A partir de este semestre de primavera, los nuevos estudiantes de la Universidad de Missouri (MU) deberán instalar una aplicación para teléfonos inteligentes diseñada para ayudar a los profesores a llevar un registro de los alumnos que asisten a clase o los que no.
La aplicación de control de asistencia llamada «SpotterEDU» solamente ha sido utilizada por el Departamento de Atletismo de MU en los últimos cuatro años para evitar que ciertos atletas abandonen sus clases. Jim Spain, vicerrector de estudios universitarios de MU, dijo en una declaración al Kansas City Star que la escuela está ampliando el uso de la aplicación.
«El estudiante tendrá que participar en el registro de asistencia», dijo Spain, señalando que se informó con antelación a los estudiantes que se haría un seguimiento de su participación en las clases. «Se ha demostrado que la asistencia a clase y el éxito del estudiante están relacionados».
Aunque los partidarios de la aplicación de seguimiento sostienen que fomenta la asistencia, lo que se refleja en mejores calificaciones (pdf), los críticos expresan su preocupación por la privacidad y su temor a que, en última instancia, pueda perjudicar la independencia de los estudiantes.
Desarrollada por un exentrenador de baloncesto de MU, la aplicación SpotterEDU puede «localizar a los estudiantes dentro de un aula hasta que se vayan, proporcionando una asistencia continua, fiable y no invasiva», según el sitio web de la aplicación. La aplicación busca y se conecta a una baliza de Bluetooth específica instalada en el aula durante el horario de clase programado de los estudiantes, registrando su asistencia en una base de datos del campus. También notifica a los estudiantes que no están en una clase, en caso de que se presenten pero se olviden de encender su conexión de Bluetooth.
La aplicación promete que no va a supervisar ni registrar el paradero de los estudiantes fuera del aula. «Solo nos importa si los estudiantes están en el aula durante la clase», dice el sitio web de la aplicación. «No tiene seguimiento por GPS, lo que significa que no podemos localizarlos en ningún otro lugar».
A pesar de la promesa, la aplicación se convirtió en la base central de una historia del Washington Post en diciembre de 2019, donde algunos profesores y defensores de educación están argumentando que el programa de seguimiento de la asistencia «infantiliza» a los estudiantes de quienes se espera que se conviertan en adultos capaces de administrar su propio tiempo. Los críticos también expresaron su preocupación de que la aplicación de seguimiento pueda llevar a los estudiantes a acostumbrarse a una vida bajo vigilancia constante.
Según el sitio web de SpotterEDU, unas 40 universidades de todo el país han implementado el programa de seguimiento de asistencia en sus campus. Entre los usuarios se encuentran escuelas prominentes como la Universidad Duke, la Universidad Chapel Hill en Carolina del Norte y la Universidad de Syracuse.
Jeff Rubin, profesor asociado de la Escuela de Estudios de Información de la Universidad Siracusa, habló positivamente sobre la controvertida tecnología en una entrevista con el periódico estudiantil The Daily Orange. «Puedo levantar una bandera para cualquiera que haya estado ahí por menos del 50 por ciento de la clase», dijo. «Ahora puedo correlacionar la asistencia con los resultados de los exámenes, lo que no podía hacer en el pasado». Eso se convierte en algo realmente poderoso para ayudar en la educación de un estudiante, para poder tener una comunicación con los estudiantes basada en datos».
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