United Airlines acordó suspender temporalmente su orden de vacunación contra COVID-19 hasta el 15 de octubre para los empleados que presenten exenciones religiosas o médicas.
A principios de agosto, la compañía se convirtió en la primera aerolínea estadounidense en imponer la vacuna COVID-19 a todos sus empleados nacionales. Anunció que los empleados que no se vacunaran antes del 27 de septiembre serían despedidos el 2 de octubre y los que se negaran a vacunarse serían despedidos directamente. Además, dijo que las personas que buscaran una exención médica o religiosa serían automáticamente puestas en licencia indefinida sin goce de sueldo.
Seis empleados de United presentaron la semana pasada una demanda colectiva contra la aerolínea, alegando que no proporcionó alojamiento a los trabajadores que optaron por no recibir la vacuna COVID-19.
Los abogados que representan a los empleados anunciaron el martes que United acordó el 24 de septiembre «detener su plan de despedir efectivamente a unos 2000 de sus empleados que se negaron a recibir la vacuna COVID-19 por razones religiosas o médicas, en una victoria para los empleados que buscan ajustes razonables para las decisiones médicas personales».
«Nos alegramos de que, bajo la amenaza de una Orden de Restricción Temporal, United Airlines haya pospuesto su despiadada e ilegal orden de vacunación que impondría a unos 2000 empleados la desmesurada elección de violar su fe religiosa, violar las órdenes de sus médicos o, esencialmente, perder su trabajo», dijo en un comunicado Mark Paoletta, socio de Schaerr Jaffe LLP que representa a los empleados.
«La hostilidad de United hacia sus propios empleados que ejercen sus derechos civiles es asombrosa… Ahora todo el mundo puede seguir la decisión del tribunal de tomarse el tiempo y el cuidado necesarios para considerar cuidadosamente las reclamaciones legítimas que tienen nuestros clientes mientras buscamos una solución que permita a United tomar las medidas necesarias para combatir COVID-19 al tiempo que respeta los derechos civiles de los valiosos empleados que tienen objeciones religiosas sinceras o condiciones médicas que les impiden tomar la vacuna», añadió.
La pausa temporal permite a United Airlines procesar las solicitudes de exención religiosa y médica de los empleados. Funcionarios de United dijeron que representan menos del 3 por ciento de la plantilla nacional de la aerolínea, que es de unos 67,000 empleados.
El juez de Texas Mark Pittman tiene previsto escuchar las pruebas y los argumentos de la demanda el 8 de octubre.
United Airlines aún no respondió a la petición de Epoch Times para hacer comentarios.
Un portavoz de United dijo a Fox Business: «La seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad. Seguiremos defendiendo enérgicamente nuestra política: los requisitos de vacunación han existido durante décadas y han servido para mantener la seguridad de los empleados y clientes de las aerolíneas», y añadió que sigue convencida de que su política de vacunación salva vidas.
«Al día de hoy, excluyendo a los empleados que han presentado exenciones, el 98.5 por ciento de los empleados de United en Estados Unidos están vacunados», dijo el portavoz.
Un portavoz de la compañía dijo a Reuters que la aerolínea tiene previsto contratar a unas 25,000 personas en los próximos años, con la vacunación contra COVID-19 como requisito de empleo. El portavoz dijo que la compañía también tiene previsto exigir la vacunación a los estudiantes de su escuela de formación de pilotos.
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