Una pequeña ciudad de Alabama, que durante años ha luchado para llegar a fin de mes y ha visto varios negocios cerrados debido a la pandemia, se declaró en bancarrota el martes.
Fairfield, a la que unas 11,000 personas llaman su hogar, registró una solicitud de Capítulo 9 en el Tribunal de Bancarrota de EE. UU. para el Distrito Norte de Alabama en Birmingham el martes, informa Bloomberg.
Luchó durante años para arreglar sus finanzas en dificultades, y Bloomberg informa que las autoridades de Fairfield dijeron en la presentación que la ciudad había «agotado sus opciones».
«La ciudad se ha enfrentado a una disminución sustancial de los ingresos en los últimos años debido a fuerzas económicas fuera de su control», dice una resolución de la ciudad, según informa The Hill.
El alcalde de Fairfield Eddie Penny dijo a The Birmingham News que «nuestros gastos excedieron en gran medida nuestros ingresos, por lo que solo estamos buscando un nuevo comienzo», refiriéndose al propósito de la presentación de un Capítulo 9, que es para proporcionar a una municipalidad en dificultades financieras la protección de los acreedores mientras desarrolla un plan para la reestructuración de sus deudas.
Fairfield tiene entre 200 y 999 acreedores con un millón a 10 millones de dólares en deudas, según The Birmingham News.
Típicamente, las deudas de la municipalidad se ajustan ya sea extendiendo los vencimientos de la deuda, reduciendo el monto del capital o los intereses, o refinanciando la deuda obteniendo un nuevo préstamo. En los más de 60 años desde que el Congreso estableció un mecanismo federal para la resolución de la deuda de las municipalidades, se han presentado menos de 500 peticiones de bancarrota por parte de las municipalidades.
Aunque no está claro qué papel tuvieron los cierres de negocios impulsados por el virus en las finanzas de la ciudad, el alcalde de Fairfield dijo a The Birmingham News que varios negocios de la ciudad habían cerrado debido al brote de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCC), el nuevo coronavirus que surgió de Wuhan y se extendió rápidamente por todo el mundo.
El brote ha golpeado a las economías de todo el mundo. En Estados Unidos, la asombrosa cifra de 20.5 millones de personas perdieron sus empleos en abril. Después de que los estados comenzaron a implementar órdenes de permanecer en casa en marzo, más de 36 millones de personas han presentado solicitudes por desempleo, según muestran las cifras del Departamento de Trabajo.
«Esta caída precipitada de la actividad económica ha causado un nivel de dolor difícil de captar con palabras, ya que las vidas se ven alteradas en medio de una gran incertidumbre sobre el futuro», dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en declaraciones preparadas antes de una audiencia en el Senado el martes sobre los programas de ayuda económica multimillonarios del gobierno para ayudar a las empresas y familias estadounidenses afectadas por la pandemia.
Alrededor del 20 por ciento de los residentes de Fairfield viven por debajo de la línea de pobreza, según la Oficina del Censo de EE. UU. y la ciudad está ubicada en el condado de Jefferson, que a su vez quebró en 2011.
Un censo de 2010 citado en el sitio web oficial de la ciudad de Fairfield dice que el ingreso per cápita de la ciudad de Fairfield fue de $18,221, mientras que alrededor del 22.2% de las familias y el 24.2% de la población viven por debajo de la línea de pobreza. Alrededor del 40.5% de esa población es menor de 18 años y el 21.7% tiene 65 años o más.
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