Las universidades públicas de Texas suprimieron cientos de puestos de trabajo relacionados con la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) y liberaron decenas de millones de dólares, según informaron los administradores universitarios a los legisladores estatales.
En una audiencia celebrada el 14 de mayo ante el Subcomité de Educación Superior del Senado de Texas, los dirigentes de las universidades públicas trataron de demostrar su esfuerzo por cumplir una nueva ley destinada a desmantelar las oficinas y programas de DEI en la educación superior financiada por los contribuyentes.
Desde que la ley entró en vigor el 1 de enero, las nueve universidades académicas y las seis instituciones sanitarias del sistema de la Universidad de Texas (UT) cerraron 21 oficinas de la DEI, disuelto 311 puestos a tiempo completo y parcial y cancelado un total de 681 «contratos, programas y formaciones» relacionados con la DEI.
«Hasta la fecha, basándonos en las respuestas institucionales, calculamos que se ahorrarán más de 25 millones de dólares o se reasignarán a otros fines relacionados con la misión de la universidad», declaró el Rector del Sistema de la UT, James Milliken, en su testimonio ante la comisión.
Otros líderes universitarios también informaron que el retirar financiación de las iniciativas de DEI significa más dinero a su disposición. El Sistema Universitario Estatal de Texas ahorró 3 millones de dólares tras eliminar sus programas y puestos de DEI, mientras que el Sistema de la Universidad de Houston liberó unos 750 mil dólares.
La ley, conocida como SB 17 antes de ser aprobada por el gobernador republicano Greg Abbott en junio de 2023, prohíbe a las universidades públicas establecer o mantener una oficina de DEI.
Define una oficina DEI como cualquier unidad establecida con el propósito de «influir en la contratación o la práctica de empleo en la institución con respecto a la raza, sexo, color u origen étnico» y «llevar a cabo capacitaciones, programas o actividades diseñadas o implementadas en referencia a la raza, color, origen étnico, identidad de género u orientación sexual», entre otros objetivos.
La legislación establece además que las instituciones no pueden exigir a los estudiantes o al profesorado que «respalden una ideología que promueva el trato diferenciado de un individuo o grupo de individuos por motivos de raza, color u origen étnico».
También prohíbe tener en cuenta la raza, el sexo, el color o la etnia en las decisiones de contratación o exigir a los futuros empleados que declaren su compromiso con la causa de la DEI.
Con el fin de garantizar el cumplimiento, los miembros del profesorado de la UT que anteriormente tenían funciones administrativas de DEI también fueron relevados de tales responsabilidades.
«Esas tareas se eliminaron por completo», declaró Milliken en la audiencia.
«Puede que no le guste la ley, pero es la ley», dijo al senador estatal Brandon Creighton, un republicano que defendió el SB 17. «No buscamos lagunas jurídicas. No estamos buscando soluciones. Vamos a aplicarla plenamente».
Nuevo impulso a la contratación
También intervino en la audiencia el rector de la Universidad A&M de Texas, John Sharp, crítico con la DEI. Dijo a la comisión que había un total de nueve oficinas de DEI en las 11 universidades del sistema Texas A&M. Todas ellas se cerraron desde entonces en cumplimiento de la SB 17.
Como resultado de este esfuerzo de cumplimiento en todo el sistema, se purgaron 27 puestos a tiempo completo y ocho empleados a tiempo completo fueron «separados», dijo el Sr. Sharp, añadiendo que los recursos antes dedicados a los programas DEI se están invirtiendo ahora en la captación de futuros estudiantes.
«Dedicamos ese dinero que ahorramos y algunos más, por ejemplo en Texas A&M, a la contratación», dijo el canciller. «Actuamos como un entrenador de fútbol, para ir allí y encontrar a los mejores [estudiantes] que van a Stanford, que van a ir a otro sitio, para asegurarnos de que saben cuáles son las mejores oportunidades».
La estrategia de reclutamiento de dar a conocer Texas A&M entre los estudiantes de secundaria fuera de su esfera tradicional de influencia es eficaz, dijo el Sr. Sharp.
«El resultado hasta ahora es un aumento de dos dígitos en los chicos que solicitan entrar en Texas A&M», dijo. «El problema es que muchos chicos no conocen Texas A&M y muchos institutos no saben lo que hay disponible en lugares como UT y A&M. Francamente, estamos gastando más de lo que podemos. Francamente, estamos dedicando mucho tiempo y dedicación a fortalecer esas posibilidades en todo el estado».
El proyecto de ley SB 17 fue aprobado por la asamblea legislativa de Texas, dominada por los republicanos, con el apoyo de los demócratas, pero fue cuestionado por los demócratas en cada paso de su camino hasta llegar a la mesa del gobernador. Mientras que los partidarios de la SB 17 argumentaron que los esfuerzos de la DEI promueven el trato injusto de las personas sobre la base de las disparidades percibidas entre los grupos de identidad, a los oponentes del proyecto de ley les preocupaba que socavara los objetivos de las universidades de crear un alumnado diverso.
«Tenemos que analizar la situación antes y después de la SB 17 para ver exactamente dónde estamos como instituciones», dijo el senador estatal Royce West, demócrata que representa a Dallas. «Eso nos ayudará a escribir la historia en lo que respecta al impacto de este proyecto de ley en particular».
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