
Por ejemplo, a principios de diciembre del año pasado, el nuevo museo de Australia Occidental en Perth tuvo que modificar una exposición digital que mencionaba a China como el país origen del virus del PCCh, después de que la comunidad china y el cónsul general presentaron quejas, reportó Sydney Morning Herald. Un mensaje emergente del año 2020 describía que el virus del PCCh «se originó en la China continental».
Yoga Zhang, el director de la compañía de medios de comunicación en chino con sede en WA, MostWA, escribió una carta al museo exigiendo una explicación; Zhang también alertó al cónsul general chino de WA, según el reporte.
«La Organización Mundial de la Salud, los gobiernos y los departamentos relevantes de varios países aún no han confirmado el origen del coronavirus», escribió Zhang.
Sin embargo, con base en el cubrimiento especial de The Epoch Times sobre el virus del PCCh y el editorial, los funcionarios comunistas chinos a principios de diciembre de 2019 supieron que el virus había aparecido en Wuhan, pero se abstuvieron de dar información por un período de seis semanas. Los funcionarios detuvieron a quienes intentaron advertir del peligro, acusándolos de propagar «rumores», y emplearon la rigurosa censura del régimen para evitar cualquier cobertura de los medios de comunicación relacionada con el brote.
Rechazar al PCCh es el «tema más popular»
No es la primera vez que Karen hace algo de esta magnitud. En diciembre de 2018, hizo una pancarta aérea con un mensaje inspirador de «Sea verdadero, sea amable, tolere —Falun Gong».
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua práctica de cultivación de mente y cuerpo que se basa en los principios universales de Verdad, Benevolecia y Tolerancia. Este sistema espiritual pacífico, que comprende cinco ejercicios de meditación, se practica libremente en más de 100 países de todo el mundo, pero está siendo brutalmente suprimido y perseguido en China por el régimen comunista desde 1999.
Después de transmitir un mensaje positivo sobre los valores morales universales a la gente anteriormente, esta vez Karen eligió hacer algo más impactante para sacar a la luz las atrocidades del régimen comunista.
Mientras cubría el evento de la pancarta aérea RejectCCP en el campo, Jason dijo que casi el 50 por ciento de las personas que vieron la pancarta no eran conscientes de los graves problemas relacionados con el comunismo. Por otra parte, muchos de los que conocían muy bien el programa del PCCh tenían «fuertes opiniones sobre la oposición al comunismo» y su infiltración en Australia.
Victor dijo que vio a muchos espectadores aplaudir al ver la valiente y enérgica bandera ondeando en los cielos.
«Es muy preocupante que ellos [el PCCh] se hayan extendido tanto en estas democracias y en altas organizaciones tomando decisiones importantes, y no se sabe qué hay detrás de esas decisiones», dijo Lloyd Le Ciinu, un ingeniero civil que vio la pancarta Rechacen al PCCh (RejectCCP).
Mencionando su preocupación de si hay alguien controlando a un miembro del gobierno australiano, Lloyd dijo que le preocupa que se afecten los intereses australianos durante el proceso.
«Es muy preocupante que los interesados apoyen al jefe de los intereses australianos», dijo. «Esencialmente porque la decisión se toma en China en lugar de hacerse en Australia».
John LeCornu, un trabajador del mineral de hierro que vio la bandera, se detuvo para compartir su preocupación al notar las cinco palabras en el cielo de Perth.
«Les estamos dando [a la China comunista] un pase con todo, no me gusta eso, ambientalmente no se adhieren a las mismas normas y leyes que tenemos aquí en Australia», dijo John. «Nos estamos quedando sin negocio con este asunto del medio ambiente y estamos jugando exactamente en las manos de China».
«Se están apoderando del mundo», añadió John. «Tenemos que recuperar el control de las cosas, empezar a hacer las cosas aquí en Australia, de tal manera que podamos enfrentarlas porque en este momento estamos perdiendo la batalla».
Victor, que creció en Colombia, dijo que el comunismo y la infiltración en Australia fue el «tema más popular» en la playa de Coogee ese día. Dijo que se encontró con dos personas, una de Polonia y la otra de Portugal, que sufrieron bajo regímenes similares coincidiendo en que «el comunismo es realmente malo».
«De cierto modo, la gente se sintió conectada con el tema», dijo Victor.
Arshdeep Sarao contribuyó con este informe.
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