La universidad pública más antigua de Hong Kong, la Universidad de Hong Kong (HKU), ha ordenado la retirada de una estatua de su campus que durante muchos años ha conmemorado a las víctimas de la masacre de Tiananmen perpetrada por el Partido Comunista Chino (PCCh) en 1989.
La estatua apodada «Pilar de la Vergüenza» fue creada por el escultor danés Jens Galschiøt y ha estado en pie en la universidad durante más de 20 años.
La estatua de cobre de 6 metros de altura representa 50 rostros angustiados y cuerpos torturados apilados unos sobre otros. Fue la pieza central de la vigilia con velas celebrada en Hong Kong el 4 de junio para conmemorar a los muertos cuando los militares del régimen chino abrieron fuego contra estudiantes universitarios y ciudadanos desarmados prodemocracia en Beijing.
El organizador de la enorme vigilia anual de la ciudad que colaboraba con Galschiøt, la Alianza en Apoyo de los Movimientos Patrióticos Democráticos de China, se disolvió recientemente debido a la creciente presión del PCCh para silenciar la oposición política a su gobierno en Hong Kong y China.
La alianza es una organización prodemocracia que se creó durante las protestas de la plaza de Tiananmen. Varios de sus miembros han sido detenidos en virtud de la llamada ley de seguridad nacional de Hong Kong impuesta por Beijing. La alianza está atravesando un proceso de liquidación en estos momentos.
Los liquidadores de la alianza recibieron una carta fechada el 7 de octubre del bufete de abogados Mayer Brown, que representa a la universidad, en la que se pide a la alianza que retire la estatua de los locales de la universidad «antes de las 17:00 horas del 13 de octubre de 2021».
La universidad citó que su decisión se basaba en su propio asesoramiento jurídico y en la evaluación de riesgos, pero no dio más explicaciones, según varios medios.
Si la alianza no retira la estatua antes de la fecha límite, la estatua se considerará abandonada y «la universidad se ocupará de la escultura en el momento y de la manera que considere oportuna sin más aviso», según la carta vista por Artnet News.
Galschiøt considera la acción como un ataque a su libertad de expresión a través de su arte y un intento de borrar la historia.
«Realmente quieren destruir todo sobre una historia que China no quiere que la gente conozca», dijo Galschiøt a Artnet News.
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