Se estima que casi la mitad del agua de grifo en Estados Unidos contiene lo que se conoce como «sustancias químicas permanentes», también conocidas como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS).
El estudio realizado por el Servicio Geológico de EE.UU. evaluó la presencia de 32 tipos de PFAS a partir de muestras tomadas de 716 ubicaciones (269 pozos privados y 447 de suministro público) en todo el país entre 2016 y 2021.
Con base en estas muestras, los investigadores del USGS determinaron mediante modelos que, en promedio, se detecta al menos un PFAS en aproximadamente el 45 por ciento del agua del grifo de EE.UU.
Hay más de 12,000 tipos de PFAS, que son sustancias químicas invisibles hechas por el hombre, cuyos altos niveles se han relacionado con problemas de salud adversos, incluidos varios tipos de cáncer, problemas reproductivos y efectos adversos en la función inmunológica. Pero no todos los tipos de PFAS se pueden detectar con las pruebas actuales.
«Los científicos de USGS analizaron el agua recolectada directamente de los fregaderos de las cocinas de las personas en todo el país, proporcionando el estudio más completo hasta la fecha sobre PFAS en el agua del grifo tanto de pozos privados como de suministros públicos», dijo el 5 de julio en un comunicado la hidróloga investigadora de USGS Kelly Smalling, autora principal del estudio.
“El estudio estima que al menos un tipo de PFAS, de los que fueron monitoreados, podría estar presente en casi la mitad del agua del grifo en EE.UU. Además, las concentraciones de PFAS fueron similares entre los suministros públicos y los pozos privados”.
Los PFAS se denominan coloquialmente «sustancias químicas permanentes» porque no se descomponen fácilmente en el cuerpo humano ni en el medio ambiente, y algunos de ellos nunca llegan a descomponerse del todo. Estas sustancias son conocidas por su resistencia a la grasa, el aceite, el agua y el calor y, como tales, pueden utilizarse en una amplia gama de productos, como utensilios de cocina antiadherentes, tejidos y alfombras resistentes a las manchas y al agua, así como productos de limpieza, pinturas, repelentes al agua y espumas contra incendios.
Según el USGS, el estudio marca «la primera vez que alguien prueba y compara PFAS en agua del grifo de suministros de agua privados y públicos regulados por el gobierno» a gran escala en todo Estados Unidos.
“Esos datos se utilizaron para modelar y estimar la contaminación por PFAS en todo el país. Este estudio del USGS puede ayudar al público a comprender su riesgo de exposición e informar las decisiones de política y gestión con respecto a las opciones de prueba y tratamiento para el agua potable”, dijo la agencia en un comunicado.
Más riesgo de exposición a PFAS en áreas urbanas
Las zonas urbanas presentan un mayor riesgo de exposición a las PFAS que las rurales, ya que las sustancias químicas permanentes se detectaron en más del 70 por ciento de las zonas urbanas o con un historial conocido de contaminación por PFAS, frente al 8 por ciento de las zonas rurales. Los investigadores observaron la exposición en zonas urbanas que incluían los alrededores de las regiones de las Grandes Llanuras, los Grandes Lagos, la Costa Este y el centro y sur de California.
Los compuestos detectados con mayor frecuencia en este estudio fueron PFBS, PFHxS y PFOA.
Los investigadores del USGS estiman que la probabilidad de no detectar PFAS por encima de sus límites de detección es de alrededor del 25 por ciento en centros urbanos o áreas con un historial conocido de contaminación por PFAS y de más del 75 por ciento en áreas rurales.
En marzo, la EPA propuso límites nacionales de agua potable para los dos PFAS más utilizados, conocidos como PFOA y PFOS. Sus niveles se limitarán a un máximo de cuatro partes por trillón (ppt) en agua potable, según la propuesta. Un ppt es el equivalente a una gota de contaminante en 18 millones de galones de agua.
Según la Agencia de EE.UU. para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, los niveles de PFAS en la sangre entre los estadounidenses han disminuido desde 2002, cuando disminuyó la producción y el uso de PFOS y PFOA en Estados Unidos. Sin embargo, después de dos décadas, la mayoría de los estadounidenses todavía tienen niveles detectables en la sangre.
La EPA regula los suministros de agua públicos, mientras que los propietarios de viviendas son responsables de analizar y tratar los suministros de agua privados.
“Aquellos interesados en probar y tratar pozos privados deben comunicarse con sus funcionarios locales y estatales para obtener orientación”, dijo el USGS en su comunicado. “Las pruebas son la única forma de confirmar la presencia de estos contaminantes en los pozos”.
Para obtener más información sobre las regulaciones de PFAS, visite el sitio web de la EPA sobre cómo abordar las PFAS.
Bill Pan contribuyó a este artículo.
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